Ficha de partido
Valencia CF
0 - 1
Real Madrid
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Puskas
39'
Descanso
45'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Madrid
Records vs Real Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (28 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)
Crónica
Esta noche se ha dado uno de los grandes contrastes que nos ofrece el fútbol con frecuencia. El Valencia, dominando al Madrid a lo largo del partido, y con más intensidad durante la primera parte, ha perdido por un gol a cero, conseguido en el minuto 39 por Puskas, al ejecutar una falta con que fue sancionado el Valencia. Es cierto que el Valencia ha tenido desgracia, porque de su parte estuvieron el mayor número de remates y también el dominio territorial, ejercido incluso con cierta intensidad en algunos períodos del primer tiempo. Sin embargo, el Madrid, que ha jugado con más serenidad. con más aplomo, con más sentrdO, sobre todo, por lo que respecta a su delantero Puskas, ha conseguido un triunfo que le será muy discutido pero que, en el fondo ha merecido, por poseer en sus filas un jugador capaz de decidir la contienda en una acción aislada.
Mestalla ha registrado uno de sus grandes llenos, si bien parece que el papel no se ha agotado, quedando algunas tribunas por vender. Se calculan en unos 60.000 espectadores los que han presenciado el partido. Desde el primer momento el Madrid actuó con un juego suelto, a base de retrasar a Del Sol en ayuda de los medios y de la zaga, al propio tiempo que adelantaba al volante Vidal para que, en ocasiones, apoyara al ataque. Simonsson, que no ha entusiasmado al público, aunque tampoco le ha defraudado, ha actuado en una labor constante de ayuda a las dos alas y de enlace con los medios, mientras que Puskas quedaba siempre delante con el gatillo alzado, dispuesto a aprovechar cualquier balón que llegara hasta él para provocar una ocasión de peligro. Gento brilló por su ausencia, aun cuando brillara mucho más Herrera, muy bien sujeto por Mestre. Así, pues, en el Madrid, la peligrosidad constante de Puskas, con el trabajo poco brillante, pero muy efectivo de Del Sol, eran las características con que se movía su línea de ataque. mientras que en la zaga, estupendamente dirigida por Santamaría, actuaban con una serenidad y confianza grandes, con un Vicente que se ha mostrado muy firme en su puesto.
En cambio el Valencia se lanzó desde el primer momento a un ataque desenfrenado, bombeando excesivamente los balones, de forma que facilitaban la labor defensiva del Madrid. Además, el Valencia ha vuelto otra vez a estar ausente de la acción eficacísima que los extremos tuvieron el dia del Sevilla. Mañó, pese a su valentía y desbordante voluntad, apenas ha jugado una pelota a derechas, y Joel, que centró bastantes balones, todos ellos fueron bombeados, de manera que apenas pudieron aprovecharse por sus compañeros, sin contar las veces que, por tener los dos abandonados sus puestos, perdieron infinidad de entregas. Roberto tuvo en sus pies infinidad de ocasiones de victoria. Puede que a lo largo del partido lanzara de 10 a 15 remates, pero todos ellos sin picardia, desde lejos y señalando la trayectoria que había de seguir la pelota. Paredes, muy aislado, tuvo también unas cuantas ocasiones, pero tan sólo en una de ellas hubo realmente peligro. Sin embargo, en la segunda parte la jugada de más emoción, y en la que el Valencia tuvo el tanto más a su alcance, se produjo en el minuto 26, con ocasión de un centro de Joel que Mañó remató. La pelota echó corta, yendo a parar a Castelló quien, de cabeza, la estrelló contra el travesaño para que, finalmente, un defensa madridista la enviara a córner.
El único gol de la noche lo marcó Puskas en el minuto 29. La jugada se produjo como consecuencia de un avance del mismo que Sócrates cortó en falta. Este saque indirecto lo ejecutó desde fuera del área, previa la formación de la correspondiente barrera por parte de los defensores valencianos. Gento toco la pelota, entregándola a Puskas quien, con su maestría inigualable la colocó estupendamente junto al mismo palo izquierdo de la portería valenciana.
