Ficha de partido
Valencia CF
0 - 3
Real Madrid
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Pepe GálvezCarlos Arroyo
16'
Alfonso Pérez
22'
Miodrag Belodedici
31'
Lubo Penev
39'
Álvaro Cervera
41'
Fernando Hierro
43'
Descanso
45'
Roberto FernándezPep Serer
54'
Fernando Hierro
58'
ProsineckiButragueño
58'
Luis Enrique
65'
Nando MuñozLuis Enrique
78'
Zamorano
83'
Fernando Giner
85'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Real Madrid
Records vs Real Madrid
Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Más partidos: Vicente Asensi (28 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)
Crónica
El Madrid ejecutó a Hiddink goleando al Valencia a domicilio en un encuentro que supuso el remate a ocho días de pesadilla para el club del Luis Casanova. Del KO en la Copa de la UEFA al KO en la zona alta de la clasificación de una Liga en la que era líder solitario hace bien poco.
Todo el primer tiempo fue de mayor dominio e iniciativa del Valencia que llevó el control del juego, pero sin pizca de fortuna ni inspiración ante el marco de Buyo, que fue el héroe de su equipo. A los 9 minutos, Fernando ya perdonó el gol rematando al cuerpo del meta madridista cuando se encontraba solo dentro del área. Posteriormente, Penev no acertó en un par de centros envenenados y a los 17 minutos, Arroyo, lesionado, dejó su puesto al joven Gálvez.
Contra pronóstico marcó el Madrid en su primera aproximación al marco de Sempere. Un lanzamiento largo y en profundidad de Hierro y un pésimo rechace de Serer que dejó el balón muerto bajo control de Alfonso, el cual resolvió muy bien con un trallazo formidable desde fuera del área que entró como un obús en el marco local.
El juego del equipo de Floro fue preferentemente de trabajo sordo basándose en la brega constante de los Milla, Lasa, Hierro, etc. mientras que la calidad la ponían los Michels, Butragueño, Alfonso, pero con cuentagotas. Los hombres de Hiddink parecieron depender en exceso de Mijatovic y del duelo Penev-Alkorta en todas sus acciones de ataque, como si su posicionamiento sobre el campo no fuera el ideal.
Esto quedó más patente en la segunda parte, que se reanudó con un Valencia volcado pero sin ningún tipo de coordinación mientras que al Madrid le bastó acorazarse atrás y salir al contragolpe para encontrar todos los espacios del mundo. En el minuto 13 de este segundo tiempo quedó sentenciada la suerte del encuentro con un segundo gol visitante, que marcó Hierro a placer, preparándose cómodamente el remate tras servicio de Michel por la derecha.
El Valencia bajó la guardia y Floro optó por fomentar un fútbol control de su equipo sustituyendo a Butragueño por Prosinecki. Serer se había retirado lesionado y la entrada de Roberto, notablemente fuera de forma, fue el comienzo del definitivoo caso local. De una cesión fallida de Roberto vino la jugada del 0-2 y con ese gol, el final.
Dicen que el Madrid juega aquí como en su casa, pero lo cierto es que, después de lo que vimos anoche, podría decirse que mucho mejor. En el Bernabéu lo pitan y en Valencia lo recibieron con indiferencia para despedirlo con aplausos. Cuando Zamorano marcó el 0-3 a placer, en pleno desconcierto de la defensa local, el público irrumpió en gritos de "Romario!, Romario!" dirigidos a Tuzón y el palco. El Madrid jugó a ejecutar en los momentos precisos. Dio el golpe de gracia a Hiddink y remató una semana trágica para el equipo del Luis Casanova.
Todo el primer tiempo fue de mayor dominio e iniciativa del Valencia que llevó el control del juego, pero sin pizca de fortuna ni inspiración ante el marco de Buyo, que fue el héroe de su equipo. A los 9 minutos, Fernando ya perdonó el gol rematando al cuerpo del meta madridista cuando se encontraba solo dentro del área. Posteriormente, Penev no acertó en un par de centros envenenados y a los 17 minutos, Arroyo, lesionado, dejó su puesto al joven Gálvez.
Contra pronóstico marcó el Madrid en su primera aproximación al marco de Sempere. Un lanzamiento largo y en profundidad de Hierro y un pésimo rechace de Serer que dejó el balón muerto bajo control de Alfonso, el cual resolvió muy bien con un trallazo formidable desde fuera del área que entró como un obús en el marco local.
El juego del equipo de Floro fue preferentemente de trabajo sordo basándose en la brega constante de los Milla, Lasa, Hierro, etc. mientras que la calidad la ponían los Michels, Butragueño, Alfonso, pero con cuentagotas. Los hombres de Hiddink parecieron depender en exceso de Mijatovic y del duelo Penev-Alkorta en todas sus acciones de ataque, como si su posicionamiento sobre el campo no fuera el ideal.
Esto quedó más patente en la segunda parte, que se reanudó con un Valencia volcado pero sin ningún tipo de coordinación mientras que al Madrid le bastó acorazarse atrás y salir al contragolpe para encontrar todos los espacios del mundo. En el minuto 13 de este segundo tiempo quedó sentenciada la suerte del encuentro con un segundo gol visitante, que marcó Hierro a placer, preparándose cómodamente el remate tras servicio de Michel por la derecha.
El Valencia bajó la guardia y Floro optó por fomentar un fútbol control de su equipo sustituyendo a Butragueño por Prosinecki. Serer se había retirado lesionado y la entrada de Roberto, notablemente fuera de forma, fue el comienzo del definitivoo caso local. De una cesión fallida de Roberto vino la jugada del 0-2 y con ese gol, el final.
Dicen que el Madrid juega aquí como en su casa, pero lo cierto es que, después de lo que vimos anoche, podría decirse que mucho mejor. En el Bernabéu lo pitan y en Valencia lo recibieron con indiferencia para despedirlo con aplausos. Cuando Zamorano marcó el 0-3 a placer, en pleno desconcierto de la defensa local, el público irrumpió en gritos de "Romario!, Romario!" dirigidos a Tuzón y el palco. El Madrid jugó a ejecutar en los momentos precisos. Dio el golpe de gracia a Hiddink y remató una semana trágica para el equipo del Luis Casanova.