Ficha de partido: 31.01.1937: FC Barcelona 3 - 2 Valencia CF

Ficha de partido

FC Barcelona
FC Barcelona
3 - 2
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Vantoldrá
5'
José Vilanova
44'
Descanso
45'
José Richart
52'
Vantoldrá
65'
Escolá
80'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Les Corts
Aforo: 60.000 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 20/05/1922 (Demolido en 1966)

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

Se inició la Liga. Y con un Barcelona - Valencia. Pedir más hubiese sido, realmente, gollería. Hubo emoción, hubo interés, hubo un resultado que se mantuvo indeciso hasta los últimos instantes del encuentro, y hubo, también, lo que es de lamentar, unos incidentes que dicen poco de la cultura de unos espectadores, de la corrección de unos jugadores y de la energía de un árbitro. Todo un encuentro de competición oficial. Un encuentro que nos dejó entrever que esta Liga, precisamente por contar sólo con ocho concursantes y por ser ellos ampliamente conocidos de nuestros aficionados, puede hacernos olvidar la kilométrica Liga de antaño, por lo menos en lo que se refiere a apasionado interés.

De entrada, hubo unos momentos de gran emoción, que culminan en un fuerte ataque a la meta de Urquiaga, que Rafa logra salvar "in extremis". El susto ha sido de órdago, pero, a los poco minutos (cinco hacía que había empezado el partido) el Barcelona logró tranquilizar los ánimos de sus partidarios, al lograr el primer tanto de la tarde, al rematar Vantoldrá un buen centro de Pagés, mandándolo a las malas.

Poco después, Zabalo se luce en un buen tiro, y, algo más tarde, un disparo grande de Escolá da ocasión a Antolín para que haga una de las mejores paradas de la temporada. También Juan Ramón, se luce en una intervención grande, cuando el tiro parecía inminente y el goal seguro. El Valencia presiona y un minuto antes de que llegue el descanso, Vilanova se hace con el balón, se cuela por entre la defensa y, desde cerca, burla la salida de Urquiaga, mandando el cuero al lado contrario. Con el empate marchan los equipos al vestuario y nos queda a nosotros la promesa de un segundo tiempo de verdadera emoción.

No nos salieron fallidos los cálculos: el juego se hizo rápidamente movido e interesante, con alternativas varias hasta que el Valencia fué afirmándose, y a los siete minutos, después de un persistente atacue, logró un córner que, tirado por Doménech, dió el cuero a vilanova, quien cedió el balón a Richart, largando éste un gran disparo, a la media vuelta, que mandó el cuero al fondo de la red, dando ventaja a los valencianos.

Ocurría esto a los siete minutos de juego y durante un rato, pareció que el Valencia iba a mandar en el campo, sin que fuese obstáculo para que se registrara un liazo grande en la meta de Antolín, barullo que se resolvió de verdadera casualidad, pues el goal fue inminente en repetidas ocasiones. A los veinte minutos, atacó de nuevo el Barcelona, con gran empuje y una pelota bombeada, de Balmanya, puso el cuero sobre el marco, entraron Juan Ramón y Vantolrá a por ella, pero el delantero barcelonista le ganó la mano al back del Valencia y el cuero fué a la red, logrando el segundo empate.

Un encontronazo entre Balmanya y Goiburu fué el clarín de batalla que desencadenó una serie de cosas fesas, que tuvieron como a principal promotor al medio barcelonista, sin que Mallorquí diera muestras de enterarse. Poco después, en un rápido avance azulgrana, Vantolrá entró a por uvas y Juan RAmón lo tendió de una entrada verdaderamente dura. Hubo invasión del campo, lío a gran orquesta y demás. Se suspendió el partido unos minutos, hasta que, nuevamente en danza el balón, el Barcelona, en una gran jugada de Pagés, que sirvió el balón limpio a Escolá, éste logró el mejor tanto de la tarde, y, con él, la victoria para el Barcelona. El partido, decidido definitivamente, no dio más de sí y, al final, los ánimos calmados ya, los incidentes no se repitieron.