Ficha de partido
Real Betis
0 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
10
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Descanso
45'
Picolín Reig (Pen.)
65'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Betis
Records vs Real Betis
Máximo goleador: Arturo Montes (10 goles)
Goleador rival: Unamuno (6 goles)
Más partidos: Ricardo Arias (22 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (05.04.1931)
Mayor derrota: 0 - 4 (05.05.1985)
Más repetido: 2-1 (17 veces)
Crónica
Aun a trueque de que nuestra originalidad (si es que alguna tenemos) padezca, no nos queda otro remedio que repetir lo que por olvidado se calla: en el fútbol no hay lógica. Y si el aserto no estuviera bien probado, bastaría para el caso lo ocurrido en el encuentro Betis-Valencia acaecido el domingo en el terreno de los subcampeones andaluces. Sobre él saltaron los merengues valencianos, faltos de sus mejores elementos, con el ánimo hecho a perder y con el propósito de reducir la derrota a los términos mínimos.
En cambio el Betis puso su voluntad toda en la victoria, que, veleidosa, le volvió la espalda a pesar de que, a efecto del empuje del terceto intermedio, sólo se jugase, salvo rarísimas ocasiones, en el área de goal valencianista. Inconcebible fue que los béticos no llegaran a marcar estando el balón siempre saltando entre la defensa y el meta forasteros. En cambio, en una escapada de las contadas que realizaron los blancos. Aranda tuvo la ocurrencia de cortar con la mano, y el castigo consiguiente hubo de traducirse en el tatito que había de proclamar vencedores a los jugadores del equipo visitante, oficiando de rematador Picolín. Ilógico resultado. Una incongruencia más del fútbol.
Pero ésta no fué absoluta: hubo una razón, un motivo para que el Betis resultase derrotado, cual fue la indecisión de la tripleta central del adelante blanquiverde. Claro es que con el pelotón saltando persistentemente en el área de penalty debió ocurrir el tanto en cualquier bote extraño; en cualquier fallo de la defensa, sobre la que se jugó todo el partido. Pero ésta, lo mismo que Cano, estuvo segura y con suerte.
Y volviendo a la tripleta del ataque bético, hemos de consignar, a fuerza de ser imparciales, que le faltó profundidad. Vieron ante ella los otras veces animosos muchachos del Betis una defensa dura, y les faltó valor para entrar al remate. Eso fue todo lo que ocurrió en la última jornada de la primera vuelta de la Liga por lo que respecta al Valencia y al Club subcampeón de Andalucía.
Escartín, complaciente en extremo con los valencianos, les consintió el juego excesivamente duro, ayudándoles con su actitud a la consecución de la victoria. Al final, cuando la cosa no tenía remedio, se mostró bético. Es una habilidad puesta en práctica repetidamente por Escartin en nuestros campos para asegurarse la salida de ellos.
Del Valencia destacaron el trío defensivo y Torredeflot. Del Betis, los dos medios alas, sobre todo Martín Tondo en la defensa y Timimi en la delantera, que fue únicamente quien tiró un par de veces con peligro, salvo un buen shot de Enrique, estando a punto de resolver en ambas el partido, con lo que no se hubiese dado la incongruencia que señalamos. Nada más.
En cambio el Betis puso su voluntad toda en la victoria, que, veleidosa, le volvió la espalda a pesar de que, a efecto del empuje del terceto intermedio, sólo se jugase, salvo rarísimas ocasiones, en el área de goal valencianista. Inconcebible fue que los béticos no llegaran a marcar estando el balón siempre saltando entre la defensa y el meta forasteros. En cambio, en una escapada de las contadas que realizaron los blancos. Aranda tuvo la ocurrencia de cortar con la mano, y el castigo consiguiente hubo de traducirse en el tatito que había de proclamar vencedores a los jugadores del equipo visitante, oficiando de rematador Picolín. Ilógico resultado. Una incongruencia más del fútbol.
Pero ésta no fué absoluta: hubo una razón, un motivo para que el Betis resultase derrotado, cual fue la indecisión de la tripleta central del adelante blanquiverde. Claro es que con el pelotón saltando persistentemente en el área de penalty debió ocurrir el tanto en cualquier bote extraño; en cualquier fallo de la defensa, sobre la que se jugó todo el partido. Pero ésta, lo mismo que Cano, estuvo segura y con suerte.
Y volviendo a la tripleta del ataque bético, hemos de consignar, a fuerza de ser imparciales, que le faltó profundidad. Vieron ante ella los otras veces animosos muchachos del Betis una defensa dura, y les faltó valor para entrar al remate. Eso fue todo lo que ocurrió en la última jornada de la primera vuelta de la Liga por lo que respecta al Valencia y al Club subcampeón de Andalucía.
Escartín, complaciente en extremo con los valencianos, les consintió el juego excesivamente duro, ayudándoles con su actitud a la consecución de la victoria. Al final, cuando la cosa no tenía remedio, se mostró bético. Es una habilidad puesta en práctica repetidamente por Escartin en nuestros campos para asegurarse la salida de ellos.
Del Valencia destacaron el trío defensivo y Torredeflot. Del Betis, los dos medios alas, sobre todo Martín Tondo en la defensa y Timimi en la delantera, que fue únicamente quien tiró un par de veces con peligro, salvo un buen shot de Enrique, estando a punto de resolver en ambas el partido, con lo que no se hubiese dado la incongruencia que señalamos. Nada más.