Ficha de partido
UD Las Palmas
2 - 4
Valencia CF
Equipos titulares
10
11
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Antonio FuertesAsist: Walter Marciano
1'
Walter Marciano
18'
José Antonio Tercero
35'
Descanso
45'
Marcial
55'
Ricardito
60'
Juan Machado
67'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: UD Las Palmas
Records vs UD Las Palmas
Máximo goleador: Manuel Badenes (7 goles)
Goleador rival: Germán (8 goles)
Más partidos: Pep Claramunt (20 partidos)
Mayor victoria: 5 - 1 (01.10.2000)
Mayor derrota: 0 - 3 (28.02.1982)
Más repetido: 1-2 (8 veces)
Crónica
Por primera vez el Valencia ha logrado puntuar en el feudo canario. Tres factores han intervenido en esta victoria. Primero, la desastrosa tarde de Pepín, culpable de los tres primeros goles blancos. Segundo, la lesión de Naranjo, que sólo ha jugado nueve minutos. Y tercero, la inoportuna lesión de Larraz, en el momento crítico del encuentro, cuando Las Palmas ha puesto el marcador en 2 a 3 a los ocho minutos iniciales de la segunda mitad. Tres factores perfectamente claros han permitido al Valencia, pues, hacerse con dos espléndidos puntos positivos. La suerte futbolística se ha puesto hoy del lado del equipo valenciano, resarciéndose de otras tardes en que tuvo que verse goleado en este mismo estadio.
Continúa la desgracia cebándose en el equipo amarillo en forma de lesiones. Hoy se ha tenido que lamentar la ausencia de Torres, el hoy por hoy insustituible volante canario, debido a una lesión sufrida el pasado domingo. Y por si fuera poco, Naranjo, el hombre del empuje, corajudo, que se entrega al juego plenamente, a los ocho minutos, ha tenido que retirarse del terreno de juego con esguince. Ha vuelto a salir un par de minutos después, ocupando la demarcación de delantero centro, pero se ha tenido que retirar para no reaparecer. El equipo local se ha roto por la parte más débil, lo cual de antemano le significaba luchar el doble si se quería aspirar a un resultado victorioso. Los restantes hombres canarios lo han intentado, pero no ha podido ser. Imponderables del fútbol que han de saber encajar todos los equipos, aunque la mayoría de sus incondicionales no sepan verlos y comprenderlos.
El Valencia de esta tarde ha jugado cómodo, sin altibajos, sabiéndose superior en número. En una palabra, ha sabido jugar el partido tal como éste se ha presentado. Sin embargo, a nosotros no nos ha convencido. Tal y como han rodado las cosas, los valencianos han tenido al alcance de sus botas una victoria de escándalo que no han sabido aprovechar debido a la lentitud de sus delanteros. Han ganado, sí, pero más debido a la desgracia ajena que a virtudes propias, ayudado además en ocasiones de forma ostensible por el señor Gómez Contreras, quien si hay ascensos y descensos en los colegiados, y repite en otros lugarse su labor de hoy, lo vemos en Tercera División.
Al Las Palmas de esta tarde, con la fatalidad en contra, pecaríamos de injustos si quisiéramos analizar la labor individual de los jugadores, puesto que todos lucharon los 90 minutos, pero no podemos silenciar la desafortunada tarde de Pepín, culpable de los tres primeros goles del Valencia, si damos por sentado esto, si añadimos la desgraciada lesión de Naranjo y pensamos un momento que los minutos iniciales de la segunda mitad, Las Palmas estuvo en un tris de empatar y entonces se lesionó Larraz (momento crítico del partido, porque la desorientación existía en el Valencia), habremos analizado la voluntad y el tesón del conjunto canario. Ha habido fallos, sí, pero en estas circunstancias y con un 0-3 en contra nos parecen perfectamente disculpables. Sólo a la desgracia puede achacar Las Palmas su derrota, derrota que le sitúa en un lugar comprometido de la tabla, pero como decimos, lugar que sólo se debe culpar a la plaga de lesiones constantes que sufre desde antes de iniciarse el campeonato liguero.
Vayamos seguidamente a la reseña de los goles. En la jugada inicial del partido, Fuertes escapa y desde el vértice del área grande lanza un chut fortísimo. Pepín, adelantado, toca la pelota para desviarla a córner, pero entra hasta el fondo de la red, 0-1. A los doce minutos, Walter regatea a Salgado, y de tiro flojo marca el segundo gol valenciano, 0-2. A los veintinueve minutos, Tercero lanza un disparo desde el borde del área, cogiendo nuevamente adelantado a Pepín, y pone el marcador en un 0-3.
