Ficha de partido
Real Madrid
0 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
6
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Miguel Ángel Adorno
8'
Grosso
37'
Descanso
45'
Enrique Claramunt IIQuino Sierra
73'
Aníbal PérezFrancisco Vidagany
80'
Juan Cruz Sol
88'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Madrid
Records vs Real Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (28 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)
Crónica
Otro lleno completo en Chamarín. Noche calurosa y terreno en buenas condiciones. Por lesiones de Amancio, repetidas víctima de Antón y de Adorno, se paró el juego, aunque sin saltar al terreno las asistencias. El Valencia lucía camiseta roja con franja bianca vertical.
El Valencia nadó y guardó la ropa, logrando su clasificación para la final de la Copa del Generalísimo tras empatar sin goles en el partido de vuelta disputado en el Santigo Bernabéu. Los inconsistentes ataques merengues se estrellaron una y otra vez con la defensa che. El Madrid mereció, por lo menos, igualar la semifinal, pero no le ayudó la suerte porque ocasiones para marcar se sucedieron en la meta valencianista. Y pese a la gran defensa de los hombres de Mestalla, momentos hubo en que solamente la casualidad permitió que el balón no traspasara la linea de la meta defendida por Meléndez. Los esfuerzos blancos se esrellaron ante la barrera enemiga, a la que en este aspecto hay que rendir el merecido elogio.
Pero quizá la razón principal es que el Madrid no utilizó la ventaja que en el actual fútbol se ofrece a los equipos, y en especial a los entrenadores, de los reglamentarios cambios de jugadores. Ignoramos las razones que habrá tenido el preparador madridista para no utilizarlos esta noche en su equipo, a la vista del fallo de algunos titulares de su equipo. El caso es que pensamos que tal vez Grande no hubiera sido la solución al Madrid de esta noche, pero si aseguraríamos que lo hubiera sido González, tras sus últimas actuaciones. Esta quizá haya sido una de las causas, si no la principal si de las más importantes, de que el Madrid no haya terminado vencedor del Valencia.
La otra —anterior porque fue casi coincidente con la iniciación del encuentro— fue que el Madrid quedó contagiado por el equipo levantino en su juego lento y reiterativo. Prendido en las redes del conjunto de Di Stéfano, no supo salir de ellas en ningún momento. Especialmente en los centrocampistas falto esa punta de velocidad acostumbrada en el equipo de Chamartín, y de ello se vio favorecido el Valencia.
Jugó éste sólo a ratos, pero en las ocasiones de contraataque en que se internó por el campo madridista dio muestras de la peligrosidad de alguno de sus jugadores, espe cialmente del ala izquierda oriunda, con un Adorno al que le va a maravilla el juego lento de su equipo y no digamos nada el del contrario cuando sucede lo de hoy.
En resumen, puede hacerse la crítica rápida de este partido y de los dos equipos en acción señalando que el encuentro ha tenido emoción pero sin calidad de juego, lo que suele ser ya costumbre cuando actúa el Valencia; que el Madrid actuó nervioso y lento, sin profundidad en el ataque, abusando excesivamente del envío de balones elevados con ventaja para el enemigo defensor; y que el Valencia hizo el juego que le convenía, primero de contención y después de pérdida de tiempo.
Reconozcamos que hubo varias ocasiones seguidas de gol ante Meléndez cuando el Madrid, desmelenado, se lanzó contra su puerta en busca del tanto que igualara el resultado del primer encuentro. Ocasiones que, incomprensiblemente, no terminaban en lo que se esperaba. Quizá la última de ellas fue un centropase de Amancio que, en fallo garrafal de Martínez, se encontró Pirri a dos pasos de la puerta para empujar la pelote pero ya fuera. No habrá final madrileña. Y así el Atlético de Madrid, que dejó en la cuneta al de Bilbao, más difícilmente de lo que se esperaba, se enfrentará al Valencia. Por ello su clasificación para la Recopa se pone en peligro. Y su titulo de campeón de España tanto más, porque el Valencia tan copero como el once blanquirrojo del Manzanares será tan difícil para él como lo ha sido hoy para el Madrid. Con una sola diferencia: que el Valencia no podrá limitarse a defenderse porque el sábado necesitará marcar un gol por lo menos pare ganar, y para marcar ese gol tendrá que atacar, lo que esta noche no hizo.
