Ficha de partido: 18.08.2002: Deportivo Coruña 3 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

Dep. Coruña
Dep. Coruña
3 - 0
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Amedeo Carboni
6'
Mauro Silva
8'
Valerón
12'
Gonzalo De los Santos
20'
Víctor
21'
Naybet
31'
Romero
38'
Descanso
45'
John CarewFrancisco Rufete
45'
Rubén BarajaGonzalo De los Santos
45'
SergioFran
67'
AndradeCésar
71'
Juan SánchezCarlos Marchena
75'
DjalminhaValerón
79'
Rubén Baraja
93'
Víctor
93'
Curro Torres
94'
Final del partido
95'

Estadio



Nombre: Riazor
Aforo: 34.600 espectadores
Ubicación: La Coruña (La Coruña) 
Inauguración: 28/10/1944

Rival: Dep. Coruña

Records vs Dep. Coruña

Máximo goleador: David Villa (10 goles)
Goleador rival: Bebeto (5 goles)
Mayor victoria: 7 - 1 (23.01.1949)
Mayor derrota: 1 - 5 (19.02.1950)
Más repetido: 2-1 (14 veces)

Crónica

El Valencia fue una calamidad de equipo ante el Deportivo, sobre todo en el primer tiempo, y pagó muy caro los errores cometidos. Encajó tres goles y se sitúa en una complicada coyuntura para acceder al título de campeón de la Supercopa, aunque ya se sabe que en esto del fútbol nunca se ha escrito la última línea hasta que no acabe la competición, y a este respeto faltan noventa intensos minutos por disputarse en Mestalla.

La imagen que ofreció el equipo de Rafa Benítez fue sumamente decepcionante y no estuvo en consonancia con la de un equipo que termina de conseguir el campeonato de Liga. Pese a dar la impresión de que afrontaba el encuentro muy mentalizado, lo cierto es que pronto se perdió la compostura y a partir de este hecho el encuentro entró en una dinámica en la que el Dépor realizó un gran festival de juego mientras castigó con dureza a su rival. Fue una fase del partido que tuvo a Valerón como una de los puntos de referencia, que es como decir a una de las estrellas que brillaron sobre la noche gallega. Ni desde dentro del terreno de juego ni desde fuera se introdujeron las modificaciones adecuadas para poder corregir esta circunstancia tan desfavorable para los valencianistas.

Hacía años que el Valencia no protagonizaba un primer tiempo tan desastroso como ayer lo hizo en Riazor ante el Dépor. En 45 minutos encajó tres goles y lo que fue peor, ofreció una pésima imagen, en la que sus jugadores se dedicaron a protestar en lugar de afrontar el partido con la seriedad que requería. Se observó un equipo muy nervioso que tan solo ofrecía inseguridad, y por ello un exceso de errores que motivaron que el conjunto gallego se moviese a sus anchas y tuviese en Valerón a un importante punto de referencia, que en ningún momento fue neutralizado.

Y todo ello a pesar de que en el inicio del partido el Valencia dispuso, por mediación de Angulo, de una clara ocasión para haber inaugurado el marcador. Pero Molina le quitó el balón sobre el mismo punto de penalty y el posterior remate de Rufete lo desvió un defensa. Al mismo tiempo el Valencia pretendía ejercer una presión en el centro del campo para impedir los movimiento de los jugadores del Dépor, y sin embargo, estas dos buenas sensaciones duraron muy poco tiempo porque de un modo incomprensible el equipo entró en la espiral del error, una rueda iniciada por Ayala que fue continuada por el resto de sus compañeros, alcanzando Carboni un alto protagonismo.

Los hombres de Rafa Benítez no tuvieron casi nunca el balón en su poder y de esta forma resultaba muy difícil poder llevar la iniciativa en el juego, y al estar a remolque del adversario se ofreció la mencionada penosa imagen. Al iniciarse el segundo tiempo el entrenador valencianista introdujo dos cambios en su equipo. Dio entrada a Baraja y Carew en lugar de De los Santos y Rufete, con la intención de mejorar el rendimiento del equipo, sobre todo en el centro del campo donde Pablo Aimar, que había estado acompañado de Marchena y el citado De los Santos, anduvo sumamente perdido.

Los cambios, sobre todo el que hace mención a Baraja, sirvieron para mejorar el rendimiento en el centro del campo ya que este jugador puso orden y, sobre todo, se empeñó en empujar a sus compañeros hacia una actitud más positiva. Algo que fue consiguiendo salvo en el aspecto ofensivo porque una vez más se demostró que al Valencia le cuesta mucho marcar goles y las circunstancias le tienen que ser muy favorables para que ello suceda. Anoche, por ejemplo, un tanto, sólo un gol, hubiese dado mucha más vida a este equipo de cara al partido de vuelta, el domingo en Mestalla. Así, las cosas se han puesto muy complicadas y habrá que mejorar la actitud, situación en el campo y, en definitiva, enmendar los errores cometidos. Ambos equipos se manifestaron con muchas ganas y de este modo se produjeron múltiples roces. En el ambiente aún permanece la rivalidad creada por estos clubs a raíz de la Liga perdida por el Dépor, justamente en Riazor y ante el Valencia, hace ya unos cuantos años.