Ficha de partido
Dep. Alavés
1 - 1
Valencia CF
Equipos titulares
10
Sustituciones
Ninguno
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Juan CostaAsist: José Vilanova
11'
Euskalduna (Pen.)
14'
Descanso
45'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Dep. Alavés
Records vs Dep. Alavés
Máximo goleador: Juan Costa (6 goles)
Goleador rival: Olivares (6 goles)
Más partidos: Santi Cañizares (12 partidos)
Mayor victoria: 5 - 0 (01.05.1999)
Mayor derrota: 0 - 7 (20.03.1955)
Más repetido: 1-1 (6 veces)
Crónica
Al principio del partido se jugó a mucho tren, y llegados los cuatro minutos intensó el Alavés terminar dos avances, pero Irureta se mostró muy flojo a la hora de rematar, en cuyo espejo debió mirarse también Vilanova, porque fracasó en su debut tirando a goal. Han pasado seis minutos y se castiga el primer córner en contra del Alavés. En estos preliminares se juega con velocidad, y el público ve fútbol, ya que el Alavés sorprende gratamente con algunas bonitas avanzadas, en las que descuella extraordinariamente la labor de Urretavizcava, mientras que el Valencia, que también las ejecuta, tiene a Torredeflot, en un día completamente gris. No tiene más defecto este bonito sistema de juego; de la delantera valenciana, que su inofensividad frente al marco, por la tardanza en la impulsación del balón en busca de tantos.
Con estas características de juego sigue la indecisión frente a los marcos respectivos, y a los veinte minutos se castiga de nuevo con un córner al Alavés. Dos minutos después avanzan sueltamente los levantinos, interviniendo primero Euskalduna, sin cortar la jugada, y después Arana, pegado a Costa, ante quien más parece un espectador que un jugador de defensa, y esto facilita al interior valenciano un remate a placer, que se convierte en goal.
Poco dura la ventaja, pues a los dos minutos siguientes, al bombearse una pelota trente al área, e intentar entrar al remate nuestros jugadores, intercepta Melenchón el balón con la mano, y el arbitro castiga penalty, encargándose Euskalduna de convertirlo en el goal del empate. Después de estas jugadas sobrevienen tres corners, con ligeros intervalos en contra del Valencia, y al terminar el tercero, que sale de los pies de Sarmantón, recoge la pelota Urretavizcaya, centrándola a placer y enviandola sobre la pueita Irureta. Y sin más alteraciones dignas de mención acaba el primer tiempo.
En la segunda parte, el juego del Alavés fue más impreciso todavía, no saliéndose aprovechar el dominio ejercido. Al minuto de comenzar centra Urretavizcaya, y al portero se le va el balón de las manos, pero Irureta, torpe y falto de rapidez, no llega para rematar en tales circunstancias. Transcurren cuatro minutos, y en un chut de Irureta, vuelve Nebot a dejarse ir el balón de sus manos, sin que tampoco esta vez haya un delantero para aprovecharse de tal situación.
Llegamos a los seis minutos, y Pasarín se ve obligado a ceder un córner, que no ofrece ninguna variación. Las jugadas vistosas escasean bastante, pero esto no obstante el interior izquierda levantino se arranca impetuoso, librándose de la defensa, y ya sólo ante Santamaría, tira a goal, pero el portero sale a su encuentro y, de rodillas, detiene el balón con las manos, sin blocarlo, no pudiendo retroceder a tiempo a la puerta para evitar una segunda intentona perforadora, que, naturalmente, se produce, y en términos catastróficos para el Alavés; mas la habilidad de Urquiri evitó, con el pecho, que el balón entrase en la puerta, no sin sufrir fuerte encontronazo con aquel, que había sido impulsado por virtud de un disparo formidable. Descontada esta jugada de verdadera emoción, el resto del encuentro fué monótono, reduciéndose a un ataque infructuoso y una defensa enorme a cargo del Valencia, siendo castigado este equipo con cinco corners y uno el Alavés.
Por haberse lesionado a los veinticinco minutos Navarro, pasó a jugar de extremo, y Torredeflot, de interior, y cuando quedaban diez minutos escasos, cambiaron sus puestos David y Euskalduna, pero tampoco esto dio resultado, y el partido acribó con el empate a uno, que significa el descenso del Alavés, a la segunda división. En el cuadro valenciano destacaron los delanteros, y, entre éstos, el interior izquierda. Los defensas hicieron un juego sereno y reposado, favorecidos por la ineptitud acometedora de la delantera deportivista, ya que las pocas veces que acosaron a Pasarín y su compañero pudieron interceptar los despejes de éstos, facilitando su acercamiento a la puerta. De los medios, el mejor seguramente fue Conde, pues Molina, que empezó bien templando los pases y favoreciendo los avances de su equipo, se agotó pronto, pasando casi desapercibida su actuación.
