Inicio del partido

0'

Mauricio Pellegrino

44'

Descanso

45'

Scholes

45'

Silvestre

54'

Stam

70'

ButtBeckham

75'

Diego AlonsoJohn Carew

75'

SolskajaerScholes

84'

Roberto Ayala

89'

Final del partido

90'

La superioridad valencianista en la segunda parte no fue suficiente para que los locales doblegaran a un rival que había sido mejor en la primera. Empate justo entre el Manchester y uno de los mejores Valencias de la temporada. El partido fue intenso desde el principio, ya que el temido centro del campo inglés empezó a funcionar bien pronto, a pesar de que a los pocos segundos de partido el argentino Kily González gozó de la primera ocasión para abrir el marcador.

Los 'diablos rojos' imprimieron una rapidez y precisión a su juego que desbordaba a los valencianistas en la línea de creación, sin bien al llegar a las inmediaciones del área local la zaga valencianista abortaba el peligro, aunque con alguna dificultad. Los principales problemas para el Valencia llegaron por la banda izquierda, zona en la que velocidad del galés Ryan Giggs causó estragos y puso en algunos aprietos a la defensa del conjunto de Héctor Cúper. Paul Scholes también lo intentó con su fuerte disparo desde fuera del área.

Tras superar la fase intimidatoria a la que le sometió el Manchester, el Valencia se soltó y empezó a tratar de tú a tú al equipo de Alex Ferguson por lo que el ritmo del partido subió muchos enteros, con ambos equipos en busca del triunfo. Mientras el United buscaba la aproximación mediante el toque, con un juego que sus jugadores practicaron de memoria, el Valencia lo hizo con el debutante Pablo César Aimar, quien en su primera aparición en Mestalla se vio poco favorecido por un resbaladizo terreno de juego por la lluvia, aunque el argentino tuvo buenos destellos de calidad.

Al juego del Valencia en la segunda parte sólo le faltaba el gol pese a las continuas aproximaciones al área de Fabien Barthez, que llegaron fruto de las combinaciones de Kily González, Gaika Mendieta y Aimar. Precisamente la joven estrella argentina destapó el tarro de la esencias, lo que obligó a los pesos pesados de la defensa a recurrir a la mayor contundencia posible para frenar las acciones de un Aimar que enloqueció a la grada. Y es que el argentino dio motivos para soñar.

En el último cuarto de hora el equipo español bajó el ritmo y, aunque el Manchester United recuperó su peligrosidad, el partido no perdió la fogosidad ni la calidad que tuvo a los largo de su disputa.