Ficha de partido: 10.06.1951: RCD Espanyol 4 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

RCD Espanyol
RCD Espanyol
4 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Piquín
16'
Bernardino Pasieguito
21'
FernandoLlimós
21'
FlotatsGrau
42'
Ángel CorberánManuel Badenes
43'
AubeijónSoler
45'
Descanso
45'
VenysCelma
45'
Arcas (Pen.)
55'
Flotats
68'
Egea
85'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Sarriá
Aforo: 44.000 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 18/02/1923 (Demolido en 1997)

Rival: RCD Espanyol

Records vs RCD Espanyol

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)

Crónica

Ayer dedicamos homenaje y despedida del fútbol a ese gran caballero del fútbol, que en el terreno de juego se llamó Llimós. Fue un homenaje simbólico, porque no hubo ramos de flores al comenzar el partido. En la tribuna presidencial se hallaban los suplentes y en los pupitres de prensa algún espontáneo convertido circunstancialmente en periodista, también simbólico, desde luego. Fueron ayer a Sarriá tan solo los sentimentales y, decir esto, es lo mismo que señalar algo así como un tercio de entrada. Llimós se merecía más, mucho más.

Y ahora vamos con el aspecto técnico del homenaje. Desde que se puso la pelota en juego los españolistas tomaron la iniciativa a su cargo y con un buen juego y dominio suave, sin estridencias, comenzaron a dar trabajo a Quique, que de pronto nos dijo que se hallaba en forma inmejorable. Fue a los 16 minutos cuando una combinación Egea-Grau-Piquín terminó con un magnífico disparo de éste último, que llegó a las mallas con fulminante rebote en el poste. Los contados avances de la delantera blanca fueron siempre de sumo peligro y, en uno de ellos, a los 21 minutos, Pasieguito, con tiro largo, flojo y esquinado, marcó el empate, también con un rebote en la base del poste.

En este momento se retiró Llimós, que fue despedido con leves aplausos, de puro compromiso, saliendo a reemplazarle Fernando y, antes de que llegara el descanso, Grau, lesionado en un topetazo con el meta, también se retiró siendo sustituido por Flotats. Por no ser menos, los valencianistas, dos minutos antes del final del tiempo, vieron fuera de combate por lesión a Badenes, que fue reemplazado por Corberán, llegándose al descanso, afortunadamente, sin más cambios en las dos escuadras.

Al reaparecer los equipos, el Valencia presentó la misma alineación, mientras el Español sacaba al sevillista Venys en lugar de Celma y a Aubeijón en la meta. Y el juego volvió a ser igual al del primer tiempo: dominio e iniciativa blanquiazul y plácida defensiva valencianista. Pero Quique estaba en plan de anular todo lo difícil que le remataran a sus dominios y el empate persistió hasta que un defensa visitante, dentro del área, a tiempo que la pelota salía fuera, cogió por la cintura a un atacante españolista, lo cual determinó un penalty que Arcas, muy serenamente, transformó la victoria de los catalanes, que ya no ofreció duda alguna en el marcador. Fue Flotats quien fusiló el tercer tanto para los suyos, después de haber recogido el balón, para pasárselos, en aparente fuera de juego. Y ya hacia el final, Egea, muy de cerca y cruzado, remató el cuarto y último gol para los suyos.

Hemos llegado en estos momentos a lo más difícil, a enjuiciar de forma objetiva al partido y a los actuantes en el mismo. Venció muy bien el Español, con claros merecimientos, pero el camino que siguió para lograr su victoria fue un tanto anormal, desde el momento en el que los valencianistas se marcharon clamando por el penalty y por el fuera de juego del tercer tanto. En una palabra, que los catalanes pudieron ganar por el margen que ganaron, pero con más claridad en la ejecución de los tantos. Muy bien los dos porteros, bien los defensas, muy seguro en la línea media el volante Roca, del Imperial y en la delantera, Piquín y Arcas los más destacados.

Por el Valencia, el mejor de todos su meta Quique, una defensa magnífica y Santacatalina, en los medios volantes, el mejor. La delantera ya no nos convenció, pues le faltó nervio, y desde que se marcó de ella Badenes, no dio la menos impresión de peligro. Badenes, mientras jugó, jugó mucho, cumpliendo bien Pasieguito y Taltavull. Desde luego, los ches no se mataron, y si se marcharon disgustados no fue por el resultado, sino por la forma en que se produjo. Arbitró el colegiado Azón, muy a tono con las circunstancias, pero mal auxiliado por sus jueces de banda.