Ficha de partido: 09.01.1990: Real Zaragoza 2 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

Real Zaragoza
Real Zaragoza
2 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Pardeza
15'
Quique Flores
21'
Paco Camarasa
38'
Descanso
45'
Eloy OlayaAsist: Toni Gomes
54'
Sirakov
59'
VizcaínoHiguera
64'
Carlos Arroyo
75'
Pardeza
84'
Nando MartínezToni Gomes
85'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: La Romareda
Aforo: 34.596 espectadores
Ubicación: Zaragoza (Zaragoza) 
Inauguración: 08/09/1957

Rival: Real Zaragoza

Records vs Real Zaragoza

Máximo goleador: Manuel Badenes (9 goles)
Goleador rival: Duca (6 goles)
Mayor victoria: 7 - 0 (14.02.1943)
Mayor derrota: 1 - 6 (19.04.1959)
Más repetido: 1-0 (13 veces)

Crónica

Noche fría, con 2 grados de temperatura. Terreno en pésimas condiciones, campo embarrado. Diez mil espectadores se dieron cita en La Romareda, que dejaron, aproximadamente, 550.000 pesetas de recaudación. El Zaragoza sacó cuatro córners, por siete el Valencia. El encuentro fue retransmitido por TVE2. El partido fue dirigido por Martín Navarrete, del colegio andaluz. Mostró tarjetas amarillas a Quique, Camarasa y Arroyo, por parte del Valencia, y a Sirakov, por parte del Zaragoza.

Goles: 1-0, minuto 16. Pardeza, con un remate de derecha muy ajustado a la oscuadra, bate a Sempere. 1-1, minuto 55. Combinación entre Arroyo y Eloy, éste regatea a Chilavert y envía a la red. 2-1, minuto 85. Pase en profundidad de Señor, Pardeza supera a Boro y bate a Sempere de tiro cruzado al palo derecho.

Superando el cansancio físico de haber disputado los últimos encuentros ligueros sobre terrenos barrosos, el Zaragoza venció al segundo clasificado del campeonato, el Valencia, tras un encuentro interesante y disputado hasta el último segundo. Tras diez minutos iniciales en los que todo era de color azul (el Valencia vestía su camiseta de recambio, por coincidencia con el local), con los hombres de Espárrago imponiendo su ley en el centro del campo y en defensa, el Zaragoza logró lo que hasta entonces parecía imposible: recomponer sus líneas y adelantarse en el marcador. Fue Pardeza, en una acción individual culminada con un derechazo a la escuadra, el encargado de batir a Sempere y poner un poco de tranquilidad en el juego maño.

El 1-0 tuvoun efecto sorprendente, ya que varió por completo los roles de uno y otro equipo. El Valencia, dominador hasta ese momento, pareció tomar conciencia del peligro de jugar alegremente, mientras que los de Antic comenzaron a aplicar un fuerte pressing en el mediocampo hasta adueñarse del terreno. Señor, en la tarea de armador, y Pardeza, con constantes incursiones por delante de la línea de fondo che, eran los hombres más peligrosos para el rival, sin desdeñar la labor de Juanito en defensa, el papel de "secante" de Villanova sobre Penev y el infatigable trajín de Vilarroya en el centro del campo.

Dos veces más pudo llegar con peligro el Zaragoza hasta la portería de Sempere, pero en ambas ocasiones el portero (habitual suplente de Ochotorena) respondió con seguridad y determinación, ante entradas de Sirakov y Villarroya. Pese a que el estado del terreno de juego hacía pensar en el lógico bajón físico de los jugadores, lo cierto es que el nivel del juego no decayó, sino todo lo contrario. El Valencia recompuso sus líneas y volvió a poner su mira en el portal de Chilavert. Para ello adelantó un poco más la posición de Fernando, que apoyó las acciones ofensivas de Penev (que apenas tocó balón por el ya comentado marcaje de Villanova), Eloy y Toni. Y encontró su fruto a los diez minutos de la reanudación, cuando Arroyo combinó con Eloy y éste empujó el balón a la red. Era el 1-1, que ponía otra vez nerviosismo a los hombres de Antic.

A partir de ese momento el encuentro fue un torna y daca, sobre todo en la lucha por hacerse con el centro del campo, donde Tomás cedía poco a poco su supremacía de antes en favor del criterioso Señor. El Zaragoza no padecía en defensa, y eso le empujó hacia adelante. Pardeza seguía siendo un quebradero de cabeza para el impetuoso Camarasa, que en ocasiones se empleó con demasiada dureza, por lo que fue amonestado. Y fue por obra del mediapunta maño como llegó el 2-1 definitivo, tras un excelente servicio de Señor, el posterior dribling ante Boro y el remate cruzado a la derecha de Sempere.

Así logró el Zaragoza la victoria que quería para viajar a Valencia con tranquilidad, victoria que significó, además, el fin de una racha de 17 partidos imbatido (15 de Liga y 2 de Copa) del equipo che.