Ficha de partido: 28.01.1979: Valencia CF 0 - 1 Real Madrid

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
0 - 1
Real Madrid
Real Madrid

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Del Bosque
35'
Descanso
45'
Lobo DiarteJuan Daniel Cordero
45'
Hernández
58'
Darío Felman
80'
MartínezJuanito Gómez
80'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Real Madrid

Records vs Real Madrid

Máximo goleador: Mundo Suárez (13 goles)
Goleador rival: Raúl (17 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (09.06.1999)
Mayor derrota: 1 - 7 (23.08.1990)
Más repetido: 1-2 (27 veces)

Crónica

El partido Real Madrid-Valencia, primero de la segunda vuelta, y que fue declarado día del club, registró un lleno completo y una recaudación que sobrepasó los 26 millones de pesetas.

Goles: El único gol del encuentro lo consiguió García Hernández a los 58 minutos, al recoger un pase adelantado de Isidro, encontrándose en posición de extremo izquierda, se dirigió hacia la portería y en posición angulada controló bien la pelota y chutó con precisión a la izquierda, batiéndole, 0-1.

El Valencia ha perdido su primer partido de la segunda vuelta frente al Real Madrid, y no hay paliativos para regatearle méritos al equipo madridista, que ha podido incluso obtener una victoria por mayor volumen, dada la superioridad que demostró en los dos tiempos, pero de manera especial en la segunda parte, en que aún viéndose dominado algunas veces cuando el Valencia se vaciaba en un esfuerzo estéril por neutralizar la desventaja que tenía en el marcador, sin embargo la serenidad, el aplomo, el juego equilibrado que realizaban los madridistas, les daba el dominio técnico del partido.

En esta ocasión no puede hablarse de tibieza, desinterés o apatía de los jugadores valencianistas, todos ellos se han esforzado al máximo y es más, diríamos que algunos de ellos, los más técnicos, Solsona y Kempes, por ejemplo, se han esforzado más de lo habitual, pero sin embargo su actuación ha sido incolora, borrosa, superados netamente por unos adversarios que con un marcaje inflexible, anticipándose limpiamente a sus jugadas, materialmente los han borrado del campo. Así, las figuras en que basa el Valencia su juego, especialmente el campeón mundial Kempes, ha pasado inadvertido e incluso ha escuchado protestas de los seguidores, que se han metido con él por no realizar las jugadas que en otras ocasiones eran habituales en él.

En la primera parte ya el Madrid pudo haber obtenido una ventaja, pues Guerini estrelló un balón en el larguero a los 33 minutos, después de haber tenido Santillana y el propio Guerini oportunidades muy claras de marcar, en ocasiones en que la defensa blanca, muy adelantada, se mostró muy vulnerable. El dispositivo madridista de 4-4-2, con sólo Santillana y Juanito en posición adelantada, constituyó un cebo para los valencianistas, que con su 4-3-3 atacaron después del cuarto de hora inicial, en que se vieron superados, pero sin conseguir imponerse. Realmente el marcaje en relevos que se practicaba sobre Kempes, en principio a cargo de San José, y si se distanciaba, por medio de Del Bosque, o hasta de Guerini, resultó muy eficaz, Kempes fue eclipsado materialmente.

El Madrid tuvo pocas oportunidades, pero más concretas y más próximas al gol que las que realizó el Valencia, en el cual tan sólo cabe destacar un fenomenal remate de carrete desde más de 30 metros que desvió apresuradamente García Remón a córner, y otra jugada de Saura, en que el peligro rondó el marco madridista.

En la segunda parte, con el cambio de Cordero por Diarte, que pasó a situarse como delantero centro ligeramente esquinado hacia la izquierda, con Kempes también en posición francamente adelantada, varié la táctica de uno y otro equipo. Cordero, defensa libre, fue sustituido por Bonhof y el Valencia quiso imponer un juego franco de ataque en el que incluso colaboraba Bonhof tratando de servir y suministrar balones a sus delanteros. Pero, el Madrid siguió siendo superior. El marcaje, variado ahora (de Kempes se encargó especialmente Del Bosque, Sol anuló a Diarte, que fue una sombra, y Felman fue absorbido por Isidro), desdibujó por completo a los valencianistas, que aunque hicieron acto de presencia en el campo vagaban como almas en pena sin crear verdaderos peligros. Por el contrario, el Madrid marcó siempre la tónica del juégo, y ya a los dos minutos García Hernández, que hizo un partido portentoso, estrelló un balón en el larguero. Sería este jugador, a los 13 minutos, quien conseguiría el gol de la victoria al rematar una entrega de Isidro y realizar una jugada preciosa por la serenidad y la precisión con que la resolvió.

Quedaba sentenciado así el partido, pues ya se sabe que la gran pegada del Valencia actual es que no hace goles, a pesar de sus delanteros. Y en esta ocasión, ni Diarte, que tuvo una ocasión de oro para marcar a los 42 minutos, y que perdió por falta de reflejos y lentitud pará resolver la jugada, ni Kempes, a pesar de sus esfuerzos, ni Solsona, que quedó completamente borroso, ni nadie, pudieron crear auténticos peligros, sólo como en la primera parte, Carrete, en un alarde de genio y de inspiración, se convirtió en atacante y a los 25 minutos protagonizó la mejor jugada valencianista, que provocó, un momento de peligro para García Remón, que ni Diarte ni Kempes consiguieron culminar.

En fin, se fue el partido apagando y cada vez fue mayor la superioridad blanca. En los últimos instantes el público exteriorizó su disgusto con gritos de ¡Fuera, fueral! y exhibición de pañuelos, aunque, en verdad fue tan apabullante la superioridad madridista que no le quedó ni arrestos para meterse con los de casa. Es un malísimo partido el del Valencia, a pesar del esfuerzo que han prodigado todos sus jugadores, que marca el fondo en esta decadencia que a lo largo de la temporada se está advirtiéndo y que se ha acusado de manera especialísima en las últimas jornadas.

Y a estas horas, cuando los jugadores visitantes eran despedidos por los hinchas valencianistas con aplausos, mientras se oían denuestos para Kempes y algunos otros, cabe pensar en decisiones que puedan tratar de restablecer el equilibrio y la calidad en un equipo como el Valencia, que ha perdido la brújula en estos últimos tiempos.