Año 1919. En el centro de la capital del Turia, en el Bar Torino, se gesta la iniciativa de crear un club de fútbol. El primer presidente del Valencia Football Club, Octavio Augusto Milego Díaz, fue elegido por azar: una moneda lanzada al aire sirvió para decidir entre él y Gonzalo Medina Pernás, quien finalmente se quedó con la parcela de la comisión constituyente y de festejos.
Milego y Medina trabajaron codo con codo en un pequeño establecimiento de la calle Barcelonina que, en un principio, hizo las veces de sede del nuevo club. Junto a ellos estaban en aquella primera directiva valencianista los hermanos Pascual y Julio Gascó, Andrés Bonilla, José Llorca, Fernando Marzal y Adolfo Moya.
Sin embargo, la decisión de estos pioneros del Valencia no tuvo repercusión social y mediática, porque los periódicos de la época apenas se ocupaban del deporte y, además, la situación sociopolítica de España era incierta. Antes de la creación del Valencia Football Club, el fútbol existía ya en Valencia, a pesar de que no había un club hegemónico en la ciudad. Parece ser que el fútbol llegó a Valencia de la mano de los que, vinculados a la exportación de cítricos, habían estado en Gran Bretaña, cuna del balompié. Este fue el caso de Francisco Sinisterra o Ramón Leonarte. De la misma manera, era bastante común ver a los marineros británicos en los puertos valencianos jugando con un balón. Ya en 1908, en Valencia había equipos como el Levante, Gimnástico, Hispania o Hispano.
Una vez constituido el club, el primer partido disputado por el Valencia fue en terreno ajeno. Se celebró en Castellón, el 21 de mayo de 1919. Su rival, el Gimnástico valenciano. El resultado fue favorable para estos últimos por 1-0. La primera alineación valencianista de la historia tuvo como protagonistas a Marco, Peris, Julio Gascó, Marzal, Llobet, Ferré, Fernández, Umbert, Martínez Ibarra, Aliaga y Gómez Juaneda.
El Valencia necesitaba un campo propio donde jugar, y se pensó en el solar de Algirós. Pero se necesitaba algo más para que la Federación permitiese jugar ahí al fútbol; vallar el terreno. Pero para esto se necesitaba dinero del que no se disponía. Hasta que llegó un anónimo con 25.000 pesetas, que harían posible acondicionar el solar para que se convirtiese en un campo de fútbol. Más tarde se supo que el donante fue Don Gonzalo Medina que donó el dinero que tenía ahorrado para casarse. La boda se retrasó un año, "...pero el Valencia es lo primero" , fue lo que dijo Don Gonzalo.
El desaparecido Algirós fue inaugurado el 7 de diciembre de 1919. Algirós fue escenario de los partidos del club hasta 1923, fecha en la que se empezó a jugar en el campo de Mestalla. El día de la inauguración del primer feudo valencianista el invitado fue el Castalia de Castellón y el resultado fue un empate sin goles. Al día siguiente se volvieron a ver las caras ambos conjuntos y el Valencia se impuso 1-0.
Poco a poco, el público se fue animando a acudir a Algirós para ver el espectáculo futbolístico. Por aquel entonces las entradas ascendían a 25 céntimos y las recaudaciones empezaron a ser suficientes para sufragar los gastos.
Durante los años 20, el espíritu de revancha y la tensión deportiva iban en aumento cada vez que se enfrentaban los diferentes conjuntos en el Campeonato Regional. En 1923, el Valencia se proclamó campeón regional y pudo participar, por primera vez en su historia, en la Copa de España. La progresión en los resultados del equipo demostraba que estaba en disposición de liderar el fútbol de la capital valenciana. Tres o cuatro años después de su fundación, el Valencia ya era el enemigo más temible por el resto de equipos y su afición crecía cada vez más.
Volviendo a la primera participación del Valencia en la Copa de España, en la capital del Turia se creó una gran expectación. El rival fue el Sporting de Gijón. El partido de ida se disputó en el campo de Algirós, que registró un lleno histórico. El resultado fue 1-0 para los locales, tanto anotado por Montes. Un mes después, el partido de vuelta se saldó con una derrota abultada (6-1) del Valencia en Gijón, aunque como la competición era por puntos se jugó un tercer partido, celebrado en Oviedo, en el que el Sporting se impuso de nuevo por 2-0.
A pesar de la derrota, el Valencia aprovechó la oportunidad de medirse con un conjunto importante a nivel nacional, lo que aumentó el número de seguidores del equipo che. Este progresivo aumento del interés por el Valencia provocó que los dirigentes valencianistas buscaran parcelas en venta para construir un nuevo campo para el equipo. Se encontró una que estaba emplazada junto a la acequia de Mestalla.