En el grupo alavés destacó sobre todos la labor de Castro, que iugó con mucho entusiasmo, gran nervio y no menos valentía, siendo el mejor creador de juego de la línea media. Sus dos compañeros estuvieron más flojos, mejorando Antero stíbre el comportamiento de Urquiri. Euskalduna y Santamaría, a tono con Castro En cambio. Arana estuvo muy mal. Y nada digamos de Sarmantón, que fue completamente nulo en el campo, como lo fue Irureta, especialmente en el segundo tiempo, y también, poco más o menos, los dos interiores. En cambio, Urretavizcaya fue de los pocos que se salvaron de una tarde desdichada. El arbitraje de Escartín estuvo bien, facilitando esta labor su colocación en el campo, siguiendo con prontitud la trayectoria del balón, lo cual le permitió apreciar la mayor parte de las faltas. Desde luego, no puede quejarse el Valencia del arbitraje del colegiado madrileño.
Con estas características de juego sigue la indecisión frente a los marcos respectivos, y a los veinte minutos se castiga de nuevo con un córner al Alavés. Dos minutos después avanzan sueltamente los levantinos, interviniendo primero Euskalduna, sin cortar la jugada, y después Arana, pegado a Costa, ante quien más parece un espectador que un jugador de defensa, y esto facilita al interior valenciano un remate a placer, que se convierte en goal.
Poco dura la ventaja, pues a los dos minutos siguientes, al bombearse una pelota trente al área, e intentar entrar al remate nuestros jugadores, intercepta Melenchón el balón con la mano, y el arbitro castiga penalty, encargándose Euskalduna de convertirlo en el goal del empate. Después de estas jugadas sobrevienen tres corners, con ligeros intervalos en contra del Valencia, y al terminar el tercero, que sale de los pies de Sarmantón, recoge la pelota Urretavizcaya, centrándola a placer y enviandola sobre la pueita Irureta. Y sin más alteraciones dignas de mención acaba el primer tiempo.
En la segunda parte, el juego del Alavés fue más impreciso todavía, no saliéndose aprovechar el dominio ejercido. Al minuto de comenzar centra Urretavizcaya, y al portero se le va el balón de las manos, pero Irureta, torpe y falto de rapidez, no llega para rematar en tales circunstancias. Transcurren cuatro minutos, y en un chut de Irureta, vuelve Nebot a dejarse ir el balón de sus manos, sin que tampoco esta vez haya un delantero para aprovecharse de tal situación.
Llegamos a los seis minutos, y Pasarín se ve obligado a ceder un córner, que no ofrece ninguna variación. Las jugadas vistosas escasean bastante, pero esto no obstante el interior izquierda levantino se arranca impetuoso, librándose de la defensa, y ya sólo ante Santamaría, tira a goal, pero el portero sale a su encuentro y, de rodillas, detiene el balón con las manos, sin blocarlo, no pudiendo retroceder a tiempo a la puerta para evitar una segunda intentona perforadora, que, naturalmente, se produce, y en términos catastróficos para el Alavés; mas la habilidad de Urquiri evitó, con el pecho, que el balón entrase en la puerta, no sin sufrir fuerte encontronazo con aquel, que había sido impulsado por virtud de un disparo formidable. Descontada esta jugada de verdadera emoción, el resto del encuentro fué monótono, reduciéndose a un ataque infructuoso y una defensa enorme a cargo del Valencia, siendo castigado este equipo con cinco corners y uno el Alavés.
Por haberse lesionado a los veinticinco minutos Navarro, pasó a jugar de extremo, y Torredeflot, de interior, y cuando quedaban diez minutos escasos, cambiaron sus puestos David y Euskalduna, pero tampoco esto dio resultado, y el partido acribó con el empate a uno, que significa el descenso del Alavés, a la segunda división. En el cuadro valenciano destacaron los delanteros, y, entre éstos, el interior izquierda. Los defensas hicieron un juego sereno y reposado, favorecidos por la ineptitud acometedora de la delantera deportivista, ya que las pocas veces que acosaron a Pasarín y su compañero pudieron interceptar los despejes de éstos, facilitando su acercamiento a la puerta. De los medios, el mejor seguramente fue Conde, pues Molina, que empezó bien templando los pases y favoreciendo los avances de su equipo, se agotó pronto, pasando casi desapercibida su actuación.
En el grupo alavés destacó sobre todos la labor de Castro, que iugó con mucho entusiasmo, gran nervio y no menos valentía, siendo el mejor creador de juego de la línea media. Sus dos compañeros estuvieron más flojos, mejorando Antero stíbre el comportamiento de Urquiri. Euskalduna y Santamaría, a tono con Castro En cambio. Arana estuvo muy mal. Y nada digamos de Sarmantón, que fue completamente nulo en el campo, como lo fue Irureta, especialmente en el segundo tiempo, y también, poco más o menos, los dos interiores. En cambio, Urretavizcaya fue de los pocos que se salvaron de una tarde desdichada. El arbitraje de Escartín estuvo bien, facilitando esta labor su colocación en el campo, siguiendo con prontitud la trayectoria del balón, lo cual le permitió apreciar la mayor parte de las faltas. Desde luego, no puede quejarse el Valencia del arbitraje del colegiado madrileño.