Ficha de partido: 20.10.2004: Valencia CF 1 - 5 Inter Milán

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
1 - 5
Inter Milán
Inter Milán

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Miguel Ángel Angulo
4'
Verón
5'
Descanso
45'
Javier ZanettiBurdisso
46'
Stankovic
47'
Vieri
49'
Curro Torres
50'
Bernardo CorradiMarco Caneira
66'
Pablo AimarAsist: Marco Di Vaio
73'
Van der MeydeVieri
75'
Van der Meyde
76'
Favalli
79'
Adriano
81'
Stefano FioreFrancisco Rufete
82'
CruzAdriano
83'
Amedeo Carboni
89'
Cruz
91'
Final del partido
92'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Inter Milán

Records vs Inter Milán

Máximo goleador: Pablo Aimar (2 goles)
Goleador rival: Christian Vieri (2 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (04.08.2013)
Mayor derrota: 1 - 5 (20.10.2004)
Más repetido: 0-1 (2 veces)

Crónica

El Valencia vivió ayer otra de esas noches que pasarán a formar parte de las páginas más negras de su historia. Más que una manita, el Inter le endosó un bofetón en toda la cara. El equipo italiano le dio un durísimo correctivo, todo un repaso vaya. Claudio Ranieri, que años ha disfrutaba de los cinco goles que su Nápoles le marcó al Valencia en Mestalla -con Fonseca en plan figura-, se encontró anoche con la horma de su zapato. El Inter de Mancini le pasó por encima como un camión, y le dejó prácticamente fuera de los octavos de final de la Liga de Campeones. La humillación, porque no se puede llamar de otra manera al que encaja cinco goles en 45 minutos, se gestó a partir de una falta de actitud del equipo tras el descanso. El Valencia no entró al campo con la concentración necesaria para jugársela ante un rival de las dimensiones del Inter, que ya había avisado de la potencia de su pegada en un par de acciones de la primera mitad, y encajó dos goles ante la pasividad de sus futbolistas. Fue un minuto fatídico, horribilis, que puso muy cuesta arriba el choque. Porque luego, pese al gol de Aimar, la posibilidad de reacción quedó en un suspiro, en el par de minutos que necesitó Van der Meyde para ejecutar al Valencia en el primer balón que tocó, y Adriano y Julio Cruz para llevar los pitos a la grada con dos nuevos tantos.

Aunque la goleada sucedió en una segunda mitad de cuyo video se puede aprender, tanto para bien -lo que hizo el Inter- como para mal -los continuos fallos del Valencia-, en la primera mitad ya se vio la diferencia entre el potencial de ambos equipos. Y, aunque cueste reconocerlo, el Valencia de hoy -21 de octubre de 2004- está muy por debajo del Inter. No sólo es una cuestión de la calidad individual de sus futbolistas -Adriano, Vieri y demás-m sino colectiva. El Valencia no es ni la mitad de equipo que la pasada temporada. En el día previo al encuentro, Claudio Ranieri afirmó que su Valencia era diferente al de Rafa Benítez, porque tras el primer gol se iba a por el segundo y el tercero, pero lo cierto es que ya lleva cuatro partidos sin lograr la victoria. Ayer, no marcó el primero y luego le marcaron el segundo tanto, sino que le marcaron dos goles en un par de errores defensivos, de esos que la pasada campaña no cometía, y luego sólo pudo soñar con la remontada durante un par de minutos tras el tanto de Aimar. Tras el tercer gol, el de Van der Meyde, el Valencia fue una caricatura. Se descompuso como hace mucho tiempo que no lo hacía. Y acabó dando una imagen penosa.

Aunque en la primera mitad el Valencia mostró una cara bien distinta, y ofreció resistencia a su rival, el equipo de Ranieri nunca dio sensación de poder resolver el partido. Su peligro era más ficticio que real, demasiado intermitente. Alguna acción de calidad de Aimar entre líneas, un remate de Di Vaio que sacó Fontana en una espectacular parada, pero nada más. En este primer tiempo, el Valencia cometió errores de ajustes en defensa, y en ataque nunca encontró la fórmula para mantener un estilo y un sistema definido. El equipo estuvo entre intermitente e impreciso en su línea de creación. Baraja trató de organizar con criterio, tuvo algunas acciones de mérito que justifican su posición en el campo, pero no encontró ningún amigo con el que asociarse. Ni pudo darle profundidad al grupo porque las bandas no le acompañaban, ni encontró soluciones en la delantera con Aimar demasiado alejado del área y Di Vaio excesivamente tapado por la defensa del Inter. Angulo y Rufete, que estaban llamados a asumir el protagonismo ofensivo ante un Inter que acumulaba demasiados jugadores por el centro, no tuvieron su noche. El Valencia, tampoco. Los dos interiores no fueron los únicos culpables de la goleada de anoche, sería injusto señalarlos a los dos con el dedo. La responsabilidad fue del colectivo. Y empieza por el banquillo, donde está el máximo responsable del equipo.