Horacio Herrero nació en Necochea, ciudad argentina ubicada en la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires. Inició su carrera en Vélez Sarsfield, pero pronto emigró a México, donde estuvo jugando en los equipos de Orizaba y Moctezuma. Llegó al Valencia con 27 años, en la temporada 1947-1948, convirtiéndose en el primer extranjero en llegar a Mestalla desde la finalización de la Guerra Civil. Se trataba de un centrocampista diestro que jugaba por banda, y jugaba con una gorra característica, como años antes había hecho Bertolí.

En su primera campaña jugó principalmente en el Mestalla, y únicamente participó en un amistoso contra el Oporto, en el que pese a impresionar a los aficionados por su técnica y visión de juego, Pasarín decidió que sería más valioso en el equipo filial. En 1948 Quincoces lo recuperó para formar junto a Puchades la primera línea media de la WM. Formaron una buena pareja, y fue la línea más regular de una temporada en la que Horacio jugó 22 partidos de Liga y 2 de Copa.

Pese a su buen rendimiento, no renovó al finalizar el contrato, y aceptó una importante oferta del Racing de Santander, donde jugó a buen nivel durante tres temporadas y contribuyó al ascenso a Primera División en 1950. Su puesto en el Valencia fue ocupado por Santacatalina con muy buen resultado, por lo que no se le echó de menos.