Ficha de partido
RCD Mallorca
2 - 3
Valencia CF
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Higuera
4'
Luis García
35'
Hassan
40'
Descanso
45'
Fernando GómezPedro Alcañiz
45'
Hassan
60'
Rabah Madjer
63'
Carlos ArroyoMiguel Ángel Bossio
65'
TrobbianiNadal
68'
Nando MartínezAsist: Quique Flores
70'
Fernando GómezAsist: Carlos Arroyo
80'
MagdalenoHiguera
89'
Rabah Madjer
89'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: RCD Mallorca
Records vs RCD Mallorca
Máximo goleador: Silvestre Igoa (7 goles)
Goleador rival: Ninguno
Más partidos: Santi Cañizares (18 partidos)
Mayor victoria: 8 - 0 (07.05.1950)
Mayor derrota: 0 - 4 (19.02.1961)
Más repetido: 1-0 (11 veces)
Crónica
Unos 18.000 espectadores en el Luis Sitjar en una tarde de temperatura agradable y recibieron a su equipo con una gran ovación. Ezaki y Madjer se saludaron en los prolegómenos del encuentro, y fueron inmortalizados para la posteridad. Los chicos del Gol Sur le dedicaron al Valencia el consabido cántico de "A segunda, a segunda”, e instaron a Llorente a eliminar a Madjer con la frase "Julio mátalo". Actuaron como capitanes Orejuela y Arias. El Mallorca botó cuatro saques de esquina, por cinco el Valencia. Arbitró Andújar Oliver. Nefasto, sencillamente horroroso. Empezó más o menos bien, pero después debió sufrir un síndrome de ausencia de protagonismo y se obsesionó en caer gordo a un equipo y a otro. El colegiado andaluz anuló un gol legal a Orejuela, se tragó un penalty clarisimo en la segunda parte al mismo jugador, otro de Bernal a Quique Flores, finalmente concedió un gol al Mallorca, el segundo, en claro fuera de juego. Total, un desastre. Mostró tarjetas amarillas a Luis García y Madjer, y roja directa a Hassan por dar un codazo a un rival.
Goles: Minuto 5. Pase largo de Hassan a Higuera, que intenta desviar. Falla el defensa valencianista y el balón queda muerto en el área rematando el propio Higuera: 1-0. Minuto 40. Excelente jugada personal de Higuera que se escabulle de dos contarios y pasa el esférico a Hassan que marca: 2-0. Minuto 68. Nando hace la pared con Madjer, perfecta, y el primero bate a Ezaki: 2-1. Minuto 80. Fernando recibe un balón de Arroyo y aprovechando un fallo de García Cortés, marca: 2-2. Minuto 91. Otro error de la defensa mallorquinista, y Madjer no perdona: 2-3.
Qué triste, de verdad, qué triste. Hay veces en que el cronista se ve obligado por las circunstancias a dedicar sus dos escasos folios a hechos y personas que nada tienen que ver con el espectáculo futbolístico. El Luis Sitiar se convirtió ayer, por méritos ajenos, en el estadio más deprimente de toda la Primera División. Un señor vestido de negro quiso ser protagonista de un match de guante blanco y a fe que lo consiguió bastante más tarde un jugador, Hassan, le arrebató el primer papel de la película al señor Andújar y acabó en la caseta y con los nervios de todos sus compañeros alterados. Hasta ese momento, Mallorca y Valencia habían capeado el temporal arbitral como habían podido, y los rojillos, con su 2-0, parecían tenerlo todo claro y meridiano. Pero el delantero marroquí, en pleno cruce de cables, se ganó la cartulina roja y dejó a sus compañero esn inferioridad de condiciones y de moral. Di Stéfano listo como un zorro, se desgañitó desde el banquillo y sus chicos, espaciando líneas, consiguieron la proeza, marcar tres goles en algo más de 20 minutos. El último, firmado por Madjer. Alá estuvo con él y abandonó a su suerte a Ezaki y al temperamental Hassan. Lo que bien empezó para el Mallorca, mal acabó. Esta ha sido, sin lugar a dudas, la derrota más triste del equipo de un brujo más triste aún.
Como suele suceder casi siempre los protagonistas de la tarde iniciaron la misma con sus mejores deseos. Y ya no digamos la afición mallorquinista que agradeció a los cielos la presencia de Madjer en Palma y su exquisitez futbolística. El respetable vibró con el primer gol de un Higuera incomensurable y luchador toda la tarde y también con una segunda diana de Hassan, que tranquilizaba a los de Serra y hundía al Valencia en la miseria. Andújar Oliver (nos cuesta, en serio, calificarle de trencilla) hacía su propia guerra fastidiando a unos y a otros. Pero ganaban los de casa y todos, menos el rival, estaban contentos. Los mallorquinistas, sus dos goles, se iban animando aunque recibieron algún aviso levantino sin mayores consecuencias. Luis García salvó un gol que casi se cantaba y se llegó al descanso con la alegría de la victoria momentánea y la pequeña satisfacción de que, por lo menos un domingo, se había visto un poquitín de fútbol, que ya tocaba. Pero como dijo Joan Manuel Serrat, "El Sur también existe" y el andaluz Andújar, el argelino Madjer y el marroquí Hassan quisieron demostrarlo de la única manera que sabían. Rodaba el minuto 14 de la segunda mitad y ocurrió lo inesperado. Una falta al borde del área favorable al Mallorca y al señor Faddil le entra la ventolera y le suelta un puñetazo a un contrario que no pasa desapercibido al colegiado. Tarjeta roja y mosqueo monumental entre los compañeros del que, según cuentan, está ultimamete de lo más chuleta con eso de que en Italia le quieren tan bien.
