Inicio del partido

0'

Descanso

45'

José Reverter

68'

Juan Piñol

71'

Klennecy

72'

Final del partido

90'

Decíamos en nuestra crónica de ayer, que deseábamos ver jugar nuevamente al FC Young Boys, para poder estudiar detalladamente su técnica y poder hacer una apreciaión de sus jugadores, considerados como individualistas y de conjunto. En efecto, después de haber presenciado ambos encuentros, hemos podido apreciar que la técnica única y exclusiva del equipo suizo es una mezcla de todas las que existen en el fútbol, sobresaliendo en primer grado la de una violencia poco común.

En el primer match, lo mismo que en el segundo, apelaron a procedimientos que creíamos expulsados ya de los campos de fútbol de la Europa Central, más adelantados que nosotros en este deporte, o más bien, que llevan más tiempo practicando el fútbol. Pero los suizos nos han evidenciado que también por aquellas tierras se recurre a procedimientos que en otro tiempo algún equipo nos criticó a los españoles, y nos han obsequiado con dos exhibiciones en las que hemos visto poco fútbol y sí mucha agresividad.

Los de casa, ante esta actitud, no se quedaron mancos, y muy especialmente Reverter, Estevan y Rino, en ocasiones, se dedicaron a responder con su misma táctica a los extranjeros. Ello fue causa de que el partido fuera pródigo en incidentes, y que el árbitro se viese obligado a decretar la expulsión de jugadores de ambos bandos; y aún cuando a uno de ellos le permitió volver al poco tiempo al terreno, tuvo que decretar, por fin, su expulsión, juntamente con la de otro valenciano, en evitación de males mayores. Por cierto, que el suizo expulsado, cuando ya salía del terreno en dirección de la caseta, tuvo gestos de desafío con el jugador Piñol, que juntamente con él salía, para los que hubiéramos juzgado muy acertadamente la intervención de la autoridad.

Un solo gol se marcó en este partido, consecuencia lógica del juego que se desarrolló, en el que los jugadores andaban más deseosos de encontrar al hombre que al balón, y en el que la única preocupación era dar la patada o desprenderse rápidamente del balón para no recibirla. El defensa derecho suizo interceptó con la mano un avance de los delanteros blancos junto a la línea de penalty; concedido el free-kick, Cubells lanzó un fortísimo tiro que el puerta paró débilmente y que Reverter remató a goal. El resto del partido fue poco digno de mención, debiendo solamente recordar un chut de Peral, que el meta suizo blocó muy bien; otro enorme de Roca, que pasó rozando el larguero, y dos grandes estiradas del pequeño Llago, que evitaron otros tantos gols.

El equipo visitante nos ha parecido que, de querer jugar al fútbol, ha de poder desarrollar un juego temible, siendo el mejor elemento el meta, que bloca y despeja con gran facilidad. La pareja de backs es muy completa, sobre todo el derecha, que posee un tackling fuerte y segurísimo, con entradas briosas y nobles, siendo el más limpio de todo su equipo. Sigue la línea media pareciéndonos de poca categoría para el resto de los componentes del once. Destaca, no obstante, entre ellos su medio derecha, que hizo una labor defensiva aceptable. La línea delantera es muy codiciosa, y sus componentes los más sucios de todos. Los interiores bajan a ayudar a sus medios en la defensa, y el delantero centro, el mejor jugador, posee un fuerte chut y extraordinaria valentía, que le hace el más peligroso de la línea. El extremo izquierda es excelente, de lo mejorcito que ha desfilado por nuestros campos, como lo prueba el que cuantas veces se lo propuso burló a Marín, que no estuvo desacertado, no obstante.

Del Valencia, hay que clasificarles en dos grupos: los que se dedicaron a corresponder a los suizos con sus caricias, y los que practicaron el juego de fútbol. Justo es consignar que abundaron más de los segundos que de los primeros, entre los que destacó Reverter, que obscureció su acertadísima labor de delantero centro, con suciedades que el público reprobó. Estevan, y últimamente la defensa, hicieron lo propio. Entre los que practicaron el fútbol, merecen citarse, en primer lugar, a Martínez y Peral, que hicieron un excelente partido. Cubells, aún cuando más prudente que de costumbre, tuvo momentos acertados. La pareja de backs, formada por Reyes y Piñol, empezó actuando admirablemente, y terminó con juego sucio, que deslució su actuación. De los medios, en la primera parte fue Roca el mejor, no así en la segunda, que se obscureció bastante. Estevan y Marín no hicieron tanto como de costumbre, si bien Marín fue siempre mejor que su compañero. Llago, en la puerta, acertado en lo poco que intervino. El dominio correspondió durante todo el encuentro al Valencia. Arbitró el señor Humbert, pésimamente.