Ficha de partido
RCD Mallorca
3 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
4
7
8
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Haro
23'
Descanso
45'
Haro
58'
Navarro
67'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: RCD Mallorca
Records vs RCD Mallorca
Máximo goleador: Silvestre Igoa (7 goles)
Goleador rival: Ninguno
Más partidos: Santi Cañizares (18 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (07.05.1950)
Mayor derrota: 0 - 4 (19.02.1961)
Más repetido: 1-0 (11 veces)
Crónica
Buena reaparición tuvo José Luís Saco al frente del Mallorca. El equipo que venció con tanta claridad como justicia al Valencia por tres goles a cero, en nada recordaba al que quince días antes se dejaba arrebatar un punto por el Tenerife, y hace tres semanas perdía escandalosamente ante el Español. El Mallorca, pareció ayer de nuevo el de principio de temporada, el mismo del año pasado cuando lo dirigía el mismo Saco y que tantas esperanzas hizo concebir a los aficionados isleños. El primer tiempo acabó con sólo ventaja mínima del Mallorca, pero fue, sin embargo, en este periodo inicial, cuando el equipo local inclinó casi definitivamente el partido a su favor.
Resistió y fue superando poco a poco el brioso arranque valenciano que perdió una clara oportunidad de marcar, al chutar Coll muy alto en perfecta posición. Y paso a paso, consiguió ser dominador sobre el campo, tejiendo jugadas primorosas y sembrando constantes peligros ante el mareo de Goyo. Acabó como ya dijimos, 1-0 el primer tiempo, pero por juego y por justicia, el resultado tuvo que ser más amplio. Lo pudo ser, de no haberse equivocado Zariquiegui, al anular por fuera de juego un gol que Forteza logró magníficamente.
Y así fue porque en el segundo tiempo, las virtudes apuntadas continuan intactas. Durante 20 minutos largos, el Mallorca siguió ofreciendo su mejor juego, superando netamente al Valencia y redondeando el triunfo que en el minuto 21 tenía ya con el resultado definitivo. Conseguido el 3-0, el Mallorca aflojó en su fuerte tren un poco por ansia de comodidad y otro poco porque algunos jugadores acusaban ya el esfuerzo de una hora larga, jugando con absoluta entrega y plausible coraje. Se niveló entonces un poco el partido, aunque sin dar nunca una sola facilidad los defensas mallorquinistas, y entonces, pudo el Valencia, con algo de suerte, haber conseguido algún gol en dos soberbios disparos de Núñez y Coll, que se estrellaron en la madera, estando Zamora batido. De todas maneras, tal y como queda apuntado, es muy justo el triunfo mallorquín, incluso en la diferencia de goles, pues si el Valencia pudo haber marcado, también es cierto que el Mallorca debió ver como subía al marcador el gol que consiguiera Forteza en el minuto 44 del primer tiempo, y que el árbitro anuló por supuesto fuera de juego.
El Mallorca, no ligó un juego absolutamente perfecto, pero tuvo la gran baza de la combatividad y del entusiasmo a su favor, superando en este aspecto a los valencianistas. Zamora actuó sin un fallo toda la tarde, brillaron las individualidades de Arque en el centro de la zaga, anulando por competo a Waldo, y del delantero Navarro, éste hasta que se agotó. Por el Valencia, no cabe hacer distingos; todos completaron un trabajo mediocre, mostrándose escasamente combativos y dejándose adelantar siempre de la acción.
Zariquiegui, tuvo errores escasos, pero no tantos; por ello su labor no puede ser calificada de buena, dado estos grandes lunares que empañan un trabajo que pudo ser correcto. A los 22 minutos del primer tiempo, se marcó el gol que inauguraba el marcador. Lo consiguió Haro, al rematar una buena jugada de Navarro y Oviédo, por su ala. El mismo Haro, a los 13 minutos de la segunda parte, marcaba otra vez de magnífico disparo raso. Y a los 21, establecía Navarro el resultado defnitivo, al rematar a placer completamente desmarcado ante Goyo, un servicio de Haro.
Excelente entrada en el Luis Sitjar, y aplausos muy cordiales antes y después del partido para el entrenador Saco, que de nuevo ocupa el cargo que, según ahora se dice por la isla, nunca debió abandonar.
Resistió y fue superando poco a poco el brioso arranque valenciano que perdió una clara oportunidad de marcar, al chutar Coll muy alto en perfecta posición. Y paso a paso, consiguió ser dominador sobre el campo, tejiendo jugadas primorosas y sembrando constantes peligros ante el mareo de Goyo. Acabó como ya dijimos, 1-0 el primer tiempo, pero por juego y por justicia, el resultado tuvo que ser más amplio. Lo pudo ser, de no haberse equivocado Zariquiegui, al anular por fuera de juego un gol que Forteza logró magníficamente.
Y así fue porque en el segundo tiempo, las virtudes apuntadas continuan intactas. Durante 20 minutos largos, el Mallorca siguió ofreciendo su mejor juego, superando netamente al Valencia y redondeando el triunfo que en el minuto 21 tenía ya con el resultado definitivo. Conseguido el 3-0, el Mallorca aflojó en su fuerte tren un poco por ansia de comodidad y otro poco porque algunos jugadores acusaban ya el esfuerzo de una hora larga, jugando con absoluta entrega y plausible coraje. Se niveló entonces un poco el partido, aunque sin dar nunca una sola facilidad los defensas mallorquinistas, y entonces, pudo el Valencia, con algo de suerte, haber conseguido algún gol en dos soberbios disparos de Núñez y Coll, que se estrellaron en la madera, estando Zamora batido. De todas maneras, tal y como queda apuntado, es muy justo el triunfo mallorquín, incluso en la diferencia de goles, pues si el Valencia pudo haber marcado, también es cierto que el Mallorca debió ver como subía al marcador el gol que consiguiera Forteza en el minuto 44 del primer tiempo, y que el árbitro anuló por supuesto fuera de juego.
El Mallorca, no ligó un juego absolutamente perfecto, pero tuvo la gran baza de la combatividad y del entusiasmo a su favor, superando en este aspecto a los valencianistas. Zamora actuó sin un fallo toda la tarde, brillaron las individualidades de Arque en el centro de la zaga, anulando por competo a Waldo, y del delantero Navarro, éste hasta que se agotó. Por el Valencia, no cabe hacer distingos; todos completaron un trabajo mediocre, mostrándose escasamente combativos y dejándose adelantar siempre de la acción.
Zariquiegui, tuvo errores escasos, pero no tantos; por ello su labor no puede ser calificada de buena, dado estos grandes lunares que empañan un trabajo que pudo ser correcto. A los 22 minutos del primer tiempo, se marcó el gol que inauguraba el marcador. Lo consiguió Haro, al rematar una buena jugada de Navarro y Oviédo, por su ala. El mismo Haro, a los 13 minutos de la segunda parte, marcaba otra vez de magnífico disparo raso. Y a los 21, establecía Navarro el resultado defnitivo, al rematar a placer completamente desmarcado ante Goyo, un servicio de Haro.
Excelente entrada en el Luis Sitjar, y aplausos muy cordiales antes y después del partido para el entrenador Saco, que de nuevo ocupa el cargo que, según ahora se dice por la isla, nunca debió abandonar.