Inicio del partido

0'

Porcal

8'

Caballero

15'

Arturo Montes

31'

Arturo Montes

44'

Descanso

45'

Federico

48'

César

54'

César

71'

Arturo Montes

88'

Final del partido

90'

Como de costumbre, gran muchedumbre acudió al campo de los campeones a presenciar la lucha entre el equipo cortesano y los valencianos. Confesemos sinceramente que exceptuando una pequeña minoría compuesta por antiguos aficionados, que acuden siempre a los partidos con ánimo de conocer las cualidades del equipo que nos visita, la inmensa mayoría de público teniendo en cuenta la clasificación en su campeonato, el team madrileño, y al propio tiempo del resultado tan favorable que sobre el mismo obtuvieron los valencianos en los recientes encuentros celebrados en Madrid, asistió al encuentro creyendo una bonita exhibición y por consecuencia una derrota de los forasteros. Pero los cálculos resultaron completamente fallidos, no precisamente por que el equipo madrileño se nos presentase potentes y arrollador ni muchísimo menos, sino por culpa de los propios valencianos y muy singularmente de aquellos jugadores que cuando quieren trabajar, saben demostrar ante cualquier adversario, por terrible que sea, su excelente clase, conquistando al público ocn su juego emocionante y digno de elogios, pero que al propio tiempo cuando les domina la apatía, son capaces de desesperar al espectador más pacífico. Y esto precisamente es lo que en este partido le ocurrió al equipo valenciano.

Comenzó el encuentro y a los pocos momentos, mediante bonita combinación, Porcal remató de modo imparable el primer goal. Empataron los madrileños de resultar de un corner rematado impecablemente por Caballero. Acto contínuo, mediando escaso tiempo, Montes marcó dos tantos con escaso lucimiento y a partir de ello, el encuentro, que ya de por sí se deslizaba en medio de un juego tan rematadamente malo, que el público lo tomó a guasa, abucheando constantemente a los valencianos y alentando con aplausos a los forasteros, ya que por lo menos estos, si bien su juego no se diferenciaba en mucho de los locales, tenía por el contrario una buena cualidad, mucha voluntad y fe en las jugadas, circunstancias muy dignas de elogio, singularmente en aquellos momentos. Así las cosas los madrileños apretaron, y Federico marcó dos goals y César consiguió el cuarto tanto que parecía ser el que había de darles la victoria, pero casi al final, se operó una reacción en los elementos valencianos y en un deseperado ataque local. Nicolás detuvo con la mano un centro de Cordellat, jugada que castigada muy justamente con penalty, sirvió para que el desacertado, mejor dicho, desdichado equipo del Valencia, tuviese la suerte de obtener un empate que nunca mereció, en vez de una derrota que es lo que en justicia les correspondía por su actuación.

Como antes decimos, todos jugamos muy mal. Ahora bien, quizás Caballero, Nicolás y Marcet pueden ser los menos censurables entre los madrileños, y tan sólo los valencianos Hipólito y Cordellat por su voluntad merecen alguna benevolencia. Los ases pésimos y hasta alguno de ellos (Montes) para colmo de desdichas sufrió una duerte lesión en la rótula. Arbitró acertadamente Fernández.