Conocido como «el xic d'Almenara», José Vicente Forment se crió en las categorías inferiores del Valencia CF hasta llegar al Mestalla en 1966, debutando en Segunda División con sólo 19 años de la mano del técnico madrileño José Manuel Llopis Fernández el 11 de septiembre de 1966 en Barcelona frente al Condal. Se mantuvo en el equipo filial hasta 1969, marcando 10 goles en un total de 50 partidos oficiales.

Finalizado el curso del 1969, marchó al Castellón en busca de oportunidades, y no le fue nada mal. En el club de La Plana, Forment marcó 11 goles en 31 partidos, convirtiéndose en uno de los mejores artilleros de la Segunda División, por lo que Alfredo Di Stéfano decidió traerle de vuelta para la triunfal Liga de la temporada 1970-1971. Ese año participó en 34 partidos oficiales y marcó ocho goles en Liga y cuatro en Copa, finalizando como máximo goleador del equipo en una campaña en la que se conquistó el título más por fortaleza defensiva que ofensiva. Pero en la memoria quedará por siempre el importantísimo gol que le marcó de cabeza al Celta, el 28 de marzo de 1971, en la jornada 27, y que impulsó al conjunto che a pelear por el título final.

La temporada siguiente la aportación de Forment al equipo fue menor, sobre todo por la recién fichada tripleta, Lico-Quino-Adorno, que le cerraba el puesto. Aun así terminó jugando 22 partidos de Liga y marcó 7 goles. Su punto de inflexión llegó el 17 de septiembre de 1973, cuando en un partido contra el Granada, Aguirre Suárez, conocido como «el terror de los tobillos», le rompió la pierna en el último minuto del encuentro. El argentino ni siquiera fue a visitarle al hospital, y Forment volvió a los terrenos de juego siete meses después, pero ya estaba lejos del delantero que Mestalla había disfrutado. Aguantó una temporada más, pero finalmente marchó al Villarreal antes de colgar las botas.