Inicio del partido

0'

Descanso

45'

Final del partido

90'

La decepción parece ser el plato obligado esta temporada para los seguidores del Valencia. A una actuación prometedora del cuadro valencianista en cualquiera de sus desplazamientos, sigue invariablemente al domingo si guiente en Mestalla el jarro de agua helada en forma de derrota o empate que echa por tierra las más fundadas ilusiones.

Y esto que viene durando nada menos que desde el pasado día 5 de enero, volvió de nuevo a repetirse ayer, cuando los hinchas del club blanco confiaban en ver roto el maleficio, tras el triunfo obtenido en San Mamés
la jornada anterior.

Sin embargo, la realidad fue muy otra y la triste historia para el aficionado valencianista volvió a repetirse. Esta vez teniendo como protagonista al Sabadell quien ha sido quien a fin de cuentas se ha beneficiado de la total ineficacia del cuadro blanco arrancando un valioso punto positivo que le eleva, por el momento, al quinto puesto de la tabla clasificadora en cuanto a puntuación real, pero en verdad inmediatamente detrás del Real Madrid, Las Palmas, y Barcelona, si tenemos en cuenta su solitario punto positivo.

Plantearon ambos onces de salida el juego de manera muy parecida, lo cual si parecía lógico en el Sabadell, con aspiraciones de no salir batido, ya no lo era tanto para los valencianistas que venian obligados a confirmar la recuperación que parecía desprenderse de su reciente triunfo en Bilbao.

Bajo el patrón clásico del 4-2-4 (del que hoy difícilmente se mueven los equipos españoles) fue transcurriendo el partido en su primera mitad, dando como con secuencia que sin gran brillantez ni tampoco jugadas de extraor dionaria emoción el dominio territorial anduviese en extremo repartido, sin que se vislumbra se ni por uno ni otro lado la posibilidad de que se rompiese la igualada que existía en el marcador.

Tras el descanso ciertamente las cosas variaron no poco, especialmente a partir de los 15 minutos, cuando el Valencia espoleado por las protestas y palmas de tango del público, se decidió al fin, a abrir sus lineas, lanzán dose al ataque en busca de una victoria que sólo acosando el marco de Martínez, en buena logica podría producirse.

A partir de entonces el Valencia materialmente empujado por el ex-bético Antón, pasó a ejercer un dominio territorial bastante amplio, posiblemente favorecido por el repliegue voluntario del Sabadell. Pero lo cierto es que este cambio de decoración lejos de servir también para un cambio en el marcador, dio ocasión para que se demostrase una vez inés la total inoperancia de una limen da ataque que resulté del todo incapaz de salvar el escollo y los problemas que le presentaron los decididos hombres de la cobertura vallesana.