Ficha de partido: 09.01.1993: RCD Espanyol 1 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

RCD Espanyol
RCD Espanyol
1 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Leonardo de Araujo
5'
Descanso
45'
LluisMendiondo
59'
Korneyev
62'
Escaich
74'
Roberto FernándezIgnacio Ibáñez
75'
Fernando GómezAsist: Leonardo de Araujo
80'
Carlos ArroyoTomás González
88'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Sarriá
Aforo: 44.000 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 18/02/1923 (Demolido en 1997)

Rival: RCD Espanyol

Records vs RCD Espanyol

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)

Crónica

Por tercera temporada consecutiva, el Valencia sacó tajada de su visita a Sarriá, precisamente en un momento de alto compromiso para ambos equipos en la Liga. Las sensibles bajas en ambos conjuntos y la trascendencia de los dos puntos en juego, en un momento delicado para la trayectoria de ambos, derivó en un partido medicore, de mutuo respeto y poca calidad. A dieciseis minutos para el final, el equipo de Novoa abrió el marcador en un típico lance de los delanteros catalanes Lluís y Escaich. El primero porfió hasta la línea de fondo con su habitual codicia y el segundo puso el pie en el sitio justo y en el momento oportuno con su no menos tradicional oportunismo. Lo más difícil parecía estar hecho, pero una vez más la línea de retaguardia blanquiazul se vino abajo. Durante los seis minutos que siguieron al gol españolista, el Valencia jugó y mandó como quiso sobre el campo y Emilio salvó dos goles seguros antes de que Fernando restableciera un justo empate con un remate imparable.

El juego de los blanquiazules decepcionó de entrada, con un planteamiento muy tímido y conservador que, lejos de explotar las notables ausencias que presentaba la formación titular del Valencia, parecía confirmar las muchas inseguridades de los españolistas. Novoa planteó la batalla en el centro del campo, pero incomprensiblemente el control de la zona ancha fue preferentemente valencianista gracias a la gran labor de desdoblamiento del brasileño Leonardo en el carril izquierdo y la poca inspiración de los peones blanquiazules por la otra banda, donde ni Santi Cuesta, ni Urbano, ni Kuznetsov encontraron hueco para la filtración.

Escaich fue el sorprendente y único hombre en punta. Comenzó bien y probó fortuna con un remate de cabeza. Sin embargo el primer remate a puerta no llegó hasta bien entrado el primer tiempo por medio de Korneiev, el único hombre con una cierta dosis de profundidad en su juego. El Valencia contraatacó con peligro como lo prueban los cinco saque sde esquina que forzó y el peligro que llevó a balón parado. En uno de los corners, Eloy remató de cabeza un gran servicio de Leonardo al primer palo que se perdió fuera por poco.

El Español sólo enseñó las uñas camino del descanso en cinco minutos de mayor vivacidad ofensiva. Korneiev lanzó un remate envenenado que Sempere desvió a córner, el saque de esquina lo botó muy bien Kutnetsov y Mino empalmó un gran cabezazo que salió ligeramente alto por encima del larguero y, finalmente, Escaich dejó un balón atrás sobre Mendiondo que éste conectó tal como le venía, pero sin la fuerza suficiente como para sorprender al meta Sempere. Salvo estos destellos, el club de Sarriá apenas existió en ataque.

La reanudación del juego, en la segunda parte, cambió poco la decoración. Sí, en cambio, la entrada de Lluís, un segundo delantero españolista, por lesión de Mendiondo. De entrada, Emilio pasó un gran apuro al detener en dos tiempos un remate del defensa Quique y, acto seguido, Escaich replicó con una galopada en profundidad en la que perdió el control del esférico justo cuando estaba dentro del área ante Sempere. El encuentro cobró vivacidad y el Español pareció llegar con algo más de intención al terreno valencianista. El cuadro valenciano jugaba en superioridad táctica, pero sin tomar riesgos y dando por bueno el empate. Alvaro, su único hombre auténticamente en punta, ni se enteraba del partido y caía repetidamenten fuera de juego. Cuando Hiddink parecía dispuesto a reemplazarlo por Roberto y asegurar el 0-0, llegó el gol de Escaich, en el único golpe de genio de la delantera españolista de todo el encuentro. Roberto entró, entonces, por Ibañez, el marcador de Korneiev. A partir de aquel momento Sarriá fue un festival blanco. Emilio salvó un cabezazo a quemarropa del propio Roberto, a la salida de un córner, y acto seguida desvió milagrosamente un parabólico remate de Tomás. El Español ni existía. Era un equipo replegado en su área y bloqueado en sus fuerzas e ideas. El gol se veía venir y llegó de manera inapelable con un tiro de Fernando a servicio de cabeza de Leonardo, sin duda el hombre más dúctil y brillante de su equipo.

El 1-1 hizo perfecta justicia a lo que se vió sobre el campo. El Valencia no fue inferior en ningún momento aunque echara en falta el punch de Penev y la jerarquía de Roberto. Su centro del campo, muy bien apoyado por los laterales, fue superior y su defensa, con tres puntales en el centro, resultó casi inexpugnable para un Español en evidente crisis de ideas y ánimos al que la falta de Ayúcar, Francisco y Fonseca le devolvió la imagen triste de pasadas temporadas. Para colmo los jugadores rusos no parecen en su mejor forma. Galliamin se limita a cumplir en medio de una defensa que hace aguas en cuanto la ponen a prueba. Kuznetsov fracasó como líder y Korneiev es un genio intermitente y desasistido.