No pod�a esperar el público, los seguidores del Valencia, que tan inquietos estuvieron durante la primera parte, que al final del partido el resultado fuera tan claro a favor de su equipo. Y es, sencillainente, que a los grandes aciertos de Waldo unidos a dos errores defensivos del Granada, situaron el partido ya en un camino favorable que desembocó en un triunfo suyo, porque Waldo había de marcar todavía un tercer gol de méritos personales y clarísimos.

El Granada, como era de espeter, planteó un partido defensivo con defensa escoba y tres hombres al ataque, gracias al cual y a los aciertos de Manolin y estrecho marcaje a los delanteros valencianos, pudo mantener el marcador a cero durante casi toda la primera parte. Fue en el minuto treinta y ocho cuando de la manera más inesperada, a Manolin, se le ocurrió soltar la pelota ante Waldo al efectuar un saque de puerta, y Waldo, muy hábil y oportuno, se la quitó sin más ni más, metiendo el balón con toda facilidad y rompiendo el equilibrio que hasta entonces se había manifestado. El Valencia pudo marcar algún gol más en este tiempo y en una ocasión concretamente, fue un defensa granadino quien lo evitó, despejando la pelota desde la propia línea de puerta. Por el contrario, el Granada, tan sólo en una ocasión puso en peligro la puerta valenciana por fallos sucesivos de Mestre y Pesudo, no siendo gol por verdadero milagro. Sin embargo, hubo una circunstancia que influyó grandemente en el rendimiento del Granada. Fue al cuarto de hora, cuando Ansola, de una manera absurda y porque siempre se le ha considerado como jugador noble, entró de la peor manera a Almagro por la espalda, hundiéndole las dos rodillas.

Le dejó tan mal parado, que Almagro hubo de pasar después a extremo y quedarse en la caseta todo el segundo tiempo. Esto influyó grandemente en el sistema planteado por Eizaguirre, de forma que en la segunda parte fue un constante dominio del Valencia, que sacó un total de dieciséis corners por sólo dos en contra. Al cuarto de hora del segundo tiempo, unas manos tontas de un defensor granadino ocasionaron el segundo gol, porque Waldo aprovechó la mal formada barrera para meter la pelota por el costado de ésta, sin que el portero se enterara hasta tenerla dentro por la fuerza tan grande que le dio al balón. A la media hora hubo un acoso del Valencia con rechace de Manolin, quedando la puerta libre, pero Waldo, incomprensiblemente, tiró fuera. Sin embargo, para resarcirse, al minuto treinta y cuatro, en otro golpe franco, Waldo cabeceó magnificamente el que debía de ser tercer tanto del Valencia, con el que dio fin al partido.

En realidad el Valencia aún pudo marcar algún gol más porque el Granada se había entregado por completo. Sin embargo, Manolín y los defensas tuvieron alientos para cubrir su puerta con acierto. Ha sido una victoria del Valenia justa, pero conseguida muy a contrapelo. En el Valencia, falló de una manera total la línea media de la primera parte resarciéndose un poco en la segunda, pero a merced de la inferioridad numérica con que actuó el Granada. Hoy, Paquito ha fallado muchisimo, al igual que Poli. Waldo ha sido el único elemento realmente completo en aciertos del Valencia, y Ansola ha tenido el partido más flojo desde que juega en el Valencia, y Guillot no ha dado una a derechas en toda la tarde.

Por lo que se refiere al Granada, a base de juego defensivo ha estado bien, con los errores apuntados y el juego de ataque ha sido completamente nulo. Manolín, aparte el error que le costó el primer gol, ha tenido intervenciones muy eficaces. Datzira fue un defensa muy eficiente, así como el volante Carolo, que cubrió mucho terreno. En el ataque, tan sólo el delantero centro Eloy hizo algunas cosas. El catalán Herrero debutaba hoy como árbitro de Primera División y, en realidad, no ha tenido éxito ni mucho menos. Aparte de no haber señalado la entrada brutal de Ansola a Almagro, incurrió en otros errores, advirtiéndose el nerviosismo propio de un debutante en un partido que, en realidad, no fue difícil.