Ficha de partido
RCD Espanyol
0 - 0
Penalties (3-1)
Valencia CF
Equipos titulares
9
11
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Manuel Botubot
30'
Descanso
45'
Orlando GiménezJosé Luis Albiol
45'
Orlando Giménez
63'
DíezFortes
68'
ArabíAmarillo
87'
Pedro VilarrodáEnrique Saura
88'
Rafael DomingoRicardo Arias
88'
Inicio pr�rroga
90'
Penalties (3-1)
120'
Final del partido
120'
Estadio
Rival: RCD Espanyol
Records vs RCD Espanyol
Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (28 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)
Crónica
Está visto que en los torneos de la ciudad de Barcelona están abonados a la prórroga. La hubo en el Gamper y la hubo también en el «Ciudad de Barcelona» al otro lado de la Diagonal. La única diferencia es que, mientras en el Camp Nou el resultado fue de 2-2 al final de los 90 minutos, en Sarriá no se movió el marcador. Y al final de la prórroga, hubo que recurrir a los lanzamientos de penaties para decidir el vencador de la sexta edición del «Ciudad de Barcelona», que por último se adjudicó el Español en la tanda de lanzamientos.
La verdad es que el encuentro no correspondió a la importancia que tenía. Importancia que se vio refrendada por la entrada que registró Sarriá, que aunque no llegó al lleno sí fue mucho más abundante que en los dos días precedentes. Y no tuvo garra el partido porque se vio bastante poco juego, demasiadas faltas y sin que las delanteras lograran imponerse a las defensas. Si un partido sin goles es como un jardín sin flores, que dijo alguien, el partido de anoche en Sarriá estuvo falto de la salsa picante que significan los goles, que anoche brillaron por su ausencia en Sarriá. Y no por falta de ganas de ambas delanteras, más en la del Español que en la valencianista, sino porque las dos defensas estuvieron muy firmes y con abundante elemento humano como para frenar a las escuálidas vanguardias que llegaban ante ellos.
Indudablemente, si alguno de los dos equipos mereció ganar el partido, ese fue el Español que, aunque sin jugar bien y haciéndolo solamente en ráfagas muy espaciadas, presionó lo suficiente y tuvo las necesarias oportunidades como para habernos ahorrado la prórroga y los consiguientes penalties. Bien movido el Español por Amarillo y Fernández Amado, que sabían tomarse muy bien los relevos, los blanquiazules dominaron el centro del campo, pero toda la fuerza con la que arrancaban desde atrás se diluía cuando llegaban a las proximidades del área. Allí, Bio apenas si podía tocar un balón excelentemente marcado por Botubot, Fortes se perdía en un mar de faltas que cometía sobre Palmer y pocos balones podia aprovechar para enviarlos al centro del área, y Marañón, algo más entonado que sus compañeros, sólo aguantó los primeros 46 minutos, diluyéndose en la segunda mitad y reapareciendo esporádicamente en la prórroga.
Ni la técnica de Bio y Marañón ni la garra de Fortes servían para desarbolar a la defensa valencianista, bien comandada por Botubot, como Dani como «libero» y con Cerveró y Palmer como laterales. Pero sobre todo el buen trabajo de Arias, que se despreocupó del marcaje de Amarillo primero y de Amado después para centrarse en la labor defensiva, sacando innumerables balones y serenando el juego de su equipo.
Enumerar la serie de oportunidades que tuvo el Español para haber marcado sería demasiado prolijo. Baste con decir que Bio, la única vez que se le despistó a Botubot, tuvo un cabezazo completamente solo ante Pereira y se le fue alto, que Marañón, también a bocajarro, cabeceó y Pereira se encontró el balón en su cuerpo sin saber cómo y que un disparo de Molinos lo desvió muy requetebién a córner. Luego, en la segunda parte de la prórroga, un centro—chut de Amado se iría al travesaño. Ocasiones como ven más que sobradas para que el Español no necesitase llegar a los penalties.
Porque por su parte, el Valencia, en el que faltaban hombres de talla de Bonhof, Carrete y Kempes, apenas sí tuvo un par de ocasiones y, desde luego, ni la mitad de claras como las que hemos contado por el bando españolista, porque Urruti, en todas ellas, se encargó de desbaratarlas.
Al margen de que los penalties vinieron a hacer justicia a lo que había sido el encuentro, en el Valencia se pudo apreciar una buena inyección de juventud en sus filas propiciada por Di Stéfano. El buen hacer de Dani como líbero, la brega de Albiol en el tiempo que jugó y las maneras de los Villarrodá y Domingo en el poco espacio que estuvieron sobre el césped, sirvió para demostrar que el Valencia poseé unos buenos diamantes en bruto a los que habrá que pulir convenientemente.