Cuatro minutos después, Orejuela era objeto de penalty que el hombre de negro obvia y es aquí cuando empezó el Cristo a padecer y Alá a ofrecerle la mano al Valencia y a sus mejores hombres en el campo. Nando acortó distancias, Fernando empató el encuentro y el galáctico Madjer se escapó por una vez de su absorbente marcador, Julio Llorente, y firmó el gol de la victoria en tiempo de descuento. El Valencia, con superioridad numérica lo fue todo en la segunda parte, mientras que los rojillos eran una sombra desfigurada. Ni la voluntad de Trobiani, ni la oportunidad de Magdaleno consiguieron descafeinar a los de Di Stéfano, mientras Hassan ya se había duchado y huido a la desesperada del Luis Sitjar.
Goles: Minuto 5. Pase largo de Hassan a Higuera, que intenta desviar. Falla el defensa valencianista y el balón queda muerto en el área rematando el propio Higuera: 1-0. Minuto 40. Excelente jugada personal de Higuera que se escabulle de dos contarios y pasa el esférico a Hassan que marca: 2-0. Minuto 68. Nando hace la pared con Madjer, perfecta, y el primero bate a Ezaki: 2-1. Minuto 80. Fernando recibe un balón de Arroyo y aprovechando un fallo de García Cortés, marca: 2-2. Minuto 91. Otro error de la defensa mallorquinista, y Madjer no perdona: 2-3.
Qué triste, de verdad, qué triste. Hay veces en que el cronista se ve obligado por las circunstancias a dedicar sus dos escasos folios a hechos y personas que nada tienen que ver con el espectáculo futbolístico. El Luis Sitiar se convirtió ayer, por méritos ajenos, en el estadio más deprimente de toda la Primera División. Un señor vestido de negro quiso ser protagonista de un match de guante blanco y a fe que lo consiguió bastante más tarde un jugador, Hassan, le arrebató el primer papel de la película al señor Andújar y acabó en la caseta y con los nervios de todos sus compañeros alterados. Hasta ese momento, Mallorca y Valencia habían capeado el temporal arbitral como habían podido, y los rojillos, con su 2-0, parecían tenerlo todo claro y meridiano. Pero el delantero marroquí, en pleno cruce de cables, se ganó la cartulina roja y dejó a sus compañero esn inferioridad de condiciones y de moral. Di Stéfano listo como un zorro, se desgañitó desde el banquillo y sus chicos, espaciando líneas, consiguieron la proeza, marcar tres goles en algo más de 20 minutos. El último, firmado por Madjer. Alá estuvo con él y abandonó a su suerte a Ezaki y al temperamental Hassan. Lo que bien empezó para el Mallorca, mal acabó. Esta ha sido, sin lugar a dudas, la derrota más triste del equipo de un brujo más triste aún.
Como suele suceder casi siempre los protagonistas de la tarde iniciaron la misma con sus mejores deseos. Y ya no digamos la afición mallorquinista que agradeció a los cielos la presencia de Madjer en Palma y su exquisitez futbolística. El respetable vibró con el primer gol de un Higuera incomensurable y luchador toda la tarde y también con una segunda diana de Hassan, que tranquilizaba a los de Serra y hundía al Valencia en la miseria. Andújar Oliver (nos cuesta, en serio, calificarle de trencilla) hacía su propia guerra fastidiando a unos y a otros. Pero ganaban los de casa y todos, menos el rival, estaban contentos. Los mallorquinistas, sus dos goles, se iban animando aunque recibieron algún aviso levantino sin mayores consecuencias. Luis García salvó un gol que casi se cantaba y se llegó al descanso con la alegría de la victoria momentánea y la pequeña satisfacción de que, por lo menos un domingo, se había visto un poquitín de fútbol, que ya tocaba. Pero como dijo Joan Manuel Serrat, "El Sur también existe" y el andaluz Andújar, el argelino Madjer y el marroquí Hassan quisieron demostrarlo de la única manera que sabían. Rodaba el minuto 14 de la segunda mitad y ocurrió lo inesperado. Una falta al borde del área favorable al Mallorca y al señor Faddil le entra la ventolera y le suelta un puñetazo a un contrario que no pasa desapercibido al colegiado. Tarjeta roja y mosqueo monumental entre los compañeros del que, según cuentan, está ultimamete de lo más chuleta con eso de que en Italia le quieren tan bien.
Cuatro minutos después, Orejuela era objeto de penalty que el hombre de negro obvia y es aquí cuando empezó el Cristo a padecer y Alá a ofrecerle la mano al Valencia y a sus mejores hombres en el campo. Nando acortó distancias, Fernando empató el encuentro y el galáctico Madjer se escapó por una vez de su absorbente marcador, Julio Llorente, y firmó el gol de la victoria en tiempo de descuento. El Valencia, con superioridad numérica lo fue todo en la segunda parte, mientras que los rojillos eran una sombra desfigurada. Ni la voluntad de Trobiani, ni la oportunidad de Magdaleno consiguieron descafeinar a los de Di Stéfano, mientras Hassan ya se había duchado y huido a la desesperada del Luis Sitjar.