Nacido en Ribarroja, Salvador Martí ingresó muy joven a las categorías inferiores del Valencia CF. Su trayectoria como extremo derecho fue muy destacable, llegando a ser internacional con la selección juvenil y deslumbrando en un partido contra Inglaterra. Tal era su proyección, que Luis Miró le hizo debutar en Primera División a los 19 años, sin haber siquiera debutado con el Mestalla. Jugó tres partidos seguidos, contra Sporting de Gijón, Osasuna y Granada, e incluso le marcó un golazo a Eizaguirre en Pamplona tras regatear a tres defensas rivales.

Pese a su trepidante debut, todo se quedó en eso. No llegó a jugar un cuarto partido y sólo participó en un par de amistosos más hasta el final de la temporada. El cambio de entrenador no le beneficiaron, ya que Jacinto Quincoces pensó que Salvador ganaría experiencia con una cesión. Marchó en préstamo al Elche, donde jugó 9 partidos en Segunda División. Después regresó al Mestalla, pero una grave lesión de rodilla cortó su progresión de cuajo. Volvió con muchas ganas, pero el club le pidió una rebaja de la ficha para continuar, por lo que finalmente optó por abandonar el Valencia.

En 1961 jugó una temporada en Segunda con el Atlético Baleares, disputando 5 partidos. Posteriormente firmó por el Sabadell, donde consiguió asentarse y vivir sus mejores años en Primera División bajo las órdenes de Pasieguito. En 1967 fichó por el Lleida, club con el que vivió el descenso a Segunda División B.