Ficha de partido: 12.02.1967: CE Sabadell 3 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

CE Sabadell
CE Sabadell
3 - 0
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Marañón
7'
Descanso
45'
Palau
56'
Noya
75'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Creu Alta
Aforo: 11.000 espectadores
Ubicación: Sabadell (Barcelona) 
Inauguración: 1906

Rival: CE Sabadell

Records vs CE Sabadell

Máximo goleador: Mundo Suárez (14 goles)
Goleador rival: - (4 goles)
Mayor victoria: 6 - 1 (09.10.1966)
Mayor derrota: 0 - 3 (12.02.1967)
Más repetido: 2-1 (5 veces)

Crónica

El partido que levantinos y vallesanos disputaron a la sombra y el frío de la vieja Creu Alta, tuvo fases perfectamente definidas y de claras características. Los quince primeros minutos del encuentro dieron paso a un Sabadell lanzado abiertamente a una ofensiva de gran estilo, con un fútbol veloz en los desplazamientos de hombre y balón y bajo una tónica incisiva y de evidente peligro para la integridad del marco valencianista. Al minuto Vidal estrellaba en la cruceta un cañonazo que sacó chispas, pero Noya batió a Pesudo, segundos después, con un tanto perfectamente invalidado, y a los siete Marañon remató al fondo de la red con un sensacional cabezazo, el primer córner en que había incurrido el Valencia. Este anecdotario señala la característica, de este primer cuarto de hora en que a un Valencia sorprendido y acorralado por el buen juego de los arlequinados se le puso el partido muy cuesta arriba desde el primer momento.

En el minuto quince exactamente, con el saque del segundo córner contra la meta de Pesudo se cerró este periodo de arrancada sabadellense, en él cual huso tambalear con aire de vendaval todo el tinglado blanco. La embestida inicial de los locales, que tuvo momentos irresistibles, había cobrado una exigua ventaja de marcador, con el solitario gol de Marañón, por lo que el Valencia se dispuso a recomponer su situación en el campo y establecer un nivel de fuerza, tan pronto el Sabadell le concediera unos instantes de respiro, cosa por otra parte difícil, teniendo en cuenta la conocida acometividad y espíritu de lucha de que hace gala siempre el equipo de Pasieguito. Pero llegó el momento en que el Sabadell cedió en sus ímpetus y el Valencia enderezó sus posibilidades.

La facilidad goleadora de la vanguardia valenciana, era un factor temido en su visita al Sabadell. La realidad, sin embargo, distó mucho de justificar este temor, ya que en hora y media de juego el guardameta local Martínez sólo tuvo dos intervenciones de auténtico compromiso. Una al desviar magistralmente un cañonazo impresionante de Waldo y otra, poco después, al salir con valentía a los pies de Claramunt y hacerse con el esférico. Las dos jugadas fueron las únicas que el Valencia supo crear como exponente de su capacidad ofensiva. Todo lo demás, murió en la línea de contención arlequinada, donde Isidro, Torrent, Sertucha y Casado forman una muralla de mucha efectividad y solidez, que sin ningún apuro se bastó y sobró para tener a raya la delantera valenciana, reducida en el primer tiempo a Terol, Guillot y Waldo, ya que Paquito, con el 10 en la espalda, jugó como volante, y que tras el descanso se reforzó con Claramunt, que «subió» para sumar mayor poder ofensivo.

Los treinta minutos que siguieron en el primer tiempo al cuarto de hora inicial que antes hemos comentado, fueron de mayor nivelación de fuerzas, pero la iniciativa tuvo siempre color arlequinado y del forcejeo en que ambos equipos estaban metidos el Valencia salió siempre con desventaja. El sentido de la anticipación y su posición sobre el campo fueron factores en que el Sabadell le superó sensiblemente. Los valencianistas, hasta el descanso, habían puesto sordina al buen momento arlequinado, pero en realidad, era simplemente eso, sordina. El equipo valenciano lucho sin convicción totalmente inseguro de sus fuerzas para vencer a un Sabadell que las estaba dando todas.

El conjunto arlequinado lleva ocho jornadas sin conocer la derrota, detalle este que debe tener una significación bastante clara sobre el momento actual de forma y de juego en que se desenvuelve el cuadro lanero. La etiqueta de conjunto batallador, entusiasta y peleón, resulta a estas alturas un tanto incompleta, pues sería injusto no añadir a las cualidades antedichas, que en modo alguno ha abandonado, las de una calidad y forma de juego de conjunto muy estimables en el escalafón futbolístico. En la segunda parte del partido, el Sabadell volvió a la carga y repitió en los quince últimos minutos su rutilante arrancada de principio de partido, con la ventaja, esta vez, de que enfrente había un Valencia totalmente vencido y al que le dominaba en todos los terrenos.

Palau, en el minutó 11 y Noya en el 29, certificaban con un gol cada uno, la clara victoria sabadellense. Esta segunda mitad ofreció momentos muy brillantes en el juego desplegado por los locales, juego que alcanzó una vistosidad y calidad encomiables, atentadas ambas en una forma física impecable de sus hombres, que les hace sostener un ritmo de juego vivísimo, sin baches y hasta el último segando de partido. Todo el Sabadell jugó un encuentro de gran fuste y creemos injusto hacer distinciones, ya que el nivel y la fuerza de conjunto fueron muy homogéneos.

Por parte del Valencia no caben demasiadas distinciones. Pesudo, abrumado, no tuvo culpa en los goles. Su defensa no le protegió con excesivo celo. En la medular que Paquito reforzó, mucho embarullamiento, y por delante, el joven Terol junto con la segunda parte de Claramunt, fue lo mejor. Ni waldo ni Guillot dieron auténtica fe de vida. Un excelente arbitraje de Ortiz de Mendíbil. Pitó bien, siguió el juego de cerca y aplicó la ley de la ventaja siempre que pudo.