Ficha de partido: 16.12.1956: Valencia CF 3 - 1 Celta de Vigo

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
3 - 1
Celta de Vigo
Celta de Vigo

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Vicente Iborra
12'
Vicente SeguíAsist: Esteban Areta
25'
Descanso
45'
Alberto PláAsist: Basilio Padrón
79'
Gausi
80'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Celta de Vigo

Records vs Celta de Vigo

Máximo goleador: Mundo Suárez (23 goles)
Goleador rival: Hermida (9 goles)
Mayor victoria: 7 - 0 (28.04.1946)
Mayor derrota: 1 - 5 (17.12.1950)
Más repetido: 1-1 (21 veces)

Crónica

El Celta siempre ha sido un adversario peligroso para el Valencia, incluso en Mestalla. En más de una ocasión se marchó con uno o los dos puntos, y hoy el partido tenía para el Valencia cierta importancia, no sólo por la reacción operada en el equipo con su empate en Zaragoza, sino también porque tenía la presentación oficial de dos nuevos elementos procedentes del Mestalla: la de Doménech, el volante, y la de Iborra, el delantero centro. El resultado de estas pruebas, todavía es pronto para fijarlo de una manera cierta; los dos poseen clase, lo han demostrado esta tarde, tal como se les apreciaba cuando actuaban en el Mestalla, pero a los dos les falta madurez que, sin duda, adquirirán a medida que vayan jugando partidos. Pero, hoy por hoy, tal vez sea prematura esta inclusión de Doménech e Ibarra en las filas del Valencia. Más aún la de Doménech, que ha de suplir a un elemento como Pasieguito, cuya veteranía y cuya competencia están probadas. No tanto la inclusión de Iborra que, en realidad, no tiene competidor firme en el puesto de delantero centro. Hoy han jugado los dos, como todo el Valencia, una magnífica primera parte. Todo el equipo se desenvolvió muy bien, se superó en el juego, se impuso la clase a la potencia del Celta, cuya zaga se empleaba barriendo materialmente su campo. Todo el equipo realizó jugadas magníficas y la delantera, bien llevada por Iborra, con dos interiores y dos volantes que enlazaban magníficamente bien, formando un buen «cuadro mágico», se impusieron al Celta y se adelantaron con dos goles en el marcador; los que a lo largo del partido habían de valerle para asegurar su triunfo.

Pero llegó el segundo tiempo. Los volantes del Valencia se hundieron, no sabemos si porque Doménech no pudo resistir el empuje del Celta o porque Puchades no puede tampoco con los partidos en que se juega rápido; y la movilidad de la delantera gallega era mucha para sus piernas. No sabemos, tampoco, porque los interiores no enlazaron ni batallaron como en la primera parte lo habían hecho. El caso es que, en el segundo tiempo, el Celta se impuso netamente, mandó sobre el campo, y si no consiguió más que un gol para atenuar el 3-0 que ya señalaba en el marcador, no fué por falta de mérito. Por eso hay que conceptuar como justa la victoria del Valencia; pero, en cambio el Celta merecía haberla atenuado con un gol más.

Por el Valencia gustó la actuación del portero, que sigue muy valiente; gracias a esta cualidad evitó un par de tantos cuando menos. En cambio, el que le marcó el Celta fué por bastante culpa de Mestres que ha tenido esta tarde su día gris, fallando incluso balones claros suyos; los dos extremos gallegos le llevaron materialmente de cabeza por su movilidad. Sendra, en cambio, ha sido el más firme puntal de la zaga, recibiendo una buena colaboración de Quincoces. En la línea media, los dos triunfaron en el primer tiempo, hundiéndose en el segundo. Puchades sigue manteniéndoSe en buena forma, pero no cabe duda que es ponerle a prueba tener que jugar cada domingo con la fe y el entusiasmo que él lo suele hacer. Doménech ha mostrado buen estilo. Cumple bien su cometido pero no es posible juzgarle por este solo encuentro y más habiendo quedado tan borrado en la segunda parte.

En la delantera Padrón ha tenido un triunfo destacado; su labor como extremo ha sido realmente notable, sobre todo cuando actuó como tal, pues creemos que se le ha exigido excesiva tarea haciéndole bajar en defensa de los medios y hasta de la zaga; labor que es poco excesiva para sus facultades, sobre todo si con ello tiene que dejar abandonado su puesto de extremo. Seguí ha marcado un gol magnifico, confirmando el buen momento en que se encuentra. Ha destacado por su gran peligrosidad y por la buena concepción que tiene en las jugadas. Iborra tiene buen temple, chuta con seguridad y pasa muy bien el balón. Rubricó su tarde con un magnifico gol. El resto del quinteto atacante muy bien en el primer tiempo, pero apagados en el segundo.

El Celta ha realizado un buen partido; la base de su conjunto ha sido la potencia de su defensa y la movilidad de sus delanteros. Los volantes trabajaron firmemente, sobre todo atendiendo la defensa de su puerta. El ataque ha realizado un partido verdaderamente notable. Lo único que puede decírseles en contra es su parquedad en los remates a gol. Los prodigan poco, tirando desde gran distancia. Los dos extremos poseen una velocidad desconcertante y con sus constantes permutaciones desorientan a la defensa adversaria. De los interiores, Gauxi es el más inteligente y Cerdá, con su gran fondo es el «motor» del equipo. Mauro no pudo con Sendra, tiene mucha movilidad, pero casi siempre intentó meterse por el centro; pero allí estaba el de Sueca cerrándole el paso.

Han habido dos goles en el primer tiempo y otros dos en el segundo; los de la primera parte, favorables al Valencia, el primero lo consiguió Iborra, a los doce minutos y al rematar una entrega de Puchades. Iborra tiró con mucha puntería al poste contrario, contra el cual se estrelló la pelota antes de entrar. A los veinticuatro minutos, consecuencia de una zancadilla de Arranz a Padrón, Areta lanzó un golpe franco, entregando en corto a Seguí, el cual cruzó el balón por el lado lado contrario, desorientando a Adauto, que no pudo impedir el gol.

En el segundo tiempo el Celta reaccionó de una forma clara, presionando cada vez más. Los volantes del Valencia cedían terreno y al no recibir ayuda de los interiores, eran los zagueros los que se imponían sobre el campo. A los treinta minutos, Torres sirvió un balón a Mauro, que se adelantó con la pelota, colocándola dentro del marco valenciano, pero el árbitro había señalado un fuera de juego inexistente, anulando el gol. A los treinta y cuatro minutos, en un avance del Valencia, iniciado por Puchades y con la colaboración de Padrón, éste adelantó la pelota a Pla, quien cruzó el tercer gol del Valencia, gol que realmente no respondía al juego, que entonces estaba desarrollando sobre el terreno. Pero un minuto después, en réplica inmediata del Celta, su delantera avanzó, Mestre falló, Goyo salió a destiempo y Gauxi tiró bien a puerta, obteniendo el único gol para su equipo. De esta manera se mantuvo el interés del partido, pero ya el resultado permaneció inalterable hasta el final.

Dirigió el encuentro el colegiado vizcaíno Gómez Arribas, que repartió errores entre ambos equipos, perjudicándoles en la misma proporción.