El Valencia se adjudicó la III edición del Trofeo Agrupación de Peñas Valencianistas tras empatar a un gol con el Racing de Santander y superarle en los lanzamientos de penalty, donde decidió finalmente el disparo de Juanfran y la posterior parada de Campagnuolo. Alzira disfrutó con el Valencia en este torneo y se llenó el Luis Suñer en jornada en que la Agrupación de Peñas ingresó algo más de seis millones de pesetas.

La presencia de Romario fue sin duda determinante, aunque la afición de La Ribera se había volcado con el Valencia. Sin embargo, el brasileño tiene un gran tirón y, aunque en el partido estuvo en la línea que acostumbra, sin excesiva movilidad pero siempre con la caña preparada, los aficionados disfrutaron con él y recibió fuertes ovaciones. En la segunda parte, cuando fue sustituido Zubizarreta, Romario lució la capitanía de un equipo que no fue brillante, pero enfrente tuvo a uno de los conjuntos que esta temporada será adversario en la Liga que, del mismo modo que Valdano, trabaja en su conjunción.

Valdano presentó de forma inicial el equipo que en teoría parte como titular, si no para la temporada sí para el Trofeo Naranja. Un bloque muy ofensivo por la presencia de jugadores en la zona de atrás que arroparon perfectamente a Romario y Claudio López; es decir, Ortega, Farinós, Anglomá, Saib e incluso Juanfran.

El Valencia buscaba a Romario desde el primer instante. El equipo giraba en torno al astro brasileño y consiguió llevar el balón en acciones de mucho interés al área defendida por Ceballos, siempre que encontraban al mundialista en acciones a balón raso. Sin embargo, el equipo perdió demasiadas oportunidades al abusar del pase por alto, dándole con ello la ventaja al rival, un equipo que jugó a la contra y que en esa tarea demostró mucha velocidad y complicó varias veces la existencia a los de Valdano.

Durante el primer tiempo, la posesión del balón fue para el Valencia. El sistema de cuatro en línea ejercía una intensa presión sin dejar pensar al rival, con Milla como pivote por delante y luego un bloque de cuatro hombres formado por Farinós, Ortega, Saib y Claudio López, este último un poco más adelantado y alternando su posición a derecha e izquierda mientras Romario permanecía delante, siempre con el gatillo a punto y cuando no, ofreciendo el balón al compañero.

En la segunda parte, el juego siguió con la misma tónica, con mayor dominio del Valencia y con la incorporación de Vlaovic en el tramo final hubo varias opciones para haber roto la igualada, si bien la más clara la tuvo Albelda en el minuto 41, aunque Ceballos la despidió a córner.