Inicio del partido

0'

Manolo Hierro

11'

Pedro Alcañiz

17'

Voro González

26'

Calleja

27'

Carlos Arroyo

29'

Yáñez

29'

Manolo Hierro

32'

GailYáñez

34'

Carlos Zurdi

44'

Descanso

45'

Calderé

57'

Ricardo Arias

60'

Javier SubiratsMiguel Ángel Bossio

70'

Gail

71'

Emilio FenollCarlos Zurdi

76'

ValentínRecha

80'

Fernando GómezAsist: Emilio Fenoll

88'

Final del partido

90'

Ambiente de gala en el Luis Casanova, que registró una gran entrada para presenciar el último encuentro en su estadio en esta temporada. El conjuto che fue objeto de un recibimiento apoteósico como premio a la fenomenal trayectoria que ha seguido durante todo el campeonato. Hubo tracas y un agran ovación. En cambio el Betis fue acogido con pitidos ya que la afición aún recuerda el presunto acuerdo entre Betis y Cádiz que propició el descenso del Valencia temporadas atrás. Noche calurosa con una temperatura que rondaba los treinta grados. La reacudación fue de casi 14 millones de pesetas. Actuaron como capitanes Fernando y Calleja.

Arbitró Albert Giménez, del Colegio Catalán. Le tocó dirigir un encuentro bronco pero, pese a las dificultades que encontró en los jugadores, realizó una buena actuación. Acertó a la hora de tomar las decisiones y demostró estar técnicamente bien preparado, a lo que en buena parte ayudó su perfecta compenetración con los liniers. Debido al juego duro se vio obligado a mostrar muchas tarjetas amarillas. Así, la vieron Hierro, en dos ocasiones, la primera por una entrada fuerte y la segunda por protestar, de ahí que tuviera que abandonar el terreno en el minuto 32, Calleja, Yáñez, Calderé, Gail, Arias y Voro.

Goles: 1-0, minuto 19. Saque de falta que bota Arroyo sobre Fernando. Este cede a Eloy, que sirve en bandeja a Alcañiz para que éste, viniendo desde atrás, bata a Pumpido. 2-0, minuto 30. Alcaniz realiza una filigrana con el balón y centra desde el córner. El balón, rechazado por la defensa verdiblanca, le llega a Arroyo, que marca. 3-0, minuto 88. Centro de Subirats, Fenoll toca con la cabeza hacia dentro del área, donde Fernando, también de cabeza, aloja el balón en las mallas.

El Luis Casanova vivió ayer una de las noches más vibrantes de los últimos años. Con la participación en la Copa de la UEFA, asegurada desde hace varias semanas, la afición che quiso convertir la despedida de su equipo en una auténtica fiesta. Y lo consiguió, aunque para ello los propios jugadores colaboraran realizando un fútbol de primera calidad que deleitó a un público entregado.

En estas condiciones el Betis, que llegaba a Valencia con la imperiosa necesidad de arrancar al menos un punto si quería seguir conservando serias aspiraciones de eludir la promoción de descenso, no pudo jugar su partido y acabó rendido ante la superioridad del rival y decepcionando por completo. Sólo la dureza con que se emplearon los contendientes vino a estropear un poco el espectáculo futbolístico, aunque el conjunto de Espárrago supo en todo momento sustraerse a estas situaciones y logró hilvanar acciones a base de triangulaciones que encandilaron a la parroquia.

Los verdiblancos, conducidos por un Calderé omnipresente pero excesivamente duro, se vieron superados en todo momento en un ambiente que además no les era excesivamente propicio para púntuar, ya que la afición no olvida todavía aquel amaño entre Betis y Cádiz de hace ya algunas temporadas que acabó con el descenso del Valencia a Segunda División.

Ayer en el Luis Casanova las tornas estaban cambiadas. La clasificación de ambos equipos en la tabla quedó a la postre plenamente justificada, ya que el Valencia redondeó con una sensacional actuación su magnífica trayectoria en el campeonato, mientras los andaluces evidenciaron el porqué de sus apuros para salvar la categoría. Sin armonía en sus líneas y totalmente faltos de ideas, los discípulos de Pedro Buenaventura nunca dieron sensación de peligro, si exceptuamos algunas fases de la segunda mitad, en las que aprovechando el relajamiento propio del Valencia, pusieron cerco a la portería de Ochotorena, aunque sólo fuera a base de lanzamientos de falta.

Sin embargo, el meta valencianista volvió a quedar imbatido y dio un paso adelante para conseguir el trofeo al portero menos goleado de Primera División. Por de pronto Espárrago ya recibió el premio a su labor al concedérsele el galardón que le acredita como el mejor entrenador del mes de mayo. Fue un detalle más que vino a sumarse a la gran fiesta que vivió ayer el feudo valencianista. Era el mejor final de temporada que se podía prever a la fenomenal campaña realizada por el Valencia.