Dimitri Foulquier nació el 23 de marzo de 1993 en Sarcelles, Francia, aunque creció entre Francia y Guadalupe, ya que su familia tiene raíces en esta isla caribeña. Desde pequeño mostró aptitudes para el fútbol, comenzando a jugar en clubes locales de Guadalupe como el Capesterre Belle-Eau, antes de retornar a Francia cuando era adolescente y entrar en la academia del Rennes en 2007. En Rennes fue evolucionando desde categorías juveniles hasta llegar al primer equipo, destacándose por su físico, su capacidad para jugar como lateral derecho, pero también su polivalencia para adaptarse a otras posiciones defensivas.

En el Rennes debutó con el primer equipo en la Ligue 1, si bien sus primeras campañas estuvieron muy condicionadas a ganar experiencia. En 2013 dio el salto a España al firmar por el Granada CF, donde empezó a consolidarse como un futbolista fiable en la máxima categoría. Durante su etapa con los andaluces disputó casi cien partidos de liga, aportando no muchos goles, pero sí firmeza defensiva, algo que pedirían sus equipos posteriores.

Después de un paso breve difícil en Inglaterra con el Watford, incluyendo cesiones al Strasbourg y al Getafe, Foulquier regresó al Granada, primero cedido y luego en propiedad, para seguir siendo protagonista en la banda derecha y seguir sumando experiencia en LaLiga. En agosto de 2021 su trayectoria dio un nuevo giro cuando el Valencia CF lo fichó por una cifra rondando los 2,5 millones de euros, firmando un contrato de cuatro años. Su llegada a Mestalla fue recibida como la incorporación de un veterano con oficio, que podía aportar estabilidad defensiva, experiencia en LaLiga y polivalencia táctica.

Desde su debut con el Valencia, y pese a no ser inicialmente titular, Foulquier se convertió en uno de los jugadores más consistentes del club en su puesto. Las continuas lesiones del lateral titular, Thierry Correia, le permitieron disputar 29 partidos oficiales durante la temporada 2024-25, acumulando más de 3.000 minutos de juego y con capacidad para influir tanto en la defensa como en la presión al rival, siendo su principal contribución los duelos, intercepciones, recuperación en bandas y oficio en partidos exigentes.

Uno de los rasgos más destacados de Foulquier es su rendimiento defensivo. Según datos oficiales de Liga, es habitual que figure entre los jugadores que más interrumpen las jugadas ofensivas enemigas por partido, que más duelos individuales gana, o que tiene alto porcentaje en acciones aéreas. Su implicación y sacrificio defensivo le han valido el reconocimiento de la afición. Además, en junio de 2025 renovó su contrato con el club hasta junio de 2027, tras cuatro temporadas en Mestalla, demostrando no sólo su importancia para el cuerpo técnico sino también su compromiso con el proyecto y su deseo de seguir siendo parte esencial de la defensa valencianista.

Dentro de la historia del Valencia CF, Dimitri Foulquier representa al tipo de jugador veterano que, sin grandes focos ofensivos, se hace imprescindible por su constancia, fiabilidad y carácter en defensa. Su perfil —intenso, sacrificado, comprometido— lo ha convertido en un pilar para los entrenadores que han pasado por Mestalla últimamente, siendo una conducta ejemplar tanto dentro como fuera del terreno de juego.