Ficha de partido: 28.01.1973: FC Barcelona 0 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

FC Barcelona
FC Barcelona
0 - 0
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Descanso
45'
Martí FilosiaMarcial
45'
Pérez B.Barrios
80'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Camp Nou
Aforo: 99.354 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 24/09/1957

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

El Valencia, que anda bastante mal en el presente campeonato, no debía ser obstáculo insalvable, ni mucho menos para un Barcelona que se mantiene en el liderato. Sin embargo y a cuenta de la tradición, que se encarga de inventariar las innumerables ocasiones en que el Valencia sacó algo positivo del Nou Camp
al igual que el Barcelona lo hizo en Mestalla, se consiguió crear un ambiente de incertidumbre casi casi de partido de cara o cruz y así acabamos por acudir al Nou Camp convencidos de que a los azuigrana se les planteaba una papeleta comprometidísima.

El contagio fue por lo visto tan general, que incluso los jugadores acabaron sugestionándose y salieron al campo, diríamos que acomplejados y temerosos ante aquel Valencia fantasmagórito del que les aseguraban que resultaría un valladar infranqueable. A la vista del resultado final se podría pensar que las previsiones resultaron justificadas y, sin duda alguna, el resultado de esta tarde servirá para alimentar en el futuro el fuego sagrado de esa leyenda que asegura que para valencianos y barcelonistas, en sus confrontaciónes entre ellos, el factor campo no cuenta para nada.

Si se nos permite diremos que todo fue más aparente que real. Que el Barcelona salió a escena receloso, cauto y casi asustado es innegable; pero no lo salió menos el Valencia, que distaba mucho de ser el equipo que se dispone a jugar un partido en el que sabe que cuenta con pronunciamientos a favor, aunque esos sean tan aleatorios como los que puede brindar el precedente de unos resultados en un terreno determinado precedente que como sabemos muy bien, resulta válido hasta que deja de serlo. Excusen la perogrullada pero la verdad es esa: que a un equico se le da muy bien tal o tal otro terreno de juego, hasta el día preciso en que, sin que nadie pueda explicar los motivos empieza a dársele mal.

El esquema defensivo planteado por los valencianos distaba mucho de ser nada terrorífico, pese a los numerosos vaticinios sobre el particular. Buena prueba de que los visitantes no renunciaban en absoluto al ataque la tenemos en las ocasiones de peligro que crearon, en especial en la primera parte, con Uriarte y Valdez siempre en punta y con Sergio, aunque basculando, dispuesto a sumarse a la ofensiva en todo momento, mientras Claramunt, Pellicer y Lico cubrían el centro del campo.

El Barcelona intentó la penetración reiteradamente, pero pronto se vio que tal cosa únicamente era posible fiandose de Rexach, único hombre con ideas y técnica suficiente, por lo menos en esta ocasión, para intentar romper la cobertura blanca. En el juego ofensivo azulgrana se registró un lunar acusadísimo, que fue el bajo rendimiento de Marcial, el hombre que teóricamente ha de organizar desde atrás todo posible fútbol de ataque.

El Barcelona dominó y Rexach y Asensi estrellaron dos balones en los postes, postes que seguramente no dejarán de ser esgrimidos por quienes quieran paliar lo que no tuvo vuelta de hoja: que el Barcelona jugó un mal partido. Mejor en el primer tiempo, eso es cierto, como también lo es que llegar al descanso con un gol de ventaja hubiese sido absolutamente justo. Pero el gol no llegó y en la segunda mitad, el Barcelona no hizo sino incrementar sus defectos, siendo literalmente impotente para imponerse a un Valencia, y eso es lo grave, que tampoco fue nada del otro jueves.

Sol y Aníbal cubrieron bien el centro, bien y cómodamente, ante el acoso débil y siempre desfasado de los delanteros locales Barrachina eliminó a Pujol, que no tuvo su tarde y Valdez siempre en entró en luego arrastró tras él a dos o tres defensa azulgranas realizando jugadas de mucho mérito. Pero es que el Valencia sin olvidar a Lico, no fue más que eso. Y algunos de sus hombres por ejemplo Antón o Claramunt jugaron decepcionantemente.

El partido fue, globalmente vulgar. Valdez y Rexach únicas excepciones. Algo más de orden y de coherencia en la defensiva blanca que en el ataque azulgrana, pero todo ello a un nivel muy modesto. Y un encuentro que fue a menos a medida que avanzaba el tiempo; de la discreción inicial al caos de la última fase que fue decepcionante.

Para el líder, o sea el Barcelona, que a pesar del tropiezo no ha perdido su privilegiada posición, pero que de repetir actuaciones como esta tarde frente al Valencia, dejará, o dejaría, muy pronto de ocuparla. El Barcelona ha sido en esta ocasión juego vulgar, vacilante, nada profundo, un equipo sin ideas, refugiado en una parte de la clase en solitario de Rexach, ha sido la buena voluntad de sus hombres. La buena voluntad que no el acierto, ni tampoco —y eso se repite con demasiada frecuencia— una mínima intuición del arte del desmarque. Buscar espacios libres, escabullirse del control del advarsario, no parece que sea asignatura que entre en el actual plan de estudios de los barcelonistas, muy autoconvendos de una superioridad técnica —que no deja de ser teórica, e incluso hipotética— en la que parecen fiarlo todo.

También las sustituciones ordenadas desde la banda fueron, a nuestro modo de ver, poco afortunadas y acabaron de redondear el desbarajuste un imperante. Zabalza atrás, Juan Carlos adelante y Alfonseda en el cento, nos parece ser una combinación que ofrecía bastantes más garantías. Pero puede que nos equivoquemos, claro.

En lo que no nos equivocamos es en afirmar que el equipo precisa de un reajuste a fondo. Observar la tabla, constatar que todavía se marcha en cabeza y seguir fiándolo todo, por pura inercia, a las normas seguidas hasta ahora, seria una temeridad. El Barcelona es líder, pero no juega como un líder. Ante el Valencia, por lo menos, ha sido un equipo tan vulgar que daba auténtica grima...