El Valencia nadó y guardó la ropa, logrando su clasificación para la final de la Copa del Generalísimo tras empatar sin goles en el partido de vuelta disputado en el Santigo Bernabéu. Los inconsistentes ataques merengues se estrellaron una y otra vez con la defensa che. El Madrid mereció, por lo menos, igualar la semifinal, pero no le ayudó la suerte porque ocasiones para marcar se sucedieron en la meta valencianista. Y pese a la gran defensa de los hombres de Mestalla, momentos hubo en que solamente la casualidad permitió que el balón no traspasara la linea de la meta defendida por Meléndez. Los esfuerzos blancos se esrellaron ante la barrera enemiga, a la que en este aspecto hay que rendir el merecido elogio.
Pero quizá la razón principal es que el Madrid no utilizó la ventaja que en el actual fútbol se ofrece a los equipos, y en especial a los entrenadores, de los reglamentarios cambios de jugadores. Ignoramos las razones que habrá tenido el preparador madridista para no utilizarlos esta noche en su equipo, a la vista del fallo de algunos titulares de su equipo. El caso es que pensamos que tal vez Grande no hubiera sido la solución al Madrid de esta noche, pero si aseguraríamos que lo hubiera sido González, tras sus últimas actuaciones. Esta quizá haya sido una de las causas, si no la principal si de las más importantes, de que el Madrid no haya terminado vencedor del Valencia.
La otra —anterior porque fue casi coincidente con la iniciación del encuentro— fue que el Madrid quedó contagiado por el equipo levantino en su juego lento y reiterativo. Prendido en las redes del conjunto de Di Stéfano, no supo salir de ellas en ningún momento. Especialmente en los centrocampistas falto esa punta de velocidad acostumbrada en el equipo de Chamartín, y de ello se vio favorecido el Valencia.
Jugó éste sólo a ratos, pero en las ocasiones de contraataque en que se internó por el campo madridista dio muestras de la peligrosidad de alguno de sus jugadores, espe cialmente del ala izquierda oriunda, con un Adorno al que le va a maravilla el juego lento de su equipo y no digamos nada el del contrario cuando sucede lo de hoy.
En resumen, puede hacerse la crítica rápida de este partido y de los dos equipos en acción señalando que el encuentro ha tenido emoción pero sin calidad de juego, lo que suele ser ya costumbre cuando actúa el Valencia; que el Madrid actuó nervioso y lento, sin profundidad en el ataque, abusando excesivamente del envío de balones elevados con ventaja para el enemigo defensor; y que el Valencia hizo el juego que le convenía, primero de contención y después de pérdida de tiempo.
Reconozcamos que hubo varias ocasiones seguidas de gol ante Meléndez cuando el Madrid, desmelenado, se lanzó contra su puerta en busca del tanto que igualara el resultado del primer encuentro. Ocasiones que, incomprensiblemente, no terminaban en lo que se esperaba. Quizá la última de ellas fue un centropase de Amancio que, en fallo garrafal de Martínez, se encontró Pirri a dos pasos de la puerta para empujar la pelote pero ya fuera. No habrá final madrileña. Y así el Atlético de Madrid, que dejó en la cuneta al de Bilbao, más difícilmente de lo que se esperaba, se enfrentará al Valencia. Por ello su clasificación para la Recopa se pone en peligro. Y su titulo de campeón de España tanto más, porque el Valencia tan copero como el once blanquirrojo del Manzanares será tan difícil para él como lo ha sido hoy para el Madrid. Con una sola diferencia: que el Valencia no podrá limitarse a defenderse porque el sábado necesitará marcar un gol por lo menos pare ganar, y para marcar ese gol tendrá que atacar, lo que esta noche no hizo.