Ficha de partido
Valencia CF
1 - 1
Real Madrid
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Quique Flores
21'
Chendo
40'
Descanso
45'
José Miguel TorresPaco Camarasa
63'
LlorenteButragueño
63'
Hugo Sánchez
65'
Eloy OlayaAsist: Fernando Gómez
67'
Schuster
72'
Eloy Olaya
77'
Nando MartínezQuique Flores
81'
SolanaHugo Sánchez
84'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Madrid
Records vs Real Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (28 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)
Crónica
Lleno absoluto en el Luis Casanova, unos 48 mil espectadores. Recaudación récord en la historia del club, 67.900.000 pesetas. Noche fresca, con lluvia intermitente y mucho viento. Fernando y Chendo fueron los capitanes. El Valencia sacó seis córners, por cuatro el Real Madrid. Pitó Ramos Marcos, salmantino. Amonestó a Quíque, Eloy, Chendo y Schuster. Durante la primera mitad, sufrió un tirón en el gemelo de la pierna izquierda que retrasó el inicio de la segunda mitad en 10 minutos. Posteriormente se resintió y tuvo que ser atendido en la banda. Acabó como pudo, casi cojo, y con gestos de dolor. De moviola una decisión suya: un presunto penalty de Nando a Michel (84 minutos), aunque bien es cierto que estaba cerca de la jugada y mandó continuar el juego. Le perdonó la expulsión a Schuster, que había visto previamente una cartulina amarilla, tras una falta clamorosa sobre Arroyo.
Goles: 0-1, minuto 65. Pase de Martín Vázquez en profundidad a Míchel que corta Arias, lo que descoloca a Ochotorena, que sólo alcanza a tocar con la mano derecha dejando el balón a Hugo Sánchez, que remata placer. 1-1, minuto 67. Centro de Toni desde la derecha, Penev baja el balón de cabeza, Fernando remata defectuosamente y Eloy, entrando desde atrás, machaca el empate.
Hugo Sánchez consiguió otro golito más en su loca carrera en pos de pulverizar todos los récords del fútbol español y, además, permitió que el Real Madrid superara una dificilísima salida en la otra carrera que ocupa a los merengues: la revalidación del título de Liga, la más importante. Eloy Olaya, otro amigo de la red que volvía al equipo tras su sanción, quiso que las cosas quedaran en empate para que todos se fueran contentos de un Luis Casanova a reventar.
Tablas, igualada, empate. Lo mismo que en el Camp Nou... pero qué distinto. Valencianos y madrileños brindaron anoche un partido trepidante en el que hubo absolutamente de todo. Hasta un enfado del mexicano con Toshack cuando lo cambió por Solana para amarrar el 1-1, resultado que no le valía a Hugo por lo visto, pero sí a su entrenador. Anécdota al margen, la verdad es que vimos un auténtico partido de fútbol, con todos los ingredientes que el espectador más apasionado podría exigir cada jornada. Hubo emoción, nervios, igualdad, un toma y daca magnífico, un par de goles en un par de minutos para que el climax de locura alcanzara su mayor nivel y, sobre todo, auténtico afán de victoria entre un Valencia decididamente metido entre los más grandes y un Real Madrid orgulloso de su condición de líder y con mentalidad suficiente para arremangarse y pelear a lo obrero noventa minutos ciertamente complicados.
Esos apuros le llegaron muy pronto al Real porque el Valencia jugó unos quince minutos iniciales primorosos, con Fernando moviendo muy bien el balón, con vocación ofensiva y con Penev pudiendo siempre con Hierro, pero sin remate. Sólo el búlgaro, y desviado, a los 12 minutos, probó a sorprender a Buyo, al que poco le faltó regalar la diana cuando no atenazó el balón tras el saque de un córner y despistó incluso a Toni, que no esperaba el error y no supo empujar la bola hasta la red, como era lo más fácil.
La presión valencianista cesó sin embargo cuando el Real le apretó las clavijas en el centro del campo. Eso parece que asustó al banquillo local, pues inmediatamente los blancos se batieron en retirada hasta el punto en que Martín Vázquez, sobre el descanso, remató al poste y heló la sangre de la afición valencianista. Antes, Arias le había dado al balón con la mano dentro del área y hubo un instante de inquietud, que Ramos despejó con gestos ostensibles de que la acción había sido fortuita y que siguiera el juego.
El pase de Schuster a posiciones más ofensivas, de vuelta tras el intermedio, fue una muestra inequívoca de que el Real salía a ganar. Al mando de un Arias magnífico (solo erró en el gol), el Valencia, sin embargo, aguantó la salida del rival y a los nueve minutos Toni falló una clara ocasión, jugada que levantó el ánimo che, cuyos hombres se volvieron a estirar en ataque. Cuando eso sucedía una y otra vez, surgió el inevitable Sánchez y el Real tomó ventaja.
