Ficha de partido
Sevilla FC
2 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
1
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Mateos
44'
Descanso
45'
Mateos
75'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Sevilla FC
Records vs Sevilla FC
Máximo goleador: Mundo Suárez (28 goles)
Goleador rival: Campanal (21 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (31 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (17.10.1943)
Mayor derrota: 3 - 10 (13.10.1940)
Más repetido: 2-0 (27 veces)
Crónica
En el partido jugado esta tarde sobro el embarrado y casi intransitable terreno sevillista, venció el equipo que tuvo en primer término mayor porfundidad y después mejor compenetración y decisión, en el área contraria. Este equipo fué el Sevilla.
Otro detalle que también influyó decisivamente, ha sido la labor de las líneas medias. La valenciana se mostró eficaz en la defensa, aunque un tanto incontrolada en la entrega, mientras que por el contrario, la pareja Ruiz Sosa, Achucarro, se adueñó eficientemente de la zona ancha, no sólo apoyando al ataque y a la zaga, sino también ordenando y orientando el juego general. En esta difereircia entre una y otra linea central, estuvo el quid de la cuestión.
A simple vista, el resultado no refleja el rendimiento de cada equipo. El dominio en la iniciativa, correspondió por entero a los andaluces, pero debido al estado impracticable de la cancha, la prodigalidad rematadora de la delantera blanca no tuvo el efecto
debido sobre el marcador. El segundo gol sevillista, el que estabilizó el resultado favorable para los de casa, fue obtenido en claro fuera de juego de Mateos, pero esto no es óbice para que la victoria haya correspondido con entera justicia al mejor. E insistimos que, el mejor en esta lluviosa tarde (porque llovió durante distintos pasajes del encuentro) fue el Sevilla.
El Valencia compareció a un sistema defensivo, que no respondió a lo deseado. Todo el afán e las huestes de Balmanya, se circunscribía a tapar huecos e inutilizar a la delantera merengue, pero frente a la garra y decisión del quinteto ofensivo andaluz, estaban los aciertos de los volantes y ello contribuía a hacer más y más incómoda la estabilidad defensiva levantina.
Por demás, para reforzar dicho sistema, replegaron en ayuda de los medios a Ficha, a Recamán y a Coll, dejando tan sólo en punta a Waldo y a Guillot, como Waldo no quiso nunca enfrentarse con la pujante seguridad de Campanal, Guillot quedaba solo frente al seguro trío defensivo sevillista, para resolver. Y naturalmente, no resolvía nada. Es más, se hallaba incluso imposibllitado de inquietar a Mut, quien poco trabajo tuvo en toda la tarde. Resumiendo, que el Sevilla, en una jornada de superación, de voluntad y de entusiasmo, gracias a la positiva labor de su pareja media, se impuso por fortaleza y profundidad a un potente adversario. A un adversario, que bien pudo cambiar de tónica la marcha de la pugna, pero que se mantuvo a idéntico diapasón siempre, de forma incomprensible. Y de esta forma, pocos o ningún partído puede ganarse.
A cada conjunto le fueron anulados goles. A los 40 de juego, al Sevilla, obra de Antoniet por fuera de juego del autor y tres minutos más tarde, a Ficha, por la misma razón. A los 43 minutos, una jugada personal de Mateos que él mismo remata pegando al poste izquierdo del marco valenciano, se inaugura el marcador. Cuando iban 71 minutos, surgió el segundo válido. Mateos, en claro fuera de juego, atrapa una pelota que le llega desde su defensa, trata de burlar la salida de Martínez, se le escapa el balón de las manos al guardameta levantino y entonces Mateos, en solitarlo y sin despegar el cuero del borceguí, entra tranquilamente en el portal contrario, llegando asi hasta la red, sin rematar. El arbitraje de Gómez Arribas, con bastantes errores de apreciación, algunos de ellos decisivos.
Otro detalle que también influyó decisivamente, ha sido la labor de las líneas medias. La valenciana se mostró eficaz en la defensa, aunque un tanto incontrolada en la entrega, mientras que por el contrario, la pareja Ruiz Sosa, Achucarro, se adueñó eficientemente de la zona ancha, no sólo apoyando al ataque y a la zaga, sino también ordenando y orientando el juego general. En esta difereircia entre una y otra linea central, estuvo el quid de la cuestión.
A simple vista, el resultado no refleja el rendimiento de cada equipo. El dominio en la iniciativa, correspondió por entero a los andaluces, pero debido al estado impracticable de la cancha, la prodigalidad rematadora de la delantera blanca no tuvo el efecto
debido sobre el marcador. El segundo gol sevillista, el que estabilizó el resultado favorable para los de casa, fue obtenido en claro fuera de juego de Mateos, pero esto no es óbice para que la victoria haya correspondido con entera justicia al mejor. E insistimos que, el mejor en esta lluviosa tarde (porque llovió durante distintos pasajes del encuentro) fue el Sevilla.
El Valencia compareció a un sistema defensivo, que no respondió a lo deseado. Todo el afán e las huestes de Balmanya, se circunscribía a tapar huecos e inutilizar a la delantera merengue, pero frente a la garra y decisión del quinteto ofensivo andaluz, estaban los aciertos de los volantes y ello contribuía a hacer más y más incómoda la estabilidad defensiva levantina.
Por demás, para reforzar dicho sistema, replegaron en ayuda de los medios a Ficha, a Recamán y a Coll, dejando tan sólo en punta a Waldo y a Guillot, como Waldo no quiso nunca enfrentarse con la pujante seguridad de Campanal, Guillot quedaba solo frente al seguro trío defensivo sevillista, para resolver. Y naturalmente, no resolvía nada. Es más, se hallaba incluso imposibllitado de inquietar a Mut, quien poco trabajo tuvo en toda la tarde. Resumiendo, que el Sevilla, en una jornada de superación, de voluntad y de entusiasmo, gracias a la positiva labor de su pareja media, se impuso por fortaleza y profundidad a un potente adversario. A un adversario, que bien pudo cambiar de tónica la marcha de la pugna, pero que se mantuvo a idéntico diapasón siempre, de forma incomprensible. Y de esta forma, pocos o ningún partído puede ganarse.
A cada conjunto le fueron anulados goles. A los 40 de juego, al Sevilla, obra de Antoniet por fuera de juego del autor y tres minutos más tarde, a Ficha, por la misma razón. A los 43 minutos, una jugada personal de Mateos que él mismo remata pegando al poste izquierdo del marco valenciano, se inaugura el marcador. Cuando iban 71 minutos, surgió el segundo válido. Mateos, en claro fuera de juego, atrapa una pelota que le llega desde su defensa, trata de burlar la salida de Martínez, se le escapa el balón de las manos al guardameta levantino y entonces Mateos, en solitarlo y sin despegar el cuero del borceguí, entra tranquilamente en el portal contrario, llegando asi hasta la red, sin rematar. El arbitraje de Gómez Arribas, con bastantes errores de apreciación, algunos de ellos decisivos.