Inicio del partido

0'

Roberto Gil

40'

Descanso

45'

Paquito García

56'

Gárate

63'

Ufarte

89'

Final del partido

90'

Tarde fría de mucha niebla encendiéndose las luces del Estalio a los 18 minutos. Floja en trada: unos 30.000 espectadores. Antes de comenzar el partido, el vicepresidente del Atlético, señor Gutiérrez del Castillo, impuso al campeón de Europa del peso pluma, Calvo, la insignia de brillantes del Club. Calvo, entre gran
ovación, hizo el saque de honor.

Arbitró el colegiado señor Medina lglesias, del Colegio Asturiano. En el primer tiempo tuvo una actuación extremadamente meticulosa; pero se vio surperado por la actitud belicosa de unos y otros jugadores, mostrándose débil. A los 40 minutos, en un córner sacado por Claramunt, rechaza el balón Eusebio; pero Roberto lo empalma a media volea, enviándolo a la red por la escuadra. Es el único tanto de la primera parte.

A los 12 minutos de la segunda mitad, Paquito se hace con la pelota, avanza y, en jugada personal, tras burlar hasta al guardameta, marca el 0-2. A los 18 minutos, en un centro largo de Melo, Irureta sirve retrasado a Gárate, que consigue el primer gol átlético. A los 44 minutos, en una falta sacada por Ufarte, casi desde la banda, el esférico entra directamente en la red, sin que Abelardo pueda evitarlo. Es el empate a dos.

Partido fuerte, como lo son todos los que juega el Valencia, de bien diferentes características al Bilbao, último visitante del Manzanares. Hoy, el Atlético se ha visto dominado por su contrario, sino territorialmente, sí en el centro del campo, en el que los hombres de Mestalla se han impusto a los rojiblancos, donde falló la pareja de interiores. Por otra parte, el Atlético cargó excesivamente el juego por la derecha, en cuya ala Ufarte, que aparecia, trató constantemente de burlar a Videgany, sin conseguirlo.

El Valencia ha jugado con su clásico estilo; ha defendido con acierto, y ha contraatacado con éxiito, consiguiendo de esta forma dos goles. Cuando el marcador se puso a 0-2, pensamos en su victoria, porque el Atlético continuaba en sus errores. Sólo en el último segundo logró salvar un precioso punto.

El Atlético de Madrid decepcionó esta tarde. Cierto que el enemigo no era el mismo que el del miércoles último; pero de todas formas le vimos encogido y lento, tal vez por las flojas acaclones de Ufarte, Irureta y Adelardo. Muy bien Melo y Eusebio, y acertado Zubiarraín en la portería.

En la jugada del tanto del empate hubo doble falta. Primero, porque en el castigo sacado por Ufarte, origen del gol, el árbitro señaló libre indirecto, yendo la pelota directamente a la red. Segundo, porque el juego de línea, situado tras la portería del Abelardo, señaló reiteradamente fuera de juego atlético, sin que Medina Iglesias hiciera caso.