Ficha de partido
Valencia CF
2 - 0
UD Las Palmas
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Pep Claramunt (Pen.)
14'
Descanso
45'
Óscar Rubén ValdezAsist: Quino Sierra
45'
Pepín PinedaPep Claramunt
83'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: UD Las Palmas
Records vs UD Las Palmas
Máximo goleador: Manuel Badenes (7 goles)
Goleador rival: Germán (8 goles)
Más partidos: Pep Claramunt (20 partidos)
Mayor victoria: 5 - 1 (01.10.2000)
Mayor derrota: 0 - 3 (28.02.1982)
Más repetido: 1-2 (8 veces)
Crónica
Bastaron 45 minutos, los primeros, para dejar prácticamente liquidado este partido, esperado con inusitada expectación en Valencia y que ha llenado a rebosar el campo de Mestalla. El aficionado valenciano está deseoso de fútbol y animado por ese último éxito del equipo en Gijón, se ha volcado. La verdad es que ha tenido ocasión de deleitarse en la primera parte en la que se ha acumulado casi todo lo bueno que el partido dio de sí, que no fue demasiado, aunque no fuera tampoco muy poco.
Fue el Valencia el que cortó el bacalao en esta primera parte y durante ella tuvo 20 minutos de vértigo en los que el balón no salía del área de penalty canaria, en que los peligros sobre su meta se cernían constantemente, en que Adorno, Quino, Keita y Valdez volvian materialmente locos a los defensas canarios. Después, cuando en el marcador ya se habían afincado los dos goles que dejaban resuelto el pleito, el Valencia se aplatanó un poco, aunque sea paradójico, puesto que se enfrentaba a unos canarios, y fueron estos, los jugadores de Las Palmas, los que marcaron la pauta en el juego, un juego bonito, airoso, pero muy central y con absoluta falta de profundidad. Total que el partido ha dado una de cal y otra de arena; Lo bueno en la primera parte y lo menos bueno en la segunda.
A los 14 minutos de juego marcó el Valencia su primer gol por la vía del penalty. La jugada procedió de una falta que le hicieron a Quino en el área, cuando Keita le había mandado un pase adelantado magistral. La pena máxima la ejecutó Claramunt 1 con maestría y dureza y marcó el gol. El Valencia, a partir de ahí y durante los 20 minutos que hemos citado, presionó de una manera enloquecedora a Las Palmas, menudeando los peligros y hasta los córners, en la primera parte sólo se tirarían hasta ocho contra la puerta de Catalá, que tuvo una noche de jornada intensiva y bastante afortunada por cierto. A los 18 minutos, un saque de esquina lanzado por Valdez, lo remató Claramunt con un trallazo tremendo que Catalá desvió a córner. Poco después era Adorno el que estaba a punto de marcar, y más tarde Keita, quien, rematando un balón que le llegó, ponía la inquietud en el marco canario. En el último minuto de la primera parte, un centro de Quino lo remató Valdez, desde muy cerca del marco, con la cabeza y marcó el segundo tanto. Así, pues, se retiraron los jugadores merengues a la caseta con el 2-0 que ponía una nota de tranquilidad absoluta, dada la ineficacia que mostraban los canarios.
En la segunda parte, en que el Valencia bajó su ritmo y los canarios aumentaron el suyo, pero no mucho, porque esto de jugar de prisa no les va, fueron ellos los que marcaron la pauta, bien dirigidos por Germán, su capitán, auténtico director de orquesta. Pero sin puntas de ataque y casi sin remate poco podía hacer su juego acometedor y brillante, pero ineficaz. Este es la mejor síntesis que puede hacerse respecto a Las Palmas, mientras que el Valencia tuvo, al contrario, en esa primera parte tantas veces mencionada, juego brillante a ratos y eficacia, que es lo bueno.
Fue el Valencia el que cortó el bacalao en esta primera parte y durante ella tuvo 20 minutos de vértigo en los que el balón no salía del área de penalty canaria, en que los peligros sobre su meta se cernían constantemente, en que Adorno, Quino, Keita y Valdez volvian materialmente locos a los defensas canarios. Después, cuando en el marcador ya se habían afincado los dos goles que dejaban resuelto el pleito, el Valencia se aplatanó un poco, aunque sea paradójico, puesto que se enfrentaba a unos canarios, y fueron estos, los jugadores de Las Palmas, los que marcaron la pauta en el juego, un juego bonito, airoso, pero muy central y con absoluta falta de profundidad. Total que el partido ha dado una de cal y otra de arena; Lo bueno en la primera parte y lo menos bueno en la segunda.
A los 14 minutos de juego marcó el Valencia su primer gol por la vía del penalty. La jugada procedió de una falta que le hicieron a Quino en el área, cuando Keita le había mandado un pase adelantado magistral. La pena máxima la ejecutó Claramunt 1 con maestría y dureza y marcó el gol. El Valencia, a partir de ahí y durante los 20 minutos que hemos citado, presionó de una manera enloquecedora a Las Palmas, menudeando los peligros y hasta los córners, en la primera parte sólo se tirarían hasta ocho contra la puerta de Catalá, que tuvo una noche de jornada intensiva y bastante afortunada por cierto. A los 18 minutos, un saque de esquina lanzado por Valdez, lo remató Claramunt con un trallazo tremendo que Catalá desvió a córner. Poco después era Adorno el que estaba a punto de marcar, y más tarde Keita, quien, rematando un balón que le llegó, ponía la inquietud en el marco canario. En el último minuto de la primera parte, un centro de Quino lo remató Valdez, desde muy cerca del marco, con la cabeza y marcó el segundo tanto. Así, pues, se retiraron los jugadores merengues a la caseta con el 2-0 que ponía una nota de tranquilidad absoluta, dada la ineficacia que mostraban los canarios.
En la segunda parte, en que el Valencia bajó su ritmo y los canarios aumentaron el suyo, pero no mucho, porque esto de jugar de prisa no les va, fueron ellos los que marcaron la pauta, bien dirigidos por Germán, su capitán, auténtico director de orquesta. Pero sin puntas de ataque y casi sin remate poco podía hacer su juego acometedor y brillante, pero ineficaz. Este es la mejor síntesis que puede hacerse respecto a Las Palmas, mientras que el Valencia tuvo, al contrario, en esa primera parte tantas veces mencionada, juego brillante a ratos y eficacia, que es lo bueno.