Dani Cabezas nació en Salt, municipio está situado junto a la ciudad de Girona, el 4 de julio de 1956, siendo el más pequeño de una familia de siete hermanos. Sus tres hermanos mayores jugaban al fútbol, por lo que, ya desde niño, surgió en él la ilusión de ser futbolista. A lo ocho años ingresó en el club de Coma i Cross, donde jugó hasta los doce, pasando después al Salt, donde permanece hasta los 18, destacando por sus prestaciones como defensa central o líbero. Es entonces cuando los ojeadores del Valencia deciden incorporarlo al Mestalla.

En el filial del Valencia jugó cuatro temporadas, con una cesión entre medias al Ontinyent. Su capacidad de recuperación y salida rápida del balón, acompañada de una visión de juego llamativa para su posición, hicieron que Pasieguito le promocionara al primer equipo y se lo llevara a Atocha, donde debutó en Primera el 29 de abril de 1979 contra la Real Sociedad. Jugó después la Copa, siendo titular contra el Alavés y en las semifinales contra el Valladolid.

La temporada 1979-1980 comenzó de forma muy prometedora para él. Disputó la pretemporada entera con el primer equipo y fue titular en los primeros partidos de Liga y Recopa, pero en su mejor momento, la mala fortuna se cebó con él. El 18 de octubre de 1979, Dani sufrió una terrible lesión durante un partido de entrenamiento. En un desafortunado choque con Manzanedo, se fracturó la tibia y el peroné. Para más desgracia, una infección gangrenosa complicó aún más su recuperación. Tuvo alguna aparición esporádica en partidos amistosos, y volvió a jugar en Primera el 20 de diciembre de 1981 contra el Sevilla, pero no llegó a recuperar las condiciones que le llevaron al primer equipo

En el verano de 1982, Dani Cabezas fue traspasado al Espanyol, donde jugó 10 partidos en Primera en las dos temporadas en las que permaneció en el club blanquiazul. Finalizada la temporada 1983-1984, decidió poner punto y final a su carrera deportiva y colgó las botas a los 27 años de edad.