A los nueve minutos de la segunda parte y en un indirecto, Larraz saca sobre De Mola, éste empalma por entre la barrera, la pelota se le escapa a Goyo y Marcial, lanzado hacia el poste, marca el primer gol canario, 1-3. Dos minutos después, Ricardo, a la media vuelta, coge gran disparo que se cuela raso y junto al poste derecho de Goyo, 2-3. Y a los 13 minutos, Machado, en jugada personal, establece el 2-4 definitivo.
Continúa la desgracia cebándose en el equipo amarillo en forma de lesiones. Hoy se ha tenido que lamentar la ausencia de Torres, el hoy por hoy insustituible volante canario, debido a una lesión sufrida el pasado domingo. Y por si fuera poco, Naranjo, el hombre del empuje, corajudo, que se entrega al juego plenamente, a los ocho minutos, ha tenido que retirarse del terreno de juego con esguince. Ha vuelto a salir un par de minutos después, ocupando la demarcación de delantero centro, pero se ha tenido que retirar para no reaparecer. El equipo local se ha roto por la parte más débil, lo cual de antemano le significaba luchar el doble si se quería aspirar a un resultado victorioso. Los restantes hombres canarios lo han intentado, pero no ha podido ser. Imponderables del fútbol que han de saber encajar todos los equipos, aunque la mayoría de sus incondicionales no sepan verlos y comprenderlos.
El Valencia de esta tarde ha jugado cómodo, sin altibajos, sabiéndose superior en número. En una palabra, ha sabido jugar el partido tal como éste se ha presentado. Sin embargo, a nosotros no nos ha convencido. Tal y como han rodado las cosas, los valencianos han tenido al alcance de sus botas una victoria de escándalo que no han sabido aprovechar debido a la lentitud de sus delanteros. Han ganado, sí, pero más debido a la desgracia ajena que a virtudes propias, ayudado además en ocasiones de forma ostensible por el señor Gómez Contreras, quien si hay ascensos y descensos en los colegiados, y repite en otros lugarse su labor de hoy, lo vemos en Tercera División.
Al Las Palmas de esta tarde, con la fatalidad en contra, pecaríamos de injustos si quisiéramos analizar la labor individual de los jugadores, puesto que todos lucharon los 90 minutos, pero no podemos silenciar la desafortunada tarde de Pepín, culpable de los tres primeros goles del Valencia, si damos por sentado esto, si añadimos la desgraciada lesión de Naranjo y pensamos un momento que los minutos iniciales de la segunda mitad, Las Palmas estuvo en un tris de empatar y entonces se lesionó Larraz (momento crítico del partido, porque la desorientación existía en el Valencia), habremos analizado la voluntad y el tesón del conjunto canario. Ha habido fallos, sí, pero en estas circunstancias y con un 0-3 en contra nos parecen perfectamente disculpables. Sólo a la desgracia puede achacar Las Palmas su derrota, derrota que le sitúa en un lugar comprometido de la tabla, pero como decimos, lugar que sólo se debe culpar a la plaga de lesiones constantes que sufre desde antes de iniciarse el campeonato liguero.
Vayamos seguidamente a la reseña de los goles. En la jugada inicial del partido, Fuertes escapa y desde el vértice del área grande lanza un chut fortísimo. Pepín, adelantado, toca la pelota para desviarla a córner, pero entra hasta el fondo de la red, 0-1. A los doce minutos, Walter regatea a Salgado, y de tiro flojo marca el segundo gol valenciano, 0-2. A los veintinueve minutos, Tercero lanza un disparo desde el borde del área, cogiendo nuevamente adelantado a Pepín, y pone el marcador en un 0-3.
A los nueve minutos de la segunda parte y en un indirecto, Larraz saca sobre De Mola, éste empalma por entre la barrera, la pelota se le escapa a Goyo y Marcial, lanzado hacia el poste, marca el primer gol canario, 1-3. Dos minutos después, Ricardo, a la media vuelta, coge gran disparo que se cuela raso y junto al poste derecho de Goyo, 2-3. Y a los 13 minutos, Machado, en jugada personal, establece el 2-4 definitivo.