Ficha de partido: 24.02.2005: Steaua Bucarest 2 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

St. Bucarest
St. Bucarest
2 - 0
Penalties (4-3)
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Bernardo Corradi
31'
Ogararu
36'
Descanso
45'
Cristea
50'
Cristea
71'
Marin
72'
Marco Di VaioXisco Muñoz
78'
Miguel Ángel MistaBernardo Corradi
78'
Miguel Ángel Mista
84'
BostinaDinita
85'
Inicio pr�rroga
90'
Pablo AimarEmiliano Moretti
90'
Bostina
91'
BaciuCristea
95'
LovinOprita
113'
Penalties (4-3)
120'
Final del partido
120'

Estadio



Nombre: Stadionul Ghencea
Aforo: 27.577 espectadores
Ubicación: Bucarest (Muntenia) 
Inauguración: 09/04/1974

Rival: St. Bucarest

Records vs St. Bucarest

Máximo goleador: Adrian Ilie (2 goles)
Goleador rival: Cristea (2 goles)
Mayor victoria: 3 - 0 (29.09.1998)
Mayor derrota: 0 - 2 (24.02.2005)
Más repetido: 3-0 (2 veces)

Crónica

El Valencia toca fondo. Se hunde, ante la ineficacia de su entrenador y la pasividad de un consejo de administración incapaz de tomar medidas y aportar soluciones. Los jugadores, por su parte, no están exentos de responsabilidad. La imagen, en general, es lamentable, resultado al margen. Eliminado en los penaltis, el ridículo de ayer ante un rival que murió en el partido es de los que hacen época. No se puede salir a un campo de fútbol a pasearse, a mirar como juega el rival, sin obstáculo ni oposición alguna. Y no sólo se trata del mal juego. El aspecto físico es también tremendo, bajo mínimos, algo que no se comprende en el caso del Valencia. Sí en un Steaua cuyos futbolistas reventaron sobre el maltrecho césped, dando una lección de humildad y profesionalidad. Hubo que ver al veterano Munteanu –36 años–, jugar y correr. Encomiable.

En el transcurso del primer tiempo, el Valencia sufrió más incluso de lo que se preveía y si esto sucedió fue por sus propios errores. Si bien Ranieri había diseñado un esquema acorde a lo que requería la cita, sus jugadores se metieron atrás, excesivamente atrás, en una actitud incomprensible que les pudo costar muy caro. El corazón de los valencianistas estuvo en un puño a los cuatro minutos de juego, cuando Prita remató con la cabeza y el balón se estrelló en el poste derecho de la portería de Palop. Fue el primer gran sobresalto. Esta acción espoleó a los rumanos, que ya habían salido en tromba, y pusieron cerco al portal valenciano, al que acribillaron desde todos lados. Culpables, los propios jugadores de Ranieri que, incapaces de tener el balón en su poder diez segundos, mostraron su incapacidad para proyectarse en ataque y, encima, defendieron mal. Moretti pudo tener pesadillas por la noche con Oprita, que desquició con sus acciones al italiano. Como en el centro del campo tampoco se retenía el balón ni se fijaban las marcas –algún valencianista se reservó en exceso las piernas–, el Steaua era poco menos que una apisonadora.

Los únicos destellos de lucidez en el Valencia los dio Fabio Aurelio. El mejor de su equipo en esos instantes. Claudio Ranieri debería replantearse seriamente lo que ha hecho hasta ahora con el brasileño. Dejarle en el banquillo es un lujo excesivamente caro que no puede permitirse el Valencia de nuestros días. Es un futbolista que te ofrece recursos en cualquier demarcación; atrás, en la medular y como extremo. Fue el que más y mejor llegó arriba y suyos fueron los únicos centros aprovechables. Pero no tuvo acompañamiento alguno. Baraja cometió más errores que aciertos, Albelda trabajaba siempre en defensa –hacía falta–, Rufete apenas recibió el balón y Corradi y Xisco ni existieron. Las oleadas ofensivas del Steaua, bien llevado desde atrás por Munteanu y Paraschiv, las rompía el Valencia como buenamente podía. Y cuando no lo conseguía allí estaba Palop, impresionante en dos intervenciones, la segunda sobre todo, minuto 33, cuando despejó a córner un remate a bocajarro de Cristea. El portero valenciano va a más. Es su momento y lo está aprovechando. Así, con mucho sufrimiento y pocas luces, el Valencia se fue al intermedio.

El descanso no sirvió para que Ranieri leyera la cartilla a los suyos y salieran con otro aire para afrontar la fase decisiva. Y como todo sucedió igual que al inicio del partido, a los cinco minutos Cristea abrió el marcador para delirio de los aficionados rumanos. A partir de ahí, la angustia fue en aumento. El Valencia quiso estirarse y dio la impresión de que podía conseguirlo a poco que se lo propusiera. Nada de nada. Oprita y Cristea siguieron haciendo de las suyas. De medio campo para adelante, el Steaua fue temible por momentos. Así estaba el Valencia, insensible e incapaz de reaccionar. Y en el pecado llevó la penitencia. Con la duda de que hubiera fuera de juego, Cristea fusiló a Palop y el estadio se convirtió en un manicomio. La tragedia se mascaba.

Ranieri, esta vez, no esperó tanto para hacer los cambios. Retiró a Corradi y Xisco, espectadores de excepción anoche, y dio entrada a Mista y Di Vaio. Los intentos por remediar lo que parecía irremediable fueron en vano. Lástima el tanto que se anuló a Baraja por fuera de juego, que hubiera evitado la prórroga y que el ridículo valencianista se prolongara.

PENALTIES: 1-0: Radoi, gol. 1-1: Aimar, gol. 1-1: Monteanu, para Palop. 1-2: Mista, gol. 2-2: Lovin, gol. 2-3: Rufete, gol. 3-3: Bostina, gol. 3-3: Baraja, alto. 4-3: Dica, gol. 4-3: Di Vaio, alto.