Ficha de partido
Valencia CF
1 - 3
FC Barcelona
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Rivaldo (Pen.)
25'
Fernando Cáceres
26'
Claudio López
28'
Guillermo MorigiMiguel Ángel Soria
30'
Rivaldo
40'
Amedeo Carboni
42'
Adrian IlieGaizka Mendieta
45'
Ariel Ortega
45'
Descanso
45'
Luis Milla
49'
GiovanniAnderson
60'
Jocelyn AnglomaAsist: Ariel Ortega
69'
AmorFigo
70'
Bogarde
70'
Juanfran GarcíaMiroslav Djukic
72'
NadalDe la Peña
76'
Rivaldo
79'
Amor
84'
Giovanni
90'
Final del partido
91'
Estadio
Rival: FC Barcelona
Records vs FC Barcelona
Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Más partidos: Juan Ramón Santiago (36 partidos)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)
Crónica
"¡Valencia, Valencia, Valencia!", gritos y una explosiva ovación fue el método escogido por el público para despedir a sus jugadores a la finalización del partido. Se trataba del reflejo de la injusticia vivida, pues nunca un equipo hizo tan poco para ganar en detrimento de otro que lo dominó por completo, tras cuajar un excelente encuentro durante los 90 minutos. El Valencia mereció no sólo ganar el partido, sino seguir en la Copa del Rey, pero es el Barcelona el que continúa en dicha competición tras haber acumulado muy poco mérito para ello.
Dos factores decidieron que la eliminatoria no se quedase en Mestalla: primero, la parcial actuación del colegiado López Nieto, al pitar un penalti inexistente a favor del Barça; y el segundo motivo, hay que encontrarlo en la falta de suerte o de puntería, si se quiere, por parte de los jugadores valencianistas, en especial de Ortega, Claudio López e Ilie, que vivieron multitud de ocasiones de gol, pero fueron incapaces de materializarlas.
El Valencia cuajó el mejor partido de la presente temporada. Estuvo acertado y con iniciativa en la primera parte, pero en la segunda convirtió a su adversario en un equipo vulgar que sacó a relucir todas sus carencias, demostrando que se trata de una formación vulnerable con una defensa que da pena.
López Nieto tuvo la actuación que todo equipo desea cuando juega lejos de su campo. Rígido con los locales y complaciente con los visitantes, y máxime si este equipo es el FC Barcelona. Fue un arbitraje inteligente para el Barça, ya que fue minando poco a poco los intereses valencianistas y, de esta forma, supo inclinar la balanza a favor del equipo catalán cuando señaló un penalti que desde la grada no se interpretó como tal. Una jugada bien fabricada por Luis Enrique, con escenificación incluida, y en la que Cáceres picó escenificando todo lo contrario. Un penalti que a través de la televisión tampoco despejó las dudas. En cambio, él, López Nieto, con toda seguridad, lo señaló y con ello proporcionó un balón de oxígeno a un equipo que se estaba ahogando en su propia miseria futbolística.
Al Barcelona le sirvieron en bandeja la tranquilidad de verse con una cómoda ventaja mientras al Valencia le entraron las prisas, tuvo que abrir líneas y empezó a correr riesgos al verse obligado a dejar huecos que favorecieron la jugada del segundo gol de Rivaldo. Ariel Ortega decidió pisar el área y protagonizó dos forzadas caídas. El público, en ambas ocasiones, reclamó penalti. Desde la grada pareció que en el primero, en el minuto 36, Celades empuja a Ortega. Sin embargo el árbitro no lo pitó y las dudas quedan para despejarlas a través de la televisión.
El Valencia dio la cara, jugó a un alto nivel y el único pero que se le puede poner es, precisamente, el que viene arrastrando desde hace varias temporadas y que hace referencia a la necesidad de encontrar a un hombre que en el área resuelva, pues de haber existido ayer se hubiera logrado una goleada histórica. Una vez más, el fútbol dejó constancia de que no es justo y el Valencia fue ayer una víctima de una nueva injusticia.
Dos factores decidieron que la eliminatoria no se quedase en Mestalla: primero, la parcial actuación del colegiado López Nieto, al pitar un penalti inexistente a favor del Barça; y el segundo motivo, hay que encontrarlo en la falta de suerte o de puntería, si se quiere, por parte de los jugadores valencianistas, en especial de Ortega, Claudio López e Ilie, que vivieron multitud de ocasiones de gol, pero fueron incapaces de materializarlas.
El Valencia cuajó el mejor partido de la presente temporada. Estuvo acertado y con iniciativa en la primera parte, pero en la segunda convirtió a su adversario en un equipo vulgar que sacó a relucir todas sus carencias, demostrando que se trata de una formación vulnerable con una defensa que da pena.
López Nieto tuvo la actuación que todo equipo desea cuando juega lejos de su campo. Rígido con los locales y complaciente con los visitantes, y máxime si este equipo es el FC Barcelona. Fue un arbitraje inteligente para el Barça, ya que fue minando poco a poco los intereses valencianistas y, de esta forma, supo inclinar la balanza a favor del equipo catalán cuando señaló un penalti que desde la grada no se interpretó como tal. Una jugada bien fabricada por Luis Enrique, con escenificación incluida, y en la que Cáceres picó escenificando todo lo contrario. Un penalti que a través de la televisión tampoco despejó las dudas. En cambio, él, López Nieto, con toda seguridad, lo señaló y con ello proporcionó un balón de oxígeno a un equipo que se estaba ahogando en su propia miseria futbolística.
Al Barcelona le sirvieron en bandeja la tranquilidad de verse con una cómoda ventaja mientras al Valencia le entraron las prisas, tuvo que abrir líneas y empezó a correr riesgos al verse obligado a dejar huecos que favorecieron la jugada del segundo gol de Rivaldo. Ariel Ortega decidió pisar el área y protagonizó dos forzadas caídas. El público, en ambas ocasiones, reclamó penalti. Desde la grada pareció que en el primero, en el minuto 36, Celades empuja a Ortega. Sin embargo el árbitro no lo pitó y las dudas quedan para despejarlas a través de la televisión.
El Valencia dio la cara, jugó a un alto nivel y el único pero que se le puede poner es, precisamente, el que viene arrastrando desde hace varias temporadas y que hace referencia a la necesidad de encontrar a un hombre que en el área resuelva, pues de haber existido ayer se hubiera logrado una goleada histórica. Una vez más, el fútbol dejó constancia de que no es justo y el Valencia fue ayer una víctima de una nueva injusticia.