Penalties: Comienza el Valencia: lanza Castellanos y para Urruti, 0-0. Lanza Ayfuch y marca, 1-0. Cerveró y para Urruti, 1-0. Marañón y marca, 2-0. Palmer y marca, 2-1. Verdugo y marca, 3-1. Domingo lanza al poste y no es necesario seguir porque el Español ya tenía la ventaja suficiente.
La verdad es que el encuentro no correspondió a la importancia que tenía. Importancia que se vio refrendada por la entrada que registró Sarriá, que aunque no llegó al lleno sí fue mucho más abundante que en los dos días precedentes. Y no tuvo garra el partido porque se vio bastante poco juego, demasiadas faltas y sin que las delanteras lograran imponerse a las defensas. Si un partido sin goles es como un jardín sin flores, que dijo alguien, el partido de anoche en Sarriá estuvo falto de la salsa picante que significan los goles, que anoche brillaron por su ausencia en Sarriá. Y no por falta de ganas de ambas delanteras, más en la del Español que en la valencianista, sino porque las dos defensas estuvieron muy firmes y con abundante elemento humano como para frenar a las escuálidas vanguardias que llegaban ante ellos.
Indudablemente, si alguno de los dos equipos mereció ganar el partido, ese fue el Español que, aunque sin jugar bien y haciéndolo solamente en ráfagas muy espaciadas, presionó lo suficiente y tuvo las necesarias oportunidades como para habernos ahorrado la prórroga y los consiguientes penalties. Bien movido el Español por Amarillo y Fernández Amado, que sabían tomarse muy bien los relevos, los blanquiazules dominaron el centro del campo, pero toda la fuerza con la que arrancaban desde atrás se diluía cuando llegaban a las proximidades del área. Allí, Bio apenas si podía tocar un balón excelentemente marcado por Botubot, Fortes se perdía en un mar de faltas que cometía sobre Palmer y pocos balones podia aprovechar para enviarlos al centro del área, y Marañón, algo más entonado que sus compañeros, sólo aguantó los primeros 46 minutos, diluyéndose en la segunda mitad y reapareciendo esporádicamente en la prórroga.
Ni la técnica de Bio y Marañón ni la garra de Fortes servían para desarbolar a la defensa valencianista, bien comandada por Botubot, como Dani como «libero» y con Cerveró y Palmer como laterales. Pero sobre todo el buen trabajo de Arias, que se despreocupó del marcaje de Amarillo primero y de Amado después para centrarse en la labor defensiva, sacando innumerables balones y serenando el juego de su equipo.
Enumerar la serie de oportunidades que tuvo el Español para haber marcado sería demasiado prolijo. Baste con decir que Bio, la única vez que se le despistó a Botubot, tuvo un cabezazo completamente solo ante Pereira y se le fue alto, que Marañón, también a bocajarro, cabeceó y Pereira se encontró el balón en su cuerpo sin saber cómo y que un disparo de Molinos lo desvió muy requetebién a córner. Luego, en la segunda parte de la prórroga, un centro—chut de Amado se iría al travesaño. Ocasiones como ven más que sobradas para que el Español no necesitase llegar a los penalties.
Porque por su parte, el Valencia, en el que faltaban hombres de talla de Bonhof, Carrete y Kempes, apenas sí tuvo un par de ocasiones y, desde luego, ni la mitad de claras como las que hemos contado por el bando españolista, porque Urruti, en todas ellas, se encargó de desbaratarlas.
Al margen de que los penalties vinieron a hacer justicia a lo que había sido el encuentro, en el Valencia se pudo apreciar una buena inyección de juventud en sus filas propiciada por Di Stéfano. El buen hacer de Dani como líbero, la brega de Albiol en el tiempo que jugó y las maneras de los Villarrodá y Domingo en el poco espacio que estuvieron sobre el césped, sirvió para demostrar que el Valencia poseé unos buenos diamantes en bruto a los que habrá que pulir convenientemente.
Penalties: Comienza el Valencia: lanza Castellanos y para Urruti, 0-0. Lanza Ayfuch y marca, 1-0. Cerveró y para Urruti, 1-0. Marañón y marca, 2-0. Palmer y marca, 2-1. Verdugo y marca, 3-1. Domingo lanza al poste y no es necesario seguir porque el Español ya tenía la ventaja suficiente.