Pero sucedió otro imprevisto, que en el momento en que el Valencia parecía más tocado empató Eloy, y por poco revienta el viejo y entrañable Mestalla. El Real, entonces, se achicó. Pareció como si sus hombres solo tuvieran un deseo, mandar el balón lo más lejos posible y reforzar sus opciones de empate. Paco Llorente suplió a Butragueño, pase, y luego Solana a Hugo. Eso ya demostró que en el Camp Nou se había acabado lo que se daba y que a Toshack este otro empate sí que le iba bien. Toni, a quien para el final, solito, solo, remató fatal una gran jugada que él inició y que continuaron Penev y Fernando. Fue el penúltimo flirteo con el gol. El último lo puso Míchel, que fue derribado por Nando en lo que pareció penalty a muchos, pero no a Ramos Marco, que era lo único importante.
Empate justo, en fín. Y con un interrogante ya imposible de despejar. ¿Qué hubiera pasado si el Valencia llega a maniobrar con menos respeto hacia el Real Madrid? Podría contestar Espárrago.
Goles: 0-1, minuto 65. Pase de Martín Vázquez en profundidad a Míchel que corta Arias, lo que descoloca a Ochotorena, que sólo alcanza a tocar con la mano derecha dejando el balón a Hugo Sánchez, que remata placer. 1-1, minuto 67. Centro de Toni desde la derecha, Penev baja el balón de cabeza, Fernando remata defectuosamente y Eloy, entrando desde atrás, machaca el empate.
Hugo Sánchez consiguió otro golito más en su loca carrera en pos de pulverizar todos los récords del fútbol español y, además, permitió que el Real Madrid superara una dificilísima salida en la otra carrera que ocupa a los merengues: la revalidación del título de Liga, la más importante. Eloy Olaya, otro amigo de la red que volvía al equipo tras su sanción, quiso que las cosas quedaran en empate para que todos se fueran contentos de un Luis Casanova a reventar.
Tablas, igualada, empate. Lo mismo que en el Camp Nou... pero qué distinto. Valencianos y madrileños brindaron anoche un partido trepidante en el que hubo absolutamente de todo. Hasta un enfado del mexicano con Toshack cuando lo cambió por Solana para amarrar el 1-1, resultado que no le valía a Hugo por lo visto, pero sí a su entrenador. Anécdota al margen, la verdad es que vimos un auténtico partido de fútbol, con todos los ingredientes que el espectador más apasionado podría exigir cada jornada. Hubo emoción, nervios, igualdad, un toma y daca magnífico, un par de goles en un par de minutos para que el climax de locura alcanzara su mayor nivel y, sobre todo, auténtico afán de victoria entre un Valencia decididamente metido entre los más grandes y un Real Madrid orgulloso de su condición de líder y con mentalidad suficiente para arremangarse y pelear a lo obrero noventa minutos ciertamente complicados.
Esos apuros le llegaron muy pronto al Real porque el Valencia jugó unos quince minutos iniciales primorosos, con Fernando moviendo muy bien el balón, con vocación ofensiva y con Penev pudiendo siempre con Hierro, pero sin remate. Sólo el búlgaro, y desviado, a los 12 minutos, probó a sorprender a Buyo, al que poco le faltó regalar la diana cuando no atenazó el balón tras el saque de un córner y despistó incluso a Toni, que no esperaba el error y no supo empujar la bola hasta la red, como era lo más fácil.
La presión valencianista cesó sin embargo cuando el Real le apretó las clavijas en el centro del campo. Eso parece que asustó al banquillo local, pues inmediatamente los blancos se batieron en retirada hasta el punto en que Martín Vázquez, sobre el descanso, remató al poste y heló la sangre de la afición valencianista. Antes, Arias le había dado al balón con la mano dentro del área y hubo un instante de inquietud, que Ramos despejó con gestos ostensibles de que la acción había sido fortuita y que siguiera el juego.
El pase de Schuster a posiciones más ofensivas, de vuelta tras el intermedio, fue una muestra inequívoca de que el Real salía a ganar. Al mando de un Arias magnífico (solo erró en el gol), el Valencia, sin embargo, aguantó la salida del rival y a los nueve minutos Toni falló una clara ocasión, jugada que levantó el ánimo che, cuyos hombres se volvieron a estirar en ataque. Cuando eso sucedía una y otra vez, surgió el inevitable Sánchez y el Real tomó ventaja.
Pero sucedió otro imprevisto, que en el momento en que el Valencia parecía más tocado empató Eloy, y por poco revienta el viejo y entrañable Mestalla. El Real, entonces, se achicó. Pareció como si sus hombres solo tuvieran un deseo, mandar el balón lo más lejos posible y reforzar sus opciones de empate. Paco Llorente suplió a Butragueño, pase, y luego Solana a Hugo. Eso ya demostró que en el Camp Nou se había acabado lo que se daba y que a Toshack este otro empate sí que le iba bien. Toni, a quien para el final, solito, solo, remató fatal una gran jugada que él inició y que continuaron Penev y Fernando. Fue el penúltimo flirteo con el gol. El último lo puso Míchel, que fue derribado por Nando en lo que pareció penalty a muchos, pero no a Ramos Marco, que era lo único importante.
Empate justo, en fín. Y con un interrogante ya imposible de despejar. ¿Qué hubiera pasado si el Valencia llega a maniobrar con menos respeto hacia el Real Madrid? Podría contestar Espárrago.