Inicio del partido

0'

Pascual

15'

Reyes

28'

Quique Flores

39'

Descanso

45'

Nadal

55'

Fernando Giner

58'

Carlos ArroyoAsist: Quique Flores

61'

VíctorNadal

67'

Paco Camarasa

71'

Mateu

73'

Víctor

74'

Eloy OlayaLeonardo de Araujo

75'

MadueñoEdu

76'

Mateu

86'

Lubo Penev (Pen.)

87'

Final del partido

90'

Un penalty transformado por Lubo Penev a dos minutos del final le dio un trabajado triunfo al Valencia en El Madrigal, ante un Villarreal que plantó cara pero al que le faltó concentración en el tramo final del encuentro. Tras esta victoria, el equipo de Guus Hiddink tiene casi todas las papeletas para lograr su pase a las semifinales de la Copa del Rey, salvo imprevisible hecatombe.

El choque, disputado ante 6.000 espectadores y bajo una pertinaz lluvia que dejó el terreno de juego embarrado, tuvo una primera parte poco lucida, caraterizada por el estéril dominio del Valencia. De hecho, la ocasión más clara de este primer tiempo pudo tenerla el Villarreal, si Díaz Vega hubiera sancionado como penalty un claro derribo de Sempere a Alcañiz cuando éste ya encaraba el portal valencianista.

El equilibrio de fuerzas se rompió por completo tras el descanso. La escuadra de Hiddink se olvidó de las contemplaciones y fue decididamente a por la victoria, llevando al terreno de la lógica el choque. Fue en el minuto 16 de la reanudación cuando Arroyo remató a la red al aprovechar un centro de Quique Flores. A partir de ahí, el Valencia tuvo diez minutos demoledores en cuanto a la creación de jugadas, pero absolutamente ineficaces en el aspecto rematador.

Los remates de Álvaro, Camarasa y dos claras ocasiones malogradas por Leonardo y Lubo Penev no tuvieron efectos prácticos y dejaron en pura estética el dominio del Valencia. Y como en fútbol perdonar suele traer nefastas consecuencias, esta vez tampoco fue la excepción. En el minuto 26, en un contragolpe del Villarreal, Mateu cabeceó al fondo de las mallas de Sempere un centro de Pascual.

Los últimos veinte minutos del encuentro fueron de continuo acoso del Valencia. Al final, echó por tierra las ilusiones de la afición local, que vio con impotencia como en el último suspiro se escapaba un decoroso resultado.