Ficha de partido: 08.01.1956: Real Madrid 1 - 0 Valencia CF

Estadio



Nombre: Santiago Bernabéu
Aforo: 85.454 espectadores
Ubicación: Madrid (Madrid) 
Inauguración: 14/12/1947

Rival: Real Madrid

Records vs Real Madrid

Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)

Crónica

A la terminación del encuentro de esta tarde en Chamartin, una tremenda duda nos asaltaba. La victoria madridista, bien conseguida, justa, y aun menor que la merecida, ¿se hubiera logrado lo mismo de haber contado el Valencia con su formación completa? Es indudable que el equipo de Mestalla completo hubiera buscado por todos los medios el anular esa minima ventaja blanca conseguida a poco de iniciarse el juego lanzandose a la ofensiva. Con un jugador menos, con un delantero menos, se cortó en flor tocía la iniciativa levantina y el Valencia, superado así por su contrario numéricamente, se limitó a defenderse, buscando (logrando) que su meta no fuera más batida y contentándose con la mínima derrota que no da brillantez a sus vencedores, aunque si los dos puntos en litigió.

El Madrid ha tenido suerte en este encuentro; la tuvo cuando a poco de comenzar el partido marcó el que sería único tanto de la contienda, y siguio teniéndola cuando en el encontronazo Muñoz-Fuertes, al cuarto de hora de juego, fue el «che» el lesionado y no su capitán, para seguir teniéndola en la importancia de la lesión que mantuvo al voluntarioso Fuertes alejado del terreno de juego por el resto del partido, impidiendo así, como es clásico en el fútbol, que pudiera el renqueante lesionado, desde un extremo, marcar su gol, el tanto que suelen lograr en tales casos los jugadores allí olvidados y al parecer nulos.

Con un tanto a su favor en el marcador y con un jugador más en el campo el Madrid, el partido estaba ya casi decidido. Sólo cabía la posibilidad de que el once valenciano, pese a su inferioridad numérica, se lanzara en busca del tanto que le diera el empate para despues cerrarse en una defensa heroica. En la duda de que este juego le diera en lugar del empate deseado una fuerte derrota, prefirió dedicarse a mantener su puerta sin ser batido más, jugandose así también el que podía haberlo sido, y mucho, si no hubiera contado con un Timor en una tarde magnífica de aciertos. Creemos que el Valencia hubiera ganado mas presentando batalla al Madrid que no dejandO que este batallara.

Lo cierto es que el Madrid mandó en amo y señor en el centro del campo y hasta en buena parte del terreno valencianista. Munoz y Zárraga, con un hombre menos enfrente que cubrir, pudieron dedicarse simultáneamente al ataque y la delantera blanca se vió mucho y bien servida. Pero este servicio no fué lo aprovechado que cabia esperar. Se empeñó la delantera madrileña una vez más en atacar por el centro y esta fórmula la aprovechó bien el Valencia porque facilitaba su labor defensiva, Castaños y Gento tuvieron pocos balones y fué una lástima porque esos pocos los supieron aprovechar. Pero el trío argentino insistió en sus entregas y en su juego dentro del área. Quizás sin Timor enfrente, y más sin el Timor de hoy, su juego hubiera resultado prolífico en goles. Pero el meta de Mestalla actuó con un acierto extraordinario y gracias puede dar el Madeid a la intervención del poste en la jugada, que fué único gol, porque sin él, quizás Se hubiera registrado el reparto de puntos, resultado, insistimos, que no hubiera sido justo.

El Madrid mereció la victoria. Su juego no brilló como contra el Partizan (los partidos de Campeonato Nacional no suelen ser de buen juego) ni puso en acción la táctica debida para lograr ur éxito franco, y dominio, contra el Valencia. Pero sus hombres se pusieron en acción, sino aciertos algunos en la forma de juqar, si entusiasmo y codicia que les faltaba en los anteriores encuentros ligueros. Meta y zagueros poco tuvieron que hacer, puesto que sus contrarios, sólo en los primeros quince minutos completos, al actuar defensivamente tras la retirada de Fuertes inquietaron escasamente por el terreno blanco. Wilkes y Mañó, en pocas ocaSiones llegaron hasta los dominios de Alonso. Muy bien los dos medios, aunque con la ventaja ya anotada. Y del ataque, excelente Di Stefano, burlando el marcaje de Magriñán, que en otra ocasion triunfó a su vez y de manera definitiva frente a la «saeta rubia», muy buenos Olsen y Castaños y cumplidores Rial y Gento.

Ya nos hemos ocupado del mejor valenciano. Timor fué el héroe del partido. Sin él bajo el larguero del marco «che», los de Iturraspe hubieran registrado una fuerte derrota. Salvo tres o cuatro tantos cantados y en su actuación tuvo más que suerte, porque en él vimos colocación, serenidad, reflejos... Los defensas, muy bien, mejor Quincoces que sus compañeros, aunque algo duros, especialmente Socrates. Regulares los medios, aunque Magriñán estuviera muy por bajo de aquella famosa jornada. Zagueros y medios se dedicaron a restar como fuera, a estorbar como fuera y anular como fuera a sus contrarios. En tal acción tuvieron tambén la colaboración de los jugadores numerados como delanteros, Sendra (8) y Seguí (11). Los únicos delanteros como tales, Wilke y Mañó, al lesionarse Fuertes, poco podían hacer y poco hicieron. En sus contadas intervenciones fueron fácilmente anulados por la zaga blanca.

La actuación arbitral de Arqué, sólo regular. No tuvo dificultades el partido y quizá haya únicamente que reprocharle el que concediera el penalty que al final del encuentro le hicieron a Olsen, convirtiendo dicha falta en saque indirecto que no tuvo consecuencias. El único gol del partido se marcó a los dos minutos y segundos de hacerse iniciado el juego. Una «dejada» de Di Stefano permitió a Rial lanzar un buen disparo a más de veinte metros de distancia del marco, el balonazo pegó en el poste contrario, haciendo inútil la estirada del mcta valenciano.