Ficha de partido: 20.02.1972: Real Betis 1 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

Real Betis
Real Betis
1 - 0
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Rogelio
22'
Descanso
45'
Tatono GarcíaMiguel Ángel Adorno
45'
Enrique Claramunt IIPaquito García
64'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Benito Villamarín
Aforo: 56.500 espectadores
Ubicación: Sevilla (Sevilla) 
Inauguración: 1929

Rival: Real Betis

Records vs Real Betis

Máximo goleador: Arturo Montes (10 goles)
Goleador rival: Unamuno (6 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (05.04.1931)
Mayor derrota: 0 - 4 (05.05.1985)
Más repetido: 2-1 (17 veces)

Crónica

El Betis se ha apuntado una victoria importante rompiendo todos los pronósticos que, basados en la lógica, pudieran hacerse en torno a su enfrentamiento con el Valencia. El hecho de que el Madrid tuviera viaje propicio a Sabadell, o sea, partido de solución favorable relativamente fácil, en esta vigésima segunda jornada de la Liga, hacia que el Valencia no desperdiciaría la oportunidad de su visita al terreno del colista para ampliar también su cuenta de puntos positivos y, con ello, impedir un mayor distanciamiento del lider. Se decía, y no sin razón, que también podía ejercer una dolorosa, pero al mismó tiempo positiva, influencia en el rendimiento de los jugadores de Di Stéfano, el recuerdo de la reciente desaparición del que fuera gerente del club da Mestalla, Vicente Peris, en cuyo homenaje los profesionales valencianistas estaban llamados a una entraga absoluta en el partido de esta tarde. Eran factores muy a tener presentes al plantearse anticipadamente un encuentro de muy problemáticas apariencias para el equipo sevillano.

En la realidad ha ocurrido todo lo contrario. El Valencia fácil para un Betis al que le ha bastado correr tesoneramante y ligar un fútbol sencillo durante la primera parte del match para asegurarse un triunfo que parece abrirle ciertas perspectivas de permanencia en la Primera División, ya que psicológicamente esta víctoria repercutirá en el aumento de la moral de los jugadores. El partido ha tenido un desarrollo anómalo por las imperfecciones que ha acumulado el Valencia en su lucha estéril, anodina, sin vibración, realmente pobre. Más que un aspirante al título liguero, el Valencia, por sus modos, pareció ser un condenado sin remisión. En el naufragio general de los azules —que así vistió aquí el conjunto de Di Stéfano— tan sólo consiguió librarse Quino, a quien el público saludó con pita estrepitosa. Más tarde, durante el minuto da silencio que se reclamó para honrar la memoria de Vicente Peris, tal silencio se veía cortado por las voces destempladas de algunos aficionados que insultaron al ariete ex-bético. Quino, tan sólo Quino, y en cierto modo Lico, trabajador incansable, pero sin suerte, consiguieron un rendimiento aceptable en el partido da esta tarda. En el resto, nada, absolutamente nada. Hoja de servicio totalmente en blanco. Los extremos se movieron medrosos y sin fuerza para la penetración; Paquito fue una sombra, Adorno, lento y sin reflejos, no consiguió poner en dificultades el fútbol creador de González, cerebro del cuadro bético. En la zaga, Antón demostró hallarse en muy baja forma; entre Aníbal y Barrachina no hubo cohesión en ningún momento. El portero Meléndez pregonó de contínuo su nerviosismo. Un balón lejano disparado por González pegó en el travesaño sin que el meta diera la impresión de haberse enterado.

El betis encontró un rival ideal para hacerse con dos puntos legítimos que las circunstancias parecían negarle totalmente. Luego, la metamorfosis de esta circunstancia le pusieron en bandeja a un equipo roto, sin nervio, sin afán de triunfo, sin entusiasmo. El Valencia, por lo que ha hecho esta tarde en el estadio Benito Villamarín, parece haber arrojado la esponja.

El bol de los blanquiverdes fue obtenido en el minuto 19 por Rogelio. Tras una internada de Macario, el balón llegó a López, que lo elevó sobre el área. Rogelio, sin marcaje cercano, cambió su trayectoria colocándolo en la red. Tras el descanso, Di Stéfano trató de remediar todo lo que parecía irremediable colocando a Sol como centrocampista. Para ello dejó a Adorno en la caseta y colocó a Tatono en la zona ancha. Y hasta llegó a ser dominador territorial y dueño del balón. Pero en una ocasión tan solo llegó al área del Betis con ciertas posibilidades. Quino falló en el remate a puerta.