Durante el primer tiempo el Valencia forzó ocho saques de esquina por dos tan sólo el Madrid. En la segunda parte el Valencia sacó cuatro más, por uno el Madrid. Digamos, para final, que el árbitro vizcaíno señor Ortiz de Mendívil ha dirigido el partido con buen sentido y bastante imparcialidad.
Mestalla ha registrado uno de sus grandes llenos, si bien parece que el papel no se ha agotado, quedando algunas tribunas por vender. Se calculan en unos 60.000 espectadores los que han presenciado el partido. Desde el primer momento el Madrid actuó con un juego suelto, a base de retrasar a Del Sol en ayuda de los medios y de la zaga, al propio tiempo que adelantaba al volante Vidal para que, en ocasiones, apoyara al ataque. Simonsson, que no ha entusiasmado al público, aunque tampoco le ha defraudado, ha actuado en una labor constante de ayuda a las dos alas y de enlace con los medios, mientras que Puskas quedaba siempre delante con el gatillo alzado, dispuesto a aprovechar cualquier balón que llegara hasta él para provocar una ocasión de peligro. Gento brilló por su ausencia, aun cuando brillara mucho más Herrera, muy bien sujeto por Mestre. Así, pues, en el Madrid, la peligrosidad constante de Puskas, con el trabajo poco brillante, pero muy efectivo de Del Sol, eran las características con que se movía su línea de ataque. mientras que en la zaga, estupendamente dirigida por Santamaría, actuaban con una serenidad y confianza grandes, con un Vicente que se ha mostrado muy firme en su puesto.
En cambio el Valencia se lanzó desde el primer momento a un ataque desenfrenado, bombeando excesivamente los balones, de forma que facilitaban la labor defensiva del Madrid. Además, el Valencia ha vuelto otra vez a estar ausente de la acción eficacísima que los extremos tuvieron el dia del Sevilla. Mañó, pese a su valentía y desbordante voluntad, apenas ha jugado una pelota a derechas, y Joel, que centró bastantes balones, todos ellos fueron bombeados, de manera que apenas pudieron aprovecharse por sus compañeros, sin contar las veces que, por tener los dos abandonados sus puestos, perdieron infinidad de entregas. Roberto tuvo en sus pies infinidad de ocasiones de victoria. Puede que a lo largo del partido lanzara de 10 a 15 remates, pero todos ellos sin picardia, desde lejos y señalando la trayectoria que había de seguir la pelota. Paredes, muy aislado, tuvo también unas cuantas ocasiones, pero tan sólo en una de ellas hubo realmente peligro. Sin embargo, en la segunda parte la jugada de más emoción, y en la que el Valencia tuvo el tanto más a su alcance, se produjo en el minuto 26, con ocasión de un centro de Joel que Mañó remató. La pelota echó corta, yendo a parar a Castelló quien, de cabeza, la estrelló contra el travesaño para que, finalmente, un defensa madridista la enviara a córner.
El único gol de la noche lo marcó Puskas en el minuto 29. La jugada se produjo como consecuencia de un avance del mismo que Sócrates cortó en falta. Este saque indirecto lo ejecutó desde fuera del área, previa la formación de la correspondiente barrera por parte de los defensores valencianos. Gento toco la pelota, entregándola a Puskas quien, con su maestría inigualable la colocó estupendamente junto al mismo palo izquierdo de la portería valenciana.
Durante el primer tiempo el Valencia forzó ocho saques de esquina por dos tan sólo el Madrid. En la segunda parte el Valencia sacó cuatro más, por uno el Madrid. Digamos, para final, que el árbitro vizcaíno señor Ortiz de Mendívil ha dirigido el partido con buen sentido y bastante imparcialidad.