José Balaguer, conocido futbolísticamente por todos los valencianistas como «Pep» Balaguer, nació en La Pobla de Vallbona y comenzó como portero del Paterna CF antes de llegar a las categorías inferiores del Valencia CF. Ya desde muy joven dio muestras de ser un guardameta de futuro y garantías. Seguro en los balones aéreos, se convertía en un líder en su área y organizaba a la defensa con rigor y mano firme. Debutó con el Mestalla en Segunda División a los 20 años, el 25 de septiembre de 1971, contra el Racing de Santander. No volvió hasta la jornada 13, pero fue para quedarse como titular. Acabó jugando 27 partidos, y sus buenas actuaciones le dieron el pasaporte al primer equipo.

Debutó con el primer equipo en Primera División en Granada, el 17 de septiembre de 1972, y se quedó durante nueve temporadas ininterrumpidas. En cinco de ellas participó en los onces iniciales de forma habitual, especialmente en la temporada 1974-1975, en la que la portería de Mestalla fue de su propiedad. Tuvo la mala suerte de una grave lesión por una fractura de cervicales en 1974, pero también el orgullo de llevar el brazalete de capitán en 1977. Tuvo partidos magníficos, como los del Trofeo de París de 1975, y partidos para olvidar, como el 6-1 en el Camp Nou el 28 de noviembre de 1976.

Como casi todos los jugadores que permanecieron tantos años ligados al Valencia, tuvo sus altibajos, pero Pep Balaguer nunca dejó de ser un hombre de club, que demostró su amor y sentimiento por el club, especialmente en sus años finales, en los que a pesar de no jugar apenas, se mantuvo firme en el equipo, aportando su experiencia y descartando la opción de buscar más oportunidades en otro equipo. Siempre quiso estar en el Valencia.

Tras retirarse del fútbol, quiso poner su experiencia y conocimiento al servicio del club, por lo que se unió al cuerpo técnico del equipo. Fue preparador de porteros y entrenador del Mestalla desde 1994 hasta 1997. Estuvo a punto de lograr el ascenso a Segunda con el filial en su primera campaña, pero una inoportuna derrota ante el Almería en casa en la última jornada le privó de lograr el objetivo. Después entrenó al Levante durante cuatro campañas, estando también cerca de lograr el ascenso a Primera, y posteriormente al Nàstic de Tarragona y Cartagena.