Ficha de partido
Real Zaragoza
2 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Fernando Giner
9'
Franco
9'
Fernando Gómez
29'
Juliá
36'
Álvaro Cervera
41'
Descanso
45'
Higuera
45'
Tomás González
54'
Aragón
55'
GayPoyet
65'
José Manuel Sempere
67'
PardezaPenalty fallado
67'
Juan SánchezIgnacio Ibáñez
69'
Leonardo de AraujoCarlos Arroyo
69'
Lubo Penev
73'
LizarraldeNayim
81'
Pardeza
89'
Álvaro Cervera
89'
Tomás González
90'
Final del partido
91'
Estadio
Rival: Real Zaragoza
Records vs Real Zaragoza
Máximo goleador: Manuel Badenes (9 goles)
Goleador rival: Duca (6 goles)
Más partidos: Fernando Gómez (25 partidos)
Mayor victoria: 7 - 0 (14.02.1943)
Mayor derrota: 1 - 6 (19.04.1959)
Más repetido: 1-0 (13 veces)
Crónica
El Zaragoza jugó el mejor partido de la temporada. Esta contundente definición dice mucho más si se tiene en cuenta que enfrente estaba el Valencia, uno de los equipos más importantes de la liga cuando se habla de individualidades. Esta vez, el local se encontró con la victoria que se le venía negando desde el 7 de marzo cuando venció al Burgos en La Romareda. Sólo dos empates (ante la Real Sociedad y el Tenerife) dieron un poquito de luz en los últimos tres meses a un equipo que había despertado una expectación que ahora sólo pasa por su protagonismo en las semifinales de la Copa del Rey.
Precisamente, frente a su rival semifinalista, el Zaragoza se manejó perfectamente con el balón y el terreno de juego aprovechando al máximo el debút de Nayim en su vuelta al fútbol español. Nayim mostró parte de lo que le puede aportar al equipo de Víctor Fernández por el medio juego donde se entendió muy bien con Aragón y Franco mientras Higuera se encargó en todo momento de prender la luz de peligro para el arco de Sempere.
Desde la seguridad de Cedrún en la portería y de Aguado hasta la peligrosidad ya comentada de Higuera, el Zaragoza fue tejiendo una clara victoria ante un Valencia perdido y ayudado por los continuos errores del árbitro gallego Bello Blanco, quien (entre otras cosas) debió expulsar a Sempere por derribar como ultimo hombre a Solana cometiendole un penalty que él mismo se encargó de desviar ahogando un 3 a 0 que hubiera sido lapidario para el Valencia. Y por qué no justo.
Si el Zaragoza no marcó antes del primer gol de Higuera se debió a la seguridad de Sempere y a la clásica falta de definición de la escuadra local. Cuando en el arranque del complemento llegó el segundo gol local tras una hermosa jugada de Aragón (hizo otro gol para dejarlo en el recuerdo, como ante el Tenerife) pareció que todo se terminaba ahí, pero no fue tan así: de aquel penalty desviado por Sempere, el Valencia pasó a complicar y descontó a través de un rebote hecho grito de gol por Penev, a quien se le notó completamente solo, sin oportunidad para aprovechar su olfato de goleador. Pero, al final, todo quedó en un espasmo.
El Zaragoza se merecía mucho antes respirar una victoria con sabor a buen fútbol, que lo vuelve a poner en un plano superior cuando necesita imperiosamente encontrarse con una línea que le permita encarar de otra manera las semifinales de la Copa del Rey, pegar el salto y terminar con una sonrisa un año bastante triste. Hasta ahora, sueñan en La Romareda. Sólo el fútbol dará el veredicto.
Precisamente, frente a su rival semifinalista, el Zaragoza se manejó perfectamente con el balón y el terreno de juego aprovechando al máximo el debút de Nayim en su vuelta al fútbol español. Nayim mostró parte de lo que le puede aportar al equipo de Víctor Fernández por el medio juego donde se entendió muy bien con Aragón y Franco mientras Higuera se encargó en todo momento de prender la luz de peligro para el arco de Sempere.
Desde la seguridad de Cedrún en la portería y de Aguado hasta la peligrosidad ya comentada de Higuera, el Zaragoza fue tejiendo una clara victoria ante un Valencia perdido y ayudado por los continuos errores del árbitro gallego Bello Blanco, quien (entre otras cosas) debió expulsar a Sempere por derribar como ultimo hombre a Solana cometiendole un penalty que él mismo se encargó de desviar ahogando un 3 a 0 que hubiera sido lapidario para el Valencia. Y por qué no justo.
Si el Zaragoza no marcó antes del primer gol de Higuera se debió a la seguridad de Sempere y a la clásica falta de definición de la escuadra local. Cuando en el arranque del complemento llegó el segundo gol local tras una hermosa jugada de Aragón (hizo otro gol para dejarlo en el recuerdo, como ante el Tenerife) pareció que todo se terminaba ahí, pero no fue tan así: de aquel penalty desviado por Sempere, el Valencia pasó a complicar y descontó a través de un rebote hecho grito de gol por Penev, a quien se le notó completamente solo, sin oportunidad para aprovechar su olfato de goleador. Pero, al final, todo quedó en un espasmo.
El Zaragoza se merecía mucho antes respirar una victoria con sabor a buen fútbol, que lo vuelve a poner en un plano superior cuando necesita imperiosamente encontrarse con una línea que le permita encarar de otra manera las semifinales de la Copa del Rey, pegar el salto y terminar con una sonrisa un año bastante triste. Hasta ahora, sueñan en La Romareda. Sólo el fútbol dará el veredicto.