Ficha de partido
Rayo Vallecano
2 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
10
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Miguel Ángel AnguloAsist: Salva Ballesta
28'
Pablo Sanz
30'
Graff
35'
Descanso
45'
Gonzalo De los Santos
45'
Mauricio Pellegrino
45'
Carlos Marchena
46'
Fabio AurelioAmedeo Carboni
54'
Corino
57'
Pablo AimarCarlos Marchena
63'
Pablo Sanz
66'
Vivar DoradoFerrón
69'
GlaucioBolic
77'
Miguel Ángel MistaSalva Ballesta
77'
HelderHernández
84'
Vicente Rodríguez
89'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Rayo Vallecano
Records vs Rayo Vallecano
Máximo goleador: Jonas Gonçalves (4 goles)
Goleador rival: Ninguno
Más partidos: Fernando Gómez (10 partidos)
Mayor victoria: 7 - 0 (08.04.1978)
Mayor derrota: 0 - 3 (11.12.1977)
Más repetido: 1-0 (7 veces)
Crónica
El equipo vallecano, colista de Primera, soltó el 'farolillo rojo' ganándole al líder, que también deja de serlo en beneficio de un Real Madrid que da por bueno su empate en el Camp Nou. Los goles de Pellegrino en propia puerta y Corino, sirvieron al 'matagigantes' madrileño para remontar el tanto inicial de Angulo. La primera parte fue un homenaje al fútbol. Rayo y Valencia saltaron pensando exclusivamente en los tres puntos, el empate no servía a ninguno de los dos en sus respectivas luchas, por la salvación y por el título, respectivamente, y todo aderezado con la polémica arbitral acabó en espectáculo. Comenzó fuerte el Valencia. Un equipo que pasa por estado de gracia, no acusa el cansancio.
La ilusión de obtener el título liguero y conscientes del "pinchazo" del Real Madrid, los primeros minutos fueron valencianistas. Salva, nada más comenzar, y Angulo en un mano a mano con Imanol Etxeberría, no lograron superar la meta rayista. Mientras el Rayo se encomendaba a la calidad de Michel. Era su partido número 100 en Primera, y en el que parece su último año antes de volar a un equipo de más ambición, deleitó con su calidad técnica antes de que el partido se convirtiese en una batalla campal.
Es el Valencia uno de los equipos que tiene la lección aprendida en Vallecas. Tras dos amplias goleadas en las dos últimas campañas, los hombres de Benítez, que volvió a repetir rotaciones, saltaron concentrados y agresivos en defensa, y con gran movilidad en los ataques. Mientras, Gregorio Manzano también apostó por el fútbol ofensivo. Peragón cambió su habitual posición en banda y acompañó a Bolic como segunda punta, mientras que Ferrón adelantó su posición del lateral a extremo, y dio mayor mordiente a la banda derecha. De las botas de Michel surgieron los primeros destellos locales. En el minuto 17 estrelló en la escuadra un libre directo, y cuatro más tarde dudó en un mano a mano con el meta valencianista, apostó después por el pase de la muerte y dejó escapar una ocasión clara de abrir el marcador. No falló el Valencia. Angulo que pasa por un dulce momento, volvió a marcar, al aprovechar una rápida contra y batiendo a placer a Etxeberría en el minuto 28.
Aparecieron los nervios en el Rayo. El resultado le hundía en el fondo de la clasificación, y la desesperación se trasladó al terreno de juego. Más cuando un equipo y una afición con la memoria fresca por los errores arbitrales, estallaron contra Turienzo Alvárez, que no señaló un claro penalti sobre Bolic en el minuto 31 ni otro sobre Quevedo en el 35. Las protestas se sucedían, y el Valencia pudo sacar provecho de la falta de concentración del Rayo. Vicente perdonó un mano a mano con Etxeberría, instantes antes de que el marcador se igualase con un tanto en propia mete del argentino Pellegrino. En la reanudación, las hostilidades se tomaron un respiro. Calma tensa, hasta que Ferrón levantó al público de su asiento con una jugada individual y un potente disparo ajustado al palo con el que se lucía Cañizares. Fue el aviso del segundo tanto. El córner lo aprovechó Corino, para devolver vida al Rayo con un testarazo que acabó en las mallas valencianistas.
