Ficha de partido: 16.06.1999: Real Madrid 2 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

Real Madrid
Real Madrid
2 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Morientes
8'
Miroslav Djukic
9'
Alain Roche
16'
Luis Milla
27'
RojasRubio
31'
Rubio
36'
Descanso
45'
Gabriel PopescuLuis Milla
45'
MijatovicMorientes
45'
Juanfran García
53'
GutiOgjenovic
56'
Mijatovic (Pen.)
63'
Miguel Ángel SoriaAmedeo Carboni
65'
Jaime
68'
Claudio LópezAdrian Ilie
80'
Claudio LópezAsist: Santi Cañizares
85'
Rojas
88'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Santiago Bernabéu
Aforo: 85.454 espectadores
Ubicación: Madrid (Madrid) 
Inauguración: 14/12/1947

Rival: Real Madrid

Records vs Real Madrid

Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)

Crónica

Era imposible. Una utopía inalcanzable para el Real Madrid, una pesadilla lejana para el Valencia. El 6-0 de la ida sepultó emociones, clausuró sorpresas y convirtió el partido de ayer en una cita surrealista y extraña. El Madrid conquistó un triunfo que lo acercó a la dignidad tan desgajada en la infamante última semana. El Valencia pasó el trámite con una actuación descolorida, propia de un equipo descargado de tensión y recostado en un mullido colchón de seis goles y toneladas de tranquilidad.

El Bernabéu no fue un cementerio. En contra de lo esperado, los precios rebajados y la apertura de puertas revistieron las gradas con un calor agradecido por los jugadores del descreído Toshack. Hubo un punto de locura en la parafernalia inicial. El Madrid se arrancó con coraje, empujó a su rival y buscó la imposible locura de aquellas remontadas de los 80. La pequeña farsa organizada en torno a la resurrección del miedo escénico encontró sentido cuando a los siete minutos llegó el 1-0, la promesa de una noche fértil y milagrera. Roberto Carlos habilitó a Savio, el extremo avanzó unos metros y templó con clase para que la cabeza de Morientes amenazase a Cañizares con la sombra fantasmal de Gasperoni, el portero de San Marino.

El madridismo presente creyó en el 7-0, la cuadratura del círculo, los Reyes Magos y la bondad universal. El Valencia, con una desgana alarmante, sembró esa ilusión. Defendió mal, se quitó el balón de encima sin estilo ni buenas maneras y se limitó a dejar pasar el tiempo. La acumulación de hombres atrás, unos gramos de dureza para que ningún rival se recreciera, y la insistencia acertada en el fuera de juego le bastaron para atar en corto a un adversario limitado pero siempre en busca de la honra perdida. Con Rubio y Tena como inédita pareja de centrales y con varios meritorios por encima de su medida habitual, como el voluntarioso Jaime, el Madrid se armó para firmar un partido presentable. Empujó a su rival, intentó tocar con cierto criterio, se agrupó en torno a Redondo y picó a la defensa valencianista con la profundidad de Savio, un jugador imprescindible por mucho que Toshack insista con Balic y demás inventos.

El Madrid rozó el segundo antes del descanso, sembró una fe inverosímil en la grada y, al menos, luchó por morir de pie. Tras el descanso, el Valencia siguió recostado en el sofá, sumido en una siesta perpetua y relajante. Un penalti cometido sobre Savio, el mejor, condujo al 2-0. Mijatovic, sustituto del lesionado Morientes, convocó de nuevo la ilusión efímera. Ni siquiera los cambios tácticos de Toshack, que empezó con doble pivote y acabó con Redondo como único eje, y que insistió en su política de cientos de cambios de posición sobre la marcha, transformaron la realidad. El Valencia durmió el partido y Claudio López, a última hora, maquilló la derrota de un finalista tranquilo que llegó a Madrid con todos sus billetes en la mano.