Inicio del partido

0'

Voro González

10'

Parri

18'

Catali

25'

Chesa

29'

Quique FloresAsist: Fernando Giner

35'

Tomás González

39'

AntonioManolo

45'

Descanso

45'

Manolo

54'

JuarezParri

65'

Rommel FernándezEloy Olaya

68'

Chesa

72'

Roberto Fernández

80'

Carlos ArroyoFernando Giner

81'

Antonio

83'

Final del partido

90'

Lleno absoluto en el Luis Casanova, cuyas arcas ingresaron más de 51 "kilos". Diez mil albaceteños en las gradas. Arbitró González Lecue, del Colegio Vizcaíno. Ignoró un penalty en cada área. Amonestó a Boro, Tomás, Roberto, Parri, Manolo, Antonio y Chesa, en dos ocasiones, por lo que fue expulsado a los 72 minutos.

Goles: 0-1, mimuto 25. Mal despeje de Giner y Catali remata. 1-1, minuto 38. Centro de Giner y zurdazo de Quique Flores.

Benito Floro aparcó ayer sus firmes esquemas y colocó un autocar debajo de su portería. El Albacete sabía lo difícil que era afrontar un encuentro ante el Valencia en el mismísimo Luis Casanova y apostó por una defensa a ultranza que le dio sus frutos en forma de un empate que, paradójicamente, bien pudo ser una victoria. Si no lo fue hay que colocarlo en el debe de Aquino, el delantero albeceteño que en el último minuto se plantó totalmente solo ante Sempere. Cuando tenía todos los pronunciamientos a su favor, quiso recrearse en la jugada y acabó por resbalar. Sólo tres minutos antes, el mismo Aquino obligó a Sempere a lucirse cuando un lanzamiento suyo de falta directa se dirigía a la mismísima escuadra.

Ante este Albacete ultradefensivo, el Valencia no supo utilizar las bandas con la frescura de otras tardes. Ni Quique estuvo nutrido de balones ni Leonardo tan inspirado. Ello facilitó la labor de la ordenada zaga visitante, cuya firmeza abortó todos los intentos valencianistas de penetrar hacia los dominios de Conejo. El preciosismo y numerosos pases en corto de los de Hiddink en la zona ancha no eran sino un bonito carrusel de cara a la galería y poco más.

Sólo el búlgaro Penev inquietó al marco del Albacete. Fue en el primer tiempo cuando en el saque de una falta directa muy parecido al que el pasado jueves le sirvió para batir al madridista Jaro puso el susto en el cüerpo de la zaga manchega. Ya mediado el segundo tiempo fue Fernando, lanzando por encima del larguero, quien desaprovechó su ocasión. Fueron las únicas en noventa minutos.

Bien asentado sobre el terreno, el Albacete sacó sus garras cuando, ya con un hombre menos, se dedicó a lanzar un par o tres de dentelladas que pudieron ser mortales de necesidad. En aquellos momentos sacó partido también del cansancio acumulado por los valencianistas en su encuentro copero en el Santiago Bernabéu.