La llegada de Víctor Aristizábal en enero de 1994 fue todo un acontecimiento social. Delantero centro de la selección colombiana, fue fichado en el mercado de invierno con la vitola de ser uno de los mejores delanteros sudamericanos y fue presentado a bombo y platillo por Francisco Roig, que acababa de ganar las elecciones y no dudó en bautizarle como el «Alacrà», mote que recibió por un gol que había marcado poco tiempo antes de forma acrobática. Quizás fue la expectación creada ante su llegada o la falta de acople con el equipo, pero la realidad es que la estancia del ariete en Valencia sólo puede calificarse como fracaso.

Aristizábal nació en el barrio Belén, al sur de la ciudad de Medellín. Comenzó a jugar en las calles, pero pronto destacó por su velocidad y capacidad anotador, por lo que pasó por varios equipos locales como Asesorías Hernando Díaz y Colegio Antonio Nariño, donde marcó más de 70 goles. En 1989 llegó al Atlético Nacional, donde comenzó a destacar como gran goleador, anotando 207 goles hasta diciembre de 1993 y conquistando dos títulos de Liga, una Copa Interamericana y una Copa Merconorte. Como podemos observar, su carta de presentación no podía ser más notable, por lo que su llegada a Valencia se esperaba con gran expectación.

Aristizábal debutó en Liga con la llegada de Gus Hiddink al banquillo valencianista en la trigésima jornada, ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. La temporada, con cambio de presidente tras el desastre de Karlsruhe, estaba abocada al fracaso, y la llegada del colombiano era de lo poco interesante que quedaba por ver. Pese a su buen debut en Madrid, Aristizábal sólo jugó seis partidos más sin llegar a marcar. Su único gol con la camiseta che se produjo ante el Utiel, en un partido amistoso, y de penalty. Al finalizar el curso, fue cedido al Blackburn Rovers antes de volver a ultramar.

Después del Mundial de USA 1994, regresó al Nacional para seguir aumentando sus registros anotadores, que no disminuyeron ni en el Sao Paulo, Santos, Deportivo Cali, Cruzeiro, Vitoria, Coritiba ni en sus alternativas etapas en el club que le vio nacer. Es, hasta la fecha y tras retirase (ya sin bigote) a finales de 2007, el extranjero más goleador del fútbol brasileño, así como el máximo anotador de Nacional en el fútbol colombiano. Además, con su selección se alzó el pichichi de la Copa América que se adjudicaron los colombianos en 2001. El delantero anunció, a los 34 años, su retirada como futbolista, que tuvo lugar en enero de 2008.