Extremo izquierdo del Stadium de Valencia, Calatayud se caracterizaba por su eléctrica velocidad, sus centros medidos al área y unas arrancadas que dejaban sentada a la defensa rival. Se había proclamado campeón local del grupo B al haber derrotado al España en la final disputada en febrero de 1924, y pese a que su posible fichaje recorrió los titulares de algunos periódicos valencianos, nunca llegó a pertenecer a la plantilla del club de Mestalla. Sin embargo, sí que fue alineado junto al once reserva del Valencia CF para disputar un partido amistoso en Mestalla contra el Real Murcia el 26 de mayo de 1924, algo que solía ser más que habitual en aquella época.