Ficha de partido
Valencia CF
1 - 0
FC Barcelona
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
KoemanPenalty fallado
10'
Guardiola
21'
Nando Martínez
32'
Ricardo Arias
41'
Fernando GómezAsist: Eloy Olaya
44'
Descanso
45'
Julio SalinasStoichkov
59'
BeguiristainBakero
65'
Nando Muñoz
71'
Eloy Olaya
72'
Quique Flores
77'
Guardiola
78'
Ricardo Arias
86'
Tomás GonzálezEloy Olaya
88'
Serna
89'
Lubo Penev
94'
Final del partido
95'
Estadio
Rival: FC Barcelona
Records vs FC Barcelona
Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (36 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)
Crónica
El Barça fue incapaz, otra vez más, de aprovechar el empate del Madrid en Mallorca. Los azulgrana no supieron puntuar en el Luis Casanova de Valencia y dos regalos (Koeman falló un penalty y Serna dio el gol valencianista) alejaron un poco más al Barça del liderato de la Liga. La primera parte fue un concierto de buen fútbol que acabó con una cadena de regalos azulgrana. La segunda fue un cúmulo de desaciertos que acabó en el caos.
El Barça había salido al Luis Casanova con garra, ganas y orgullo. Un rapidísimo Stoichkov desbordaba a Quique, el extraño marcador del búlgaro designado por Hiddink ya que el valencianista hacía bastante tiempo que no jugaba en esta Liga y se le veía corto de forma. Laudrup enlazaba perfectamente el centro del campo con el ataque y la defensa blaugrana conseguía dejar en fuera de juego a las peligrosas puntas del Valencia (Penev y Eloy, y en ocasiones Leonardo). El Barça controlaba el partido con su estilo y una evidente vocación de triunfo. Stoichkov gozó de ocasiones para marcar antes de que se produjera el lance crucial del encuentro.
A los 9 minutos la rapidez del jugador búlgaro, pretendido por los mejores equipos italianos, permitió desbordar a Arias y realizar un dribling seco dentro del área. El defensa no tuvo más remedio que derribarle y García de Loza pitó sin dudar penalty. No podía discutirse la justicia de la pena máxima. El Barça podía encarar positivamente el partido. Koeman se dirigió hacia el balón tranquilamente. El Barça tenía en sus pies la oportunidad de dar otro golpe de efecto a la Liga. El holandés lanzó mal y Sempere, un portero que estudia cómo lanzan los penaltis los especialistas, le adivinó la intención, detuvo el lanzamiento y enfrió el mejor ánimo azulgrana. Precisamente Koeman, en las vísperas ha bía declarado: "Si no ganamos en Valencia, adiós a la Liga". El defensa azulgrana ya lleva tres penaltis fallados en esta temporada (ante el Gijón, Logroñés y Valencia).
Se había consumado el primer regalo azulgrana. Pero habrían más, muchos más. El Valencia, espoleado por el fallo, intensificó su fútbol de marcaje, endureció sus acciones y se aplicó mejor en el contragolpe. El Barça no bajó la guardia, pero el equipo de Hiddink se había crecido. Zubizarreta y Sempere, al filo del descanso, salvaron dos grandes ocasiones y muy poco antes de irse al vestuario llegó el segundo regalo. A Serna le quedó corto un envío a Zubizarreta que fue aprovechado al final por Fernando para marcar el 1-0. El Barça había jugado bien y perdonado demasiado.
Cruyff nunca ha ganado en el viejo Mestalla y en el encuentro en que los jugadores parecían más motivados para conquistar el triunfo tampoco pudo saborear la miel de la victoria. El técnico holandés, que durante la semana había intensificado sus charlas con los jugadores debió recordar, sin duda, desde el banquillo que este equipo tiene estilo, intención y calidad, pero le falta ese instinto asesino de los últimos metros indispensable para conquistar Ligas como esta.
Son ya demasiados encuentros en los que el equipo azulgrana perdona demasiado. No existe una crisis en la creación de jugadas ofensivas, pero la excesiva reincidencia en desperdiciar buenas ocasiones convierte a un buen equipo como el Barça en un rival demasiado asequible, como fue ayer en Valencia. Lo fue porque no supo marcar en la primera mitad, a pesar de tener ocasiones, por fallar un penalty y regalar el gol, y también al no exhibir su capacidad de reacción en una segunda mitad decepcionante. Cruyff volvió a cambiar a Stoichkov y utilizó el recurso Salinas como salvador. Pero esta vez no funcionó el invento. El Barça fue incapaz de superar al Valencia que, sin hacer nada del otro mundo, ganó y hasta estuvo a punto de aumentar su cuenta en los últimos compases.