Las protestas enérgicas de las primera mitad, las lamentó el Rayo cuando Pablo Sanz paró con falta la calidad de Aimar, y se marchó a los vestuarios en el minuto 66. Cambió el panorama futbolístico. El Rayo pasó a defenderse y el Valencia se hizo dueño del balón, pero sin remate. Jugadores del Rayo y afición se unieron en la adversidad, y el descontrol caracterizó el final del partido. El Valencia era traicionado por las prisas, y acabó entregando el liderato al Real Madrid. El Rayó tomó una bocanada de aire fresco en su ansiada lucha por evitar el descenso, y ganó la primera de las nueve finales que le quedan hasta final de temporada.
La ilusión de obtener el título liguero y conscientes del "pinchazo" del Real Madrid, los primeros minutos fueron valencianistas. Salva, nada más comenzar, y Angulo en un mano a mano con Imanol Etxeberría, no lograron superar la meta rayista. Mientras el Rayo se encomendaba a la calidad de Michel. Era su partido número 100 en Primera, y en el que parece su último año antes de volar a un equipo de más ambición, deleitó con su calidad técnica antes de que el partido se convirtiese en una batalla campal.
Es el Valencia uno de los equipos que tiene la lección aprendida en Vallecas. Tras dos amplias goleadas en las dos últimas campañas, los hombres de Benítez, que volvió a repetir rotaciones, saltaron concentrados y agresivos en defensa, y con gran movilidad en los ataques. Mientras, Gregorio Manzano también apostó por el fútbol ofensivo. Peragón cambió su habitual posición en banda y acompañó a Bolic como segunda punta, mientras que Ferrón adelantó su posición del lateral a extremo, y dio mayor mordiente a la banda derecha. De las botas de Michel surgieron los primeros destellos locales. En el minuto 17 estrelló en la escuadra un libre directo, y cuatro más tarde dudó en un mano a mano con el meta valencianista, apostó después por el pase de la muerte y dejó escapar una ocasión clara de abrir el marcador. No falló el Valencia. Angulo que pasa por un dulce momento, volvió a marcar, al aprovechar una rápida contra y batiendo a placer a Etxeberría en el minuto 28.
Aparecieron los nervios en el Rayo. El resultado le hundía en el fondo de la clasificación, y la desesperación se trasladó al terreno de juego. Más cuando un equipo y una afición con la memoria fresca por los errores arbitrales, estallaron contra Turienzo Alvárez, que no señaló un claro penalti sobre Bolic en el minuto 31 ni otro sobre Quevedo en el 35. Las protestas se sucedían, y el Valencia pudo sacar provecho de la falta de concentración del Rayo. Vicente perdonó un mano a mano con Etxeberría, instantes antes de que el marcador se igualase con un tanto en propia mete del argentino Pellegrino. En la reanudación, las hostilidades se tomaron un respiro. Calma tensa, hasta que Ferrón levantó al público de su asiento con una jugada individual y un potente disparo ajustado al palo con el que se lucía Cañizares. Fue el aviso del segundo tanto. El córner lo aprovechó Corino, para devolver vida al Rayo con un testarazo que acabó en las mallas valencianistas.
Las protestas enérgicas de las primera mitad, las lamentó el Rayo cuando Pablo Sanz paró con falta la calidad de Aimar, y se marchó a los vestuarios en el minuto 66. Cambió el panorama futbolístico. El Rayo pasó a defenderse y el Valencia se hizo dueño del balón, pero sin remate. Jugadores del Rayo y afición se unieron en la adversidad, y el descontrol caracterizó el final del partido. El Valencia era traicionado por las prisas, y acabó entregando el liderato al Real Madrid. El Rayó tomó una bocanada de aire fresco en su ansiada lucha por evitar el descenso, y ganó la primera de las nueve finales que le quedan hasta final de temporada.