Ficha de partido
Rac. Santander
2 - 0
Valencia CF
Equipos titulares
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Loredo
42'
Descanso
45'
San Emeterio
52'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Rac. Santander
Records vs Rac. Santander
Máximo goleador: José Vilanova (7 goles)
Goleador rival: Cisco (9 goles)
Más partidos: Miguel Ángel Angulo (14 partidos)
Mayor victoria: 8 - 1 (03.10.1954)
Mayor derrota: 0 - 5 (31.03.1935)
Más repetido: 1-2 (13 veces)
Crónica
Buena entrada registró el campo de Sport del Sardinero para presenciar la lucha Racing-Valencia. A la bora anunciada Escartín, encargado de dirigir la contienda, formó a los equipos. Eligió el Racing campo a favor de viento. Desde los primeros momentos hasta final del partido, éste solo tuvo una característica: franco y continuo dominio del equipo local y desesperada defensa del equipo levantino. Si el Racing hubiese poseído un delantero centro un poco peligroso, el tanteo hubiese sido mucho más copioso, pero la labor de San Emeterio fué completamente nula desperdiciando cuantas ocasiones se le presentaron para marcar. En cambio la línea media tuvo una actuación formidable en la cual Oscar, el veterano, brilló a gran altura.
En el grupo valenciano solo hay que destacar la gran actuación de la pareja defensiva en la que tanto Melenchón como Pasarín pusieron cátedra de lo que es contener a un ataque enemigo que durante 45 minutos se vuelca sobre la portería. Un solo goal se logró en esta primera parte y fué faltando escasamente tres minutos para terminar el partido. Una escapada del ala derecha santanderina que fué la más peligrosa del ataque local durante todo el encuentro, dió ocasión a que Loredo cruzase el balón imparablemente logrando el primer tanto local, acogido con una nutrida salva de aplausos. Momentos después llegaba el descanso.
En el segundo tiempo y en sus comienzos, el Racing empujó sobremanera sobre la portería de Cano y a los siete minutos de haber comenzado esta segunda mited un magnifico pase del pequeño Loredo no tuvo más remedio, a pesar de sus desaciertos, que converlo en goal San Emeterio. A continuación hubo una jugada que encrespó los ánimos y fué debida a Escartín que cometió la única pifia de la tarde y que el público, sin tener en cuenta la gran actuación del árbitro madrileño durante todo el partido, le increpó duramente.
En un avance santanderino Santi centró recogiendo el balón cuando ya había pasaco la línea de kick; el banderín señaló la falta pero Escartín no la pitó y cuando Larrinaga fusiló el tanto y el árbitro lo daba por válido, ante las protestas de los valencianos consultó a los liniers y entonces anuló el tanto ante la gritería del público.
Desde este momento hasta el final el dominio santanderino fué enorme, pero nuevamente Melenchón y Pasarín fueron la muralla inexpugnable en que se estrelló el ataque local. El Valencia no dó la sensación de peligro que el público esperaba de él. Con un portero aceptable, una defensa magnífica, unos medios trabajadores, pero un ataque inofensivo, no dió sensación de peligro en ningún momento, pues además su juego fué pobre en entusiasmo e interés.
El Racing realizó un buen partido. Bien Solá, mejor la defensa donde destacó Ceballos, admirable la línea media en la que Oscar fué el mejor jugador de los 22 que pisaron el césped, pero el ataque con poca fortuna y además con un delantero centro que no ligó con ninguna de sus dos alas. Fué poco peligroso, y sobre todo incapaz de vencer la magnífica defensa levantina. El mejor, Loredo, sobre todo en el primer tiempo. Escartín, que realizó un magnífico arbitraje, fué excesivamente chillado en la única pifia que cometió durante el partido.
En el grupo valenciano solo hay que destacar la gran actuación de la pareja defensiva en la que tanto Melenchón como Pasarín pusieron cátedra de lo que es contener a un ataque enemigo que durante 45 minutos se vuelca sobre la portería. Un solo goal se logró en esta primera parte y fué faltando escasamente tres minutos para terminar el partido. Una escapada del ala derecha santanderina que fué la más peligrosa del ataque local durante todo el encuentro, dió ocasión a que Loredo cruzase el balón imparablemente logrando el primer tanto local, acogido con una nutrida salva de aplausos. Momentos después llegaba el descanso.
En el segundo tiempo y en sus comienzos, el Racing empujó sobremanera sobre la portería de Cano y a los siete minutos de haber comenzado esta segunda mited un magnifico pase del pequeño Loredo no tuvo más remedio, a pesar de sus desaciertos, que converlo en goal San Emeterio. A continuación hubo una jugada que encrespó los ánimos y fué debida a Escartín que cometió la única pifia de la tarde y que el público, sin tener en cuenta la gran actuación del árbitro madrileño durante todo el partido, le increpó duramente.
En un avance santanderino Santi centró recogiendo el balón cuando ya había pasaco la línea de kick; el banderín señaló la falta pero Escartín no la pitó y cuando Larrinaga fusiló el tanto y el árbitro lo daba por válido, ante las protestas de los valencianos consultó a los liniers y entonces anuló el tanto ante la gritería del público.
Desde este momento hasta el final el dominio santanderino fué enorme, pero nuevamente Melenchón y Pasarín fueron la muralla inexpugnable en que se estrelló el ataque local. El Valencia no dó la sensación de peligro que el público esperaba de él. Con un portero aceptable, una defensa magnífica, unos medios trabajadores, pero un ataque inofensivo, no dió sensación de peligro en ningún momento, pues además su juego fué pobre en entusiasmo e interés.
El Racing realizó un buen partido. Bien Solá, mejor la defensa donde destacó Ceballos, admirable la línea media en la que Oscar fué el mejor jugador de los 22 que pisaron el césped, pero el ataque con poca fortuna y además con un delantero centro que no ligó con ninguna de sus dos alas. Fué poco peligroso, y sobre todo incapaz de vencer la magnífica defensa levantina. El mejor, Loredo, sobre todo en el primer tiempo. Escartín, que realizó un magnífico arbitraje, fué excesivamente chillado en la única pifia que cometió durante el partido.