García de Loza acabó montando su show retrasando el pitido final sin causa aparente y el Barça se encontró con una derrota a tres días del decisivo partido ante el Benfica en el Camp Nou. Es difícil de borrar la mala imagen azulgrana en los segundos 45 minutos. La desorganización del equipo y la incapacidad de dar respuesta en la segunda parte fue evidente. Ante los portugueses sólo valdrá el fútbol de la primera parte, pero no huérfano, sino con el instinto goleador que debe recuperar a marchas forzadas. La Liga está en juego. Wembley sólo tiene una oportunidad.
El Barça había salido al Luis Casanova con garra, ganas y orgullo. Un rapidísimo Stoichkov desbordaba a Quique, el extraño marcador del búlgaro designado por Hiddink ya que el valencianista hacía bastante tiempo que no jugaba en esta Liga y se le veía corto de forma. Laudrup enlazaba perfectamente el centro del campo con el ataque y la defensa blaugrana conseguía dejar en fuera de juego a las peligrosas puntas del Valencia (Penev y Eloy, y en ocasiones Leonardo). El Barça controlaba el partido con su estilo y una evidente vocación de triunfo. Stoichkov gozó de ocasiones para marcar antes de que se produjera el lance crucial del encuentro.
A los 9 minutos la rapidez del jugador búlgaro, pretendido por los mejores equipos italianos, permitió desbordar a Arias y realizar un dribling seco dentro del área. El defensa no tuvo más remedio que derribarle y García de Loza pitó sin dudar penalty. No podía discutirse la justicia de la pena máxima. El Barça podía encarar positivamente el partido. Koeman se dirigió hacia el balón tranquilamente. El Barça tenía en sus pies la oportunidad de dar otro golpe de efecto a la Liga. El holandés lanzó mal y Sempere, un portero que estudia cómo lanzan los penaltis los especialistas, le adivinó la intención, detuvo el lanzamiento y enfrió el mejor ánimo azulgrana. Precisamente Koeman, en las vísperas ha bía declarado: "Si no ganamos en Valencia, adiós a la Liga". El defensa azulgrana ya lleva tres penaltis fallados en esta temporada (ante el Gijón, Logroñés y Valencia).
Se había consumado el primer regalo azulgrana. Pero habrían más, muchos más. El Valencia, espoleado por el fallo, intensificó su fútbol de marcaje, endureció sus acciones y se aplicó mejor en el contragolpe. El Barça no bajó la guardia, pero el equipo de Hiddink se había crecido. Zubizarreta y Sempere, al filo del descanso, salvaron dos grandes ocasiones y muy poco antes de irse al vestuario llegó el segundo regalo. A Serna le quedó corto un envío a Zubizarreta que fue aprovechado al final por Fernando para marcar el 1-0. El Barça había jugado bien y perdonado demasiado.
Cruyff nunca ha ganado en el viejo Mestalla y en el encuentro en que los jugadores parecían más motivados para conquistar el triunfo tampoco pudo saborear la miel de la victoria. El técnico holandés, que durante la semana había intensificado sus charlas con los jugadores debió recordar, sin duda, desde el banquillo que este equipo tiene estilo, intención y calidad, pero le falta ese instinto asesino de los últimos metros indispensable para conquistar Ligas como esta.
Son ya demasiados encuentros en los que el equipo azulgrana perdona demasiado. No existe una crisis en la creación de jugadas ofensivas, pero la excesiva reincidencia en desperdiciar buenas ocasiones convierte a un buen equipo como el Barça en un rival demasiado asequible, como fue ayer en Valencia. Lo fue porque no supo marcar en la primera mitad, a pesar de tener ocasiones, por fallar un penalty y regalar el gol, y también al no exhibir su capacidad de reacción en una segunda mitad decepcionante. Cruyff volvió a cambiar a Stoichkov y utilizó el recurso Salinas como salvador. Pero esta vez no funcionó el invento. El Barça fue incapaz de superar al Valencia que, sin hacer nada del otro mundo, ganó y hasta estuvo a punto de aumentar su cuenta en los últimos compases.
García de Loza acabó montando su show retrasando el pitido final sin causa aparente y el Barça se encontró con una derrota a tres días del decisivo partido ante el Benfica en el Camp Nou. Es difícil de borrar la mala imagen azulgrana en los segundos 45 minutos. La desorganización del equipo y la incapacidad de dar respuesta en la segunda parte fue evidente. Ante los portugueses sólo valdrá el fútbol de la primera parte, pero no huérfano, sino con el instinto goleador que debe recuperar a marchas forzadas. La Liga está en juego. Wembley sólo tiene